¿Comprar o rentar un auto nuevo?


Comparación de las dos grandes opciones de financiamiento

By Jon Linkov

La elección entre comprar y rentar un auto es con frecuencia una decisión difícil. Por un lado, comprar implica costos mensuales más altos, pero al final eres propietario de un bien: tu vehículo. Por otro lado, un contrato de renta tiene pagos mensuales más bajos y te permite conducir un vehículo que puede ser más caro del que podrías comprar, pero entras en un ciclo en el que nunca dejas de pagar por el vehículo. Con más gente eligiendo una renta en lugar de un préstamo que hace solo unos años, el auge de rentar no se detendrá pronto.

Comprar un vehículo con un préstamo para automóviles convencional es bastante sencillo. Pides dinero prestado a un banco, una cooperativa de crédito u otra institución crediticia y realizas pagos mensuales durante algunos años. Una parte de cada pago se destina a pagar los intereses del préstamo y el resto se utiliza para pagar el capital. Cuanto mayor sea la tasa de interés, mayor será el pago. A medida que amortizas el capital, vas acumulando patrimonio hasta que, al final del préstamo, el auto es todo tuyo. Puedes quedarte con el coche todo el tiempo que quieras y tratarlo tan bien, o tan mal, como quieras. Las únicas sanciones por modificación o maltrato podrían ser las facturas de reparación y un menor valor de reventa en el futuro.

Mientras los precios de los autos sigan altos (superaron los $49,300 en enero de 2023) rentar un coche es una alternativa. Sin embargo, según Experian, una de las agencias de informes de crédito, el porcentaje de autos rentados bajó en el tercer trimestre de 2022 en comparación con los años 2020 y 2021.

Con una renta, los compradores realizan un pago mensual para conducir un auto nuevo durante un período determinado. Ese pago suele ser menor que el costo mensual de financiar un vehículo nuevo, pero los compradores deben devolver el auto al final del plazo de renta.

Con más personas trabajando desde casa, es posible que las restricciones de millaje en una renta no sean un factor para muchos compradores. Todo lo contrario, muchos pueden descubrir que no utilizan las millas por las que han pagado.

La previsibilidad de los pagos y los costos de propiedad (sin costosas reparaciones cuando está bajo la garantía) tienen su atractivo. Sin embargo, la vida puede ser impredecible y una renta tiene menos flexibilidad que una compra.

Para saber si rentar o comprar es adecuado para ti, analizamos las ventajas y desventajas.

Las ventajas de rentar un coche

A simple vista, una renta puede ser más atractiva que comprar. Los pagos mensuales suelen ser más bajos porque no estás pagando ningún capital. En cambio, solo estás pidiendo prestado y pagando la diferencia entre el valor del coche cuando es nuevo y el valor residual del auto (su valor esperado al final de la renta) más los cargos financieros.

Las principales ventajas de rentar un auto

  • Conduces el coche durante los años en los que tiene menos problemas.
  • Siempre conduces un vehículo último modelo que en general está cubierto por la garantía para vehículos nuevos del fabricante.
  • Una renta puede incluir cambios de aceite gratuitos y otro mantenimiento programado.
  • Puedes conducir un vehículo mejor equipado y de un precio superior al que podrías pagar.
  • Tu vehículo tendrá las últimas características de seguridad activa.
  • No tienes que preocuparte por las fluctuaciones en el valor de reventa del auto o pasar por la molestia de venderlo cuando sea el momento de seguir adelante.
  • Podría haber importantes ventajas fiscales para los propietarios de empresas.
  • Al final, simplemente entregas el auto en el concesionario.

Desventajas de rentar un coche

Por muy atractivo que pueda parecer un contrato de renta, hay una serie de desventajas:

  • Al final, una renta generalmente cuesta más que un préstamo equivalente, porque estás pagando el auto durante el tiempo en el que se deprecia rápidamente.
  •  Si rentas un coche tras otro, los pagos mensuales continúan para siempre. Por el contrario, cuanto más tiempo conserves un vehículo después de pagar el préstamo, mayor será el valor que obtendrás de él. A largo plazo, la forma más barata de conducir es comprar un automóvil y conservarlo hasta que no sea rentable repararlo.
  •  Los contratos de renta especifican un número limitado de millas. Si superas ese límite, tendrás que pagar una multa por exceso de millaje. Eso puede variar de 10 a 50 centavos por cada milla adicional. Así que asegúrate de calcular cuánto planeas conducir. No obtienes un crédito por las millas no utilizadas.
  • Si no mantienes el vehículo en buenas condiciones, tendrás que pagar cargos por desgaste excesivo cuando lo entregues. Por lo tanto, si tus hijos tienden a volverse locos con los marcadores mágicos o eres un imán para las abolladuras y golpes en el estacionamiento, prepárate para pagar más.
  • Si decides que no te gusta el coche o si no puedes pagar las cuotas, eso podría costarte. Probablemente tendrás que pagar miles de dólares en cargos por cancelación anticipada y multas si cancelas un contrato de renta antes de tiempo, y todos vencerán a la vez. Esos cargos podrían igualar el monto de la renta de todo el plazo.
  • Con algunas excepciones, como el polarizado profesional de las ventanas, debes devolver el coche en el estado “en que estaba cuando salió del concesionario”, menos el desgaste habitual, y configurado como estaba cuando lo rentaste.
  • Aún serás responsable por artículos prescindibles como las llantas, que pueden ser más costosas de reemplazar en un vehículo mejor equipado con ruedas premium.
  •  Es posible que debas pagar una tarifa cuando entregues el vehículo al final del contrato de renta.

Una alternativa a los préstamos a largo plazo

Algunos compradores de autos optan por préstamos para coches de plazos más largos, de seis a ocho años, para obtener un pago mensual más bajo. Pero los préstamos a largo plazo pueden ser riesgosos y para estos compradores una renta puede ser una mejor opción.

Los préstamos más largos facilitan la obtención de “préstamos invertidos“, donde debes más de lo que vale el vehículo, y permanecen así durante mucho tiempo. Si necesitas deshacerte del coche antes de tiempo o si te lo destruyen o lo roban, es probable que el valor de reventa o del seguro sea menor que lo que aún debes.

Comprar un auto con un préstamo no es el camino a seguir si deseas conducir un carro nuevo cada dos años. Si pides un préstamo a largo plazo y lo cambias antes de tiempo vas a pagar tantos cargos financieros en comparación con el capital, que te convendría mejor rentar. Si no puedes pagar la diferencia de un préstamo invertido, por lo general puedes transferir la cantidad que aún debes a un nuevo préstamo. Pero entonces terminas financiando tanto el automóvil nuevo como el resto de tu coche viejo.

Si tu objetivo es tener pagos mensuales bajos y conducir un vehículo nuevo cada dos años sin muchas complicaciones, entonces una renta puede valer el costo adicional. Sin embargo, asegúrate de que puedes vivir con todas las limitaciones de millaje, desgaste y otras limitaciones similares.

Difícil comparación entre los préstamos y la renta de un auto

Es difícil hacer una comparación equitativa entre, por ejemplo, un préstamo a seis años y la renta estándar de tres años. Cuando finaliza la renta, al prestatario bancario todavía le quedan tres años de pagos, pero el arrendatario tiene que buscar otro coche o quizás aceptar la oferta de compra del carro rentado.

Una renta también puede ser subsidiada o “subvencionada”. El fabricante de autos deduce un monto del valor total con un descuento adicional solo para los contratos de renta, o puede aumentar el valor residual, o ambos.

Un fabricante de autos también puede aplicar descuentos adicionales en un contrato de renta, que no están disponibles para un cliente de préstamos. Además, el “factor dinero” (tasa de interés) en una renta puede ser diferente de la tasa de interés ofrecida en un préstamo, lo que hace que comparar manzanas con manzanas sea casi imposible.

En general, dos contratos de renta de tres años consecutivos costarán miles más en comparación con comprar un coche (con un préstamo o en efectivo) y ser propietario durante ese mismo período de seis años. Y el ahorro aumenta para los compradores de autos si continúan conservando el automóvil, digamos, por otros tres años, nueve años en total, incluso teniendo en cuenta el mantenimiento y las reparaciones esperadas.

Si las limitaciones de una renta te desaniman, considera comprar un automóvil nuevo menos costoso o un auto usado en buen estado, como un vehículo usado certificado de un concesionario con franquicia, u obtener un préstamo con un plazo más largo. Ya sea que obtengas tu nuevo coche en efectivo, un préstamo o una renta, puedes ahorrar eligiendo uno que mantenga su valor, se mantenga confiable y tenga un buen ahorro de combustible.

Para ahorrar por adelantado y a largo plazo, compra uno usado y paga en efectivo.

No te olvides de negociar

Muchas personas asumen que el pago mensual impreso en un anuncio de renta está grabado en piedra. Pero esa cifra puede basarse en el precio minorista sugerido por el fabricante, que se puede negociar como si estuvieras comprando el vehículo.

Sin embargo, ten en cuenta que las mejores ofertas de renta están disponibles solo para aquellos que tienen un crédito excelente, y que es posible que sean baratas solo porque el fabricante de autos está tratando de deshacerse de los autos de venta lenta.

Diferencias entre un préstamo y una renta

A continuación, se muestran algunas de las principales diferencias entre comprar y rentar.

Comprar Rentar
Propiedad Eres dueño del vehículo y puedes quedártelo todo el tiempo que quieras. No eres dueño del vehículo. Puedes usarlo, pero debes devolverlo al final de la renta, a menos que decidas comprarlo.
Costos iniciales Incluyen el precio en efectivo o el anticipo, impuestos, el registro y otras tarifas. Pueden incluir el pago del primer mes, un depósito de seguridad reembolsable, una tarifa de adquisición, un anticipo, impuestos, el registro y otras tarifas.
Pagos mensuales Los pagos del préstamo suelen ser más altos que los pagos de la renta porque estás pagando el precio total de compra del vehículo, más los intereses y otros cargos financieros, impuestos y tarifas. Los pagos de renta son casi siempre más bajos que los pagos de préstamos porque solo pagas la depreciación del vehículo durante el plazo de la renta, más los cargos por intereses (llamados cargos de alquiler), impuestos y tarifas.
Terminación anticipada Puedes vender o cambiar tu vehículo en cualquier momento. Si es necesario, el dinero de la venta se puede utilizar para cancelar el saldo de un préstamo. Si terminas la renta antes de tiempo, los cargos pueden ser tan costosos como cumplir con el contrato. En ocasiones, un concesionario puede comprar el automóvil a la empresa de renta como un intercambio, lo que te permite librarte del problema.
Devolución del vehículo Tendrás que lidiar con la venta o intercambio de tu coche cuando decidas que quieres uno diferente. Devuelves el vehículo al final del contrato, pagas los gastos de finalización de la renta y te marchas.
Valor futuro El vehículo se depreciará, pero su valor en efectivo es tuyo para usarlo como desees. El lado positivo es que su valor futuro no te afecta financieramente. El lado negativo es que no tienes patrimonio en el vehículo.
Millaje Puedes conducir tantas millas como desees. Pero ten en cuenta que un mayor millaje reduce el valor de intercambio o reventa del vehículo. La mayoría de las rentas limitan la cantidad de millas que puedes conducir, a menudo de 10,000 a 12,000 por año. (Puedes negociar un límite de millas más alto). Tendrás que pagar cargos por exceder tus límites.
Desgaste excesivo No tienes que preocuparte por el desgaste, pero podría reducir el valor del intercambio o la reventa del vehículo. La mayoría de los contratos de arrendamiento te hacen responsable. Tendrás que pagar cargos adicionales por exceder lo que se considera el desgaste normal.
Fin de los términos Al final del plazo del préstamo, no tienes más pagos y has acumulado el capital necesario para ayudar a pagar tu próximo auto. Al final de la renta (generalmente de dos a tres años), puedes financiar la compra del coche, rentar o comprar otro.
Personalización El vehículo es tuyo para modificarlo o personalizarlo como desees, aunque hacerlo puede anular la garantía. Debido a que debes devolver el coche en condiciones de venta, cualquier modificación o pieza personalizada que agregues debe eliminarse. Si hay algún daño residual, deberás pagar para repararlo o tendrás que presentar un reclamo de seguro y pagar un deducible.

¿Deberías comprar o rentar un auto nuevo?

Comprar o rentar un auto nuevo tiene ventajas y desventajas. Octavio Blanco, de Consumer Reports, revela en el programa de televisión Taller del Consumidor cómo encontrar la mejor opción para ti.

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