Juicio a Genaro García Luna: expolicía revela cómo se traficaba la droga en aeropuerto de la Ciudad de México

Un expolicía federal que es testigo en el juicio a Genaro García Luna reveló cómo se traficaba la droga y se transportaba dinero del Cártel de Sinaloa y la Organización de los Beltrán Leyva en el Aeropuerto de la Ciudad de México entre 2003 y 2010

Un expolicía federal reveló en el juicio a Genaro García Luna cómo se traficaba droga en el Aeropuerto de la Ciudad de México.

Un expolicía federal reveló en el juicio a Genaro García Luna cómo se traficaba droga en el Aeropuerto de la Ciudad de México. Crédito: ALFREDO ESTRELLA/ | AFP / Getty Images

Algunos policías federales responsables de la seguridad en el Aeropuerto de la Ciudad de México tenían doble labor: cuidad de los usuarios de esa terminal y ayudar al negocio del Cártel de Sinaloa y la Organización de los Beltrán Leyva.

Así lo reveló el expolicía federal Raúl Arellano Aguilar, quien narró en la Corte del Distrito Este en Nueva York parte de su trabajo entre 2003 y 2011, incluido haber notado una “extraña orden” que se daba a los oficiales al menos una o dos veces por semana, durante una o dos horas.

Los oficiales de la Policía federal mexicana debían atender un 45 por 35. El 45 es el código para identificar una “orden de un mando superior”, mientras que el 35 era “permanecer pendiente hasta nueva orden”.

El exoficial mexicano dijo que eso significaba que, durante al menos una o dos horas, los policías debían permanecer en el lugar asignado, pero sin detener ni revisar a persona alguna.

“No podíamos detener a nadie, solo hacer presencia”, narró Arellano Aguilar en el juicio a Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública mexicano acusado de narcotráfico que enfrenta juicio en la corte de Brooklyn.

“Algunos compañeros ignoraban la orden, se retiraban y no tenían problema”, expuso. “Coincidía con vuelos de Centroamérica y salidas a Norteamérica y Europa”.

Descubrió que esos compañeros formaban una especie de “grupo especial” que tenían ciertos privilegios, como llegar tarde o ausentarse sin problema, además de verlos reunirse en la hora de los alimentos, lucir joyería y tener autos que los $8,000 pesos mensuales de un policía de entonces no podría comprar.

Arellano Aguilar dijo que esos oficiales del “grupo especial” volvían a sus puestos tras la “extraña orden”, felices de que las maletas 7-9 (o 79) y las 40 habían logrado pasar. Esos códigos también son parte de uso policiaco, el 7-9 es para alertar sobre droga y el 40 sobre dinero irregular.

“Decían que habían pasado las maletas sin problemas”, expuso ante los cuestionamientos de la asistente del fiscal Marietou Diouf. “Estaban contentos”.

Aseguró que escuchó a miembros de ese “grupo especial” mencionar que dichas maletas eran del Cártel de Sinaloa y de la Organización Beltrán Leyva.

El testigo dijo que había dejado la Policía federal, a la que ingresó para seguir la tradición de su padre, porque sentía que se habían “pisoteado” los principios de la corporación y “estaba cansado” de ello.

Agregó que el mando de entonces, Óscar Moreno Villatoro, era gente de Luis Cárdenas Palomino, otro alto funcionario de la Policía federal.

Moreno Villatoro recibía visitas de los responsables de la seguridad en otros aeropuertos del país, como Tijuana, Monterrey, Guadalajara, Estado de México (Toluca) y Cancún.

Narró que fuera de la oficina de Moreno Villatoro los oficiales del Aeropuerto de la Ciudad de México recibían las órdenes del día, pero en una ocasión vio que su jefe policiaco tuvo la visita del mando de Toluca, iba con un maletín, pero que un compañero lo golpeó por accidente y el maletín cayó, dejando a la vista “dólares”. Moreno Villatoro recibía maletines similares en varias ocasiones de los distintos mandos en aeropuerto, agregó el testigo.

La fiscal cuestionó a Arellano Aguilar sobre la orden de comando y quiénes salían beneficiados con esos pagos. El sugirió que sus jefes parecían “contentos”, pero cuando dijo “el Jefe Genaro”, la defensa hizo una objeción y el juez Brian Cogan la avaló.

También surgió el nombre de Ramón García Pequeño, otro alto mando acusado de narcotráfico cercano a García Luna.

El Cártel de Sinaloa y la Organización de los Beltrán Leyva controlaban el trasiego de droga y el traslado de dinero desde el Aeropuerto de la Ciudad de México, según los cooperantes Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, pero otro de los cooperantes, Israel Ávila, también confirmó eso, señalando que Jesús “El Rey” Zambada era uno de los que se aseguraba de dichas operaciones.

Al momento de enlistar los nombres de algunos oficiales del “grupo especial”, el testigo mencionó a Guillermo Báez. La defensa hizo otra objeción.

Durante este cuestionamiento, el abogado César de Castro hizo varias objeciones, pero le costó trabajo desviar al expolicía Arellano Aguilar de sus afirmaciones, quien fue trasladado a Monterrey en 2011, año en que renunció a la Policía.

En esta nota

Cartel de Sinaloa Genaro García Luna Narcotráfico
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain