10 alimentos peligrosos que se han retirado del mercado que necesitas conocer


Consumer Reports clasifica los alimentos relacionados con los retiros y los brotes de enfermedades más graves de los últimos años y ofrece consejos sobre cómo mantenerte a salvo

By Lisa L. Gill

Sherie Jenkins empezó a sentirse mal (retortijones, diarrea, fiebre, dolores musculares) un día después de comerse un sándwich precocinado que compró en un supermercado cerca de su casa en Rockledge, Florida. Tras una semana de empeoramiento de los síntomas y una visita a urgencias, se le diagnosticó sepsis, una infección potencialmente mortal, y estuvo hospitalizada varios días. 

Finalmente, el personal de salud pública determinó que su enfermedad había sido causada por la salmonela, una bacteria frecuentemente relacionada con la intoxicación alimentaria, y la relacionaron con la cebolla cruda de su sándwich, según una demanda que presentó en febrero de 2022 contra el proveedor de esas cebollas, ProSource, y que se resolvió extrajudicialmente el pasado agosto. Las cebollas de la compañía, parte de un retiro de aproximadamente 40 millones de libras en 2021, se relacionaron finalmente con más de 1,000 enfermedades en 39 estados.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) calculan que cada año enferman 48 millones de personas a causa de la salmonela, la listeria, la E. coli u otras bacterias o virus presentes en los alimentos. La mayoría se recupera sin necesidad de medicación después de unos días desagradables. Pero casi 130,000 personas son hospitalizadas y 3,000 mueren anualmente por enfermedades transmitidas por los alimentos. Corren mayor riesgo los niños menores de 5 años, los adultos mayores, las mujeres embarazadas o las personas con sistema inmunitario debilitado.

Para investigar los alimentos más frecuentemente vinculados a ese tipo de enfermedades, los expertos en seguridad de los alimentos de Consumer Reports examinaron los retiros de alimentos y los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos desde 2017 hasta 2022, analizando datos de los CDC, la Administración de Alimentos y Medicamentos, (FDA) y el Departamento de Agricultura. 

Se enfocaron en alimentos ampliamente consumidos que fueron retirados del mercado debido a la contaminación bacteriana (no debido a alérgenos o materiales extraños como las partículas de plástico que a veces entran en los alimentos). Clasificaron los retiros principalmente con base en el número de personas que murieron o enfermaron, así como a la extensión de los brotes, el número de veces que se retiró un alimento y la cantidad total de alimentos retirados. Lee más sobre cómo CR hizo el análisis (PDF).

Algunos de los alimentos que encabezan el análisis de CR, como las ensaladas en bolsa, los productos avícolas y las carnes frías, podrían no sorprenderte demasiado. Pero otros pueden darte qué pensar. ¿Cebollas? ¿Duraznos? ¿Harina?

A continuación, enumeramos los 10 alimentos que forman nuestra lista, y explicamos por qué los hemos incluido. También explicamos qué están haciendo la industria y los organismos reguladores para resolver los problemas y, lo más importante, qué puedes hacer tú para mantenerte seguro. 

“No estamos diciendo que debas evitar estos alimentos por completo”, afirma Brian Ronholm, director de política alimentaria de CR, que dirigió el análisis. “Al fin y al cabo, todos estos alimentos suelen ser seguros, y muchos de ellos son, de hecho, parte importante de una dieta saludable”. En su lugar, afirma, la lista subraya la “importancia de seguir las mejores prácticas de inocuidad alimentaria con todos los alimentos, lo que incluye saber cómo rastrear, y responder, a los retiros de alimentos cuando se produzcan.”

10 alimentos relacionados con retiros y brotes graves, 2017-2022

Las siguientes tarjetas muestran los 10 alimentos por orden de clasificación. Para utilizar la tabla, pasa el cursor sobre la imagen de un alimento y la tarjeta se volteará para mostrar los detalles. Observa que las cifras de enfermedades y muertes indicadas reflejan únicamente aquellas relacionadas con acontecimientos específicos. Y las cantidades de alimentos implicadas no siempre están completas, porque, aunque el USDA, que regula la carne y las aves de corral, siempre facilita esa información, la FDA, que regula la mayoría de los demás alimentos, no lo hace.

Vegetales de hoja verde

Productos retirados: Lechuga romana y ensaladas de bolsa

Motivo: E. coli, listeria

Por qué son peligrosas: los brotes relacionados con los vegetales de hoja verde fueron responsables del mayor número de muertes en nuestro análisis, y del segundo mayor número de retiros y brotes: 50, en comparación con 30 para el pollo, el pavo y la carne molida combinados. 

Un probable culpable: el agua contaminada utilizada para regar los campos de California y Arizona, donde se cultiva la mayor parte de la lechuga en los Estados Unidos, afirma Ronholm. Algunos campos están cerca de cebaderos [comederos] de ganado, y los animales pueden llevar en sus intestinos cepas de E. coli especialmente mortales, como la O157:H7. El estiércol, que contiene la bacteria, puede filtrarse en el agua de riego y contaminar los cultivos.

Aunque un lote de lechuga llegue a la planta de procesado libre de bacterias nocivas, podría contaminarse. Las ensaladas verdes empaquetadas se procesan en un número relativamente pequeño de instalaciones en todo el país, por lo que la contaminación en una sola puede extenderse rápidamente a docenas de productos diferentes, y provocar millones de casos, dice Michael Hansen, PhD, científico principal de CR. 

Eso es lo que probablemente ocurrió, dice, con dos retiros masivos en 2021, uno de Dole de 76 productos y otro de Fresh Express de más de 100 productos. “La concentración en la industria de procesado de ensaladas implica una mayor probabilidad de contaminación y brotes más grandes, cuando se producen”, afirma Hansen. 

La listeria plantea un riesgo especial. La bacteria prospera en ambientes húmedos y fríos, como cámaras frigoríficas y plantas de procesamiento de alimentos, y es muy difícil de eliminar, dice James E. Rogers, PhD, director de investigación y pruebas de seguridad de los alimentos de Consumer Reports. Y una vez que las bacterias contaminan la maquinaria, pueden propagarse fácilmente a medida que los alimentos circulan por la planta de procesado. 

Por último, las verduras para ensalada suelen comerse crudas. “Calentar mata las bacterias, pero la mayoría de las personas, comprensiblemente, no quiere cocinar su lechuga”, dice Rogers.

Qué puedes hacer tú: considera comprar lechugas enteras en lugar de lechugas de bolsa o de caja. Quita las hojas exteriores, que es donde a menudo se esconden las bacterias, dice Rogers. O, si puedes, opta por lechugas hidropónicas o cultivadas en invernaderos, porque es menos probable que entren en contacto con excrementos de animales. Además, cocina las verduras como la col rizada, la berza o las acelgas, en lugar de comerlas crudas, sobre todo si corres un alto riesgo de sufrir complicaciones por intoxicación alimentaria o vives con alguien que las sufra, como personas inmunodeprimidas, mujeres embarazadas o adultos mayores. 

Dos advertencias: no des por sentado que los productos de cultivo ecológico u otros alimentos tienen menos probabilidades de ser retirados del mercado por contaminación bacteriana que los de cultivo convencional. De hecho, algunos de los vegetales retirados eran de cultivo ecológico. Aunque es una buena idea lavar frutas y vegetales, que se hace sobre todo para eliminar la suciedad y algunos pesticidas, es posible que no sirva de mucho para eliminar las bacterias.

Quesos y carnes frías

Productos retirados: salchichas, salami, jamón, fiambres, quesos en rodajas y quesos blandos, como el brie y el queso fresco. 

Motivo: la listeria

Por qué son peligrosas: la listeria se reproduce incluso en las bajas temperaturas de las vitrinas de embutidos y los almacenes refrigerados. Además, piensa en todas las veces que alguien toca las rebanadas de embutidos o de queso que compras en una charcutería, incluso cada vez que un trozo de queso cheddar o salami va y viene entre la vitrina y la cortadora. Si un paquete de carne o queso contiene bacterias, estas pueden propagarse a otros. Usar guantes ayuda, pero si no se cambian entre cada manipulación de los alimentos. Y la propia cortadora, o la encimera, también pueden estar contaminadas, propagando aún más las bacterias. 

Y la listeria es particularmente perjudicial: el 90 % de las personas infectadas acaban en el hospital. En las embarazadas, una infección puede provocar abortos espontáneos y muerte fetal.

Qué puedes hacer tú: de nuevo, no es práctico cocinar los embutidos o el queso. Por ello, Rogers sugiere comprar embutidos y quesos preempaquetados, ya que algunas investigaciones sugieren que pueden ser menos propensos a provocar enfermedades por infección de listeria. 

Mejor aún: evita por completo los embutidos, o al menos limita drásticamente la frecuencia con que los consumes. Además del alto riesgo de intoxicación alimentaria que suponen, suelen ser pesadillas nutricionales repletas de sodio. Para colmo, se consideran carnes procesadas, y comer regularmente solo una pequeña cantidad aumenta el riesgo de cáncer, además está relacionado con otros problemas de salud, dice Amy Keating, RD, nutricionista de CR. Una vez más, las personas de alto riesgo, el mismo grupo que el de los vegetales de hoja verde, deben evitar los embutidos, incluso los preempaquetados. 

Las personas con alto riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos también deberían evitar los quesos cortados en rodajas en la charcutería, y comprar en su lugar los preempaquetados. También es importante que eviten los quesos elaborados con leche cruda y los quesos blandos como el brie, el queso fresco y el gorgonzola. Son más seguros si se elaboran con leche pasteurizada, pero su alto contenido en humedad y su bajo contenido en ácidos favorecen el crecimiento de la listeria.

Carne molida

Productos retirados: carne molida envasada 

Motivo: E. coli y salmonela 

Por qué son peligrosas: las mismas cepas mortales de E. coli que pueden pasar de los cebaderos y las pasturas a las lechugas pueden, por supuesto, llegar también a la propia carne de res, transfiriéndose del intestino de la vaca a la carne durante el sacrificio. Esas cepas concretas, denominadas E. coli productora de toxina Shiga o STEC, son tan peligrosas que el USDA las clasifica como adulterantes de la carne de res, lo que significa que los fabricantes deben retirar la carne que pueda estar contaminada, aunque no haya enfermedades claramente vinculadas a ella.

“La carne molida contaminada con cualquier bacteria STEC no debe venderse, y punto”, afirma Rogers. Sin embargo, la bacteria sigue encontrándose a veces en la carne molida de res, incluida una muestra analizada por CR el año pasado. Tras este hallazgo, CR alertó inmediatamente al USDA, lo que desencadenó el retiro de más de 28,000 libras de carne.

Otra preocupación, aún más común, en la carne molida: la salmonela. De las 643 enfermedades relacionadas con la carne molida en el análisis de CR, 416 se atribuyeron a esta bacteria.

Aunque tanto la carne molida como los cortes enteros, como el filete, pueden estar contaminados, “existe un mayor riesgo con la carne molida porque esta carne puede proceder de muchos animales y se procesa aún más cuando se muele, por lo que las bacterias de una sola fuente pueden propagarse ampliamente en el producto final”, afirma Rogers. 

Además, las bacterias suelen estar en la superficie de los cortes enteros de carne, donde se eliminan fácilmente si se cocinan adecuadamente. Pero en la carne molida, las bacterias pueden mezclarse por todas partes, lo que significa que hay que asegurarse de cocinarla muy bien.

Qué puedes hacer tú: una medida clave es evitar que las bacterias se propaguen. En el supermercado, eso significa poner la carne en bolsas desechables separadas. Una vez en casa, guárdala en una bolsa o un recipiente en el refrigerador. O congélala, bien cerrada, en su empaque original o vuélvela a empaquetar. 

Piensa también en la contención cuando prepares tus comidas. Ten una tabla de cortar para la carne y otra para los vegetales. Lava los cuchillos que usas para cortar la carne antes de usarlos con otros alimentos. Y lávate las manos con agua caliente y jabón antes y después de tocar la carne. Limpia cualquier derrame de jugos de carne con una toalla de papel o un paño de limpieza, no con una esponja, y tíralo inmediatamente. 

Otro principio básico es el control de la temperatura. Eso empieza por mantener la carne fría: los niveles de bacterias pueden duplicarse en tan solo 20 minutos entre 40 °F y 140 °F. Así que descongela la carne que tuviste congelada en el refrigerador, no la saques hasta justo antes de cocinarla y refrigera lo que te sobre rápidamente. Los alimentos cocinados no deben dejarse fuera más de 2 horas, 1 hora si estás en el exterior y la temperatura es de 90 °F o superior.

Al cocinarla, debes asegurarte de que la carne se caliente lo suficiente para eliminar las bacterias. En el caso de la carne molida de res y cerdo, es a 160 °F, y en el de los cortes enteros, a 145 °F. Y no, no se puede saber mirando o tocando. En su lugar, invierte en un buen termómetro para carne.

Cebollas

Productos retirados: cebollas rojas, dulces y blancas

Motivo: La salmonela

Por qué es peligrosa: esta es la primera gran sorpresa de nuestra lista. ¿Cómo han llegado hasta aquí? Principalmente debido a dos retiros muy grandes de cebollas rojas, blancas y amarillas debido a la salmonela en 2020 y 2021, incluidas las que enviaron al hospital a Sherie Jenkins, en Florida. Juntas, las cebollas de ambos retiros enfermaron a 2,167 personas y enviaron al hospital a 427. 

Una investigación de la FDA sugiere que el agua de riego contaminada fue la causa más probable también en este caso, aunque también identificó como posibles fuentes el ganado de las tierras cercanas y los excrementos de aves y otros animales salvajes. La FDA también señaló que había encontrado indicios de animales y plagas en algunas de las empacadoras de cebollas y “superficies en contacto con los alimentos, que no se habían inspeccionado, mantenido, limpiado ni desinfectado con la frecuencia necesaria”.

Qué puedes hacer tú: las cebollas suelen cocinarse, lo que mata las bacterias. Y al elegir las cebollas, evita las que estén magulladas, porque es más probable que las bacterias entren en los alimentos dañados. No necesitan refrigeración, pero deben conservarse en un lugar bien ventilado y protegido del sol. Y nunca laves las cebollas con antelación: la humedad puede hacer que se pudran más rápido. Lávalas justo antes de usarlas.

Pollo y pavo

Productos retirados: pollo y pavo, incluida la carne molida, enteros y en partes 

Motivo: La salmonela

Por qué es peligrosa: en el caso de las aves de corral, no solo debes preocuparte por la carne molida, sino también por las partes y las aves enteras. La salmonela está especialmente extendida en el pollo y el pavo, en parte porque al desplumarlos se puede propagar la bacteria, y por la manipulación adicional necesaria para cortar las aves en partes, afirma Rogers. Las condiciones de hacinamiento y suciedad en las que suelen criarse tampoco ayudan. Y los productores de aves de corral pueden vender legalmente su producto, aunque sepan que puede contener salmonela. Por ejemplo, el USDA permite la presencia de salmonela en hasta el 9.8 % de todos los pollos enteros que analiza en una planta de procesado, el 15.4 % de las piezas de pollo y el 25 % de la carne molida de aves.

Las pruebas realizadas por CR el año pasado confirman la amenaza que supone la salmonela en el pollo, especialmente en la carne molida de pollo: lo encontramos en 23 de las 75 muestras analizadas, casi un tercio.

Qué puedes hacer tú: todas las medidas que tomes al comprar, conservar y preparar carne molida de res se aplican también a la carne de ave, con algunas precauciones adicionales. Por un lado, el pollo y el pavo (carne molida, enteros y en partes), deben cocinarse a 165 °F. Por otro, muchas personas suelen lavar el pollo antes de cocinarlo. Es una mala idea, dice Rogers: Es mucho más probable que lavarlo propague la salmonela por el fregadero y la encimera que elimine las bacterias de las aves. 

Papayas, duraznos y melones

Productos retirados: cantalupo, melón dulce y sandía precortados; melones, papayas y duraznos enteros.

Motivo: La salmonela

Por qué es peligrosa: en el caso de los melocotones, la contaminación parece proceder de los cebaderos de animales. Por ejemplo, en su investigación de un retiro en 2020 de casi 113 millones de libras de esa fruta, la FDA encontró que los huertos de melocotones estaban cerca de cebaderos, y algunos de esos huertos dieron positivo en cepas de salmonela similares a las encontradas anteriormente en ganado vacuno y aves de corral. Sin embargo, en este caso podría no haber estado en el agua de riego, sino en el polvo y el suelo contaminados con la bacteria transportada por el viento y depositada en los cultivos.

En el caso de los cantalupos y otros melones, los problemas parecen surgir con más frecuencia cuando las frutas se cortan en cuadritos o bolas antes de venderlas. “Cuando cortas un producto, aumentas el riesgo de transferir a su carne las bacterias que pueda haber en la superficie”, afirma Rogers. “En las instalaciones comerciales, con frutas y verduras procesadas en un mismo lugar, se puede crear oportunidades de contaminación cruzada”. 

En el caso de las papayas, el riesgo parece más grave con las frutas importadas de México, lo que refleja la dificultad que puede tener la FDA para inspeccionar la producción fuera de los Estados Unidos.

Y un riesgo común para todas las frutas: normalmente se comen crudas, por lo que la cocción no elimina las bacterias.

Qué puedes hacer tú: en general, es mejor evitar la fruta precortada, dice Rogers, sobre todo si se tiene un alto riesgo de desarrollar complicaciones por enfermedades transmitidas por los alimentos. En su lugar, compra la fruta entera y córtala tú mismo en casa. Cuando elijas frutas enteras, evita las magulladas o dañadas. Y lavarlas ayuda sobre todo a eliminar la suciedad y algunos pesticidas, no las bacterias, pero aun así merece la pena hacerlo. 

Harina

Productos retirados: harina cruda; mezclas para galletas, brownies, pasteles y panqueques; y masa para pasteles ya preparada.

Motivo: E. coli y salmonela 

Por qué son peligrosas: al crecer en el campo, el trigo puede contaminarse con E. coli o salmonela no solo de las granjas cercanas donde se cría ganado, sino también de los excrementos de animales salvajes, sobre todo venados y pájaros, dice Rogers, de CR. El proceso de molienda que convierte los granos en harina no mata ninguno de los dos patógenos. Solo será segura si se cocina como parte de la preparación normal de los alimentos.

2 retiros fueron responsables de todas las enfermedades notificadas en los 6 años analizados: En 2019, un tipo de E. coli STEC vinculado a mezclas para galletas y brownies provocó un brote que enfermó a 21 personas en 9 estados, y un brote de 2021 vinculado a mezclas para pasteles que enfermó a 16 personas en 12 estados.

Qué puedes hacer tú: por muy tentador que sea, no comas masa ni mezcla casera cruda, ni siquiera una probadita. Esto te protege no solo de cualquier bacteria presente en la harina, sino también de la salmonela que pudiera haber en los huevos crudos.

Además, Rogers recomienda mantener, la harina y las mezclas para hornear que contengan harina, alejadas de todos los alimentos listos para consumir, como los productos frescos, tanto cuando se compran en el supermercado como cuando se almacenan en casa. La harina es ligera y polvorienta, y puede volar fácilmente por la cocina y entrar en contacto con encimeras, tablas de cortar, platos y similares. Lávalos, al igual que tus manos, con agua caliente y jabón después de cada uso.

Cómo rastrear los retiros de alimentos

Por muy atento que estés al elegir qué alimentos compras, a veces puedes acabar comprando alimentos contaminados. Por eso es importante estar al tanto de los retiros de alimentos. 

Una buena manera: suscríbete al servicio de Alerta de seguridad alimentaria de CR. Te enviaremos un mensaje de texto cada vez que sepamos de un retiro importante de alimentos o una alerta de seguridad. También puedes inscribirte para recibir alertas de retiro de alimentos directamente de la FDA y de la USDA.

Algunos supermercados también notifican a los clientes cuando se hacen retiros alimentos que han comprado. Por ejemplo, Costco se pone en contacto con sus socios por correo electrónico, SMS o teléfono, a veces incluso 1 o 2 días antes de que la FDA o el USDA anuncien el retiro. Craig Wilson, vicepresidente de Costco, afirma que la empresa puede actuar con mayor rapidez que una agencia federal porque recibe información directamente de su proveedor. Y Wegmans dice que alerta a los miembros del Shopper’s Club por correo electrónico. De igual forma, Whole Foods alerta a las personas que compraron comestibles en línea o que han utilizado su membresía de Amazon Prime al comprar comestibles. 

Lo que deben hacer el gobierno, la industria y los minoristas

“Nadie relacionado con el cultivo, la venta y la regulación de los alimentos quiere que la gente enferme”, afirma Ronholm, “pero es un mundo enorme y complejo, con intereses y prioridades contrapuestos, por lo que es difícil conseguir mejoras”. Aun así, afirma, algunas soluciones parciales están bien entendidas y acordadas, y se están haciendo algunos progresos. 

Los siguientes son algunos importantes.

Más supervisión de los reguladores federales

Esto significa, sobre todo, capacidad para inspeccionar y vigilar las granjas y las instalaciones de engorde, más autoridad para abordar los factores de riesgo críticos y mayor capacidad para rastrear los alimentos contaminados, afirma Ronholm. 

Según una carta enviada en febrero de 2023 por el senador Richard Durbin, demócrata de Illinois, al comisario de la FDA, el doctor Robert Califf, hay más de 81,000 instalaciones alimentarias registradas en los Estados Unidos. Todas ellas recaen bajo la jurisdicción de la FDA, pero las inspecciones de esas instalaciones por parte de la agencia en realidad están disminuyendo, de 10,635 en 2011 a 4,535, en 2021, un descenso del 60 %, y el propio Califf reconoció recientemente que su agencia necesita revisar su planteamiento de las inspecciones.

A falta de aumentar el número de inspectores y de inspecciones, algo difícil de conseguir, dado que el Congreso puede mostrarse reticente a proporcionar más fondos, afirma Ronholm, la FDA ha intentado orientar su trabajo, incluyendo más inspecciones de cebollas y papayas cultivadas fuera de los Estados Unidos. Otra solución parcial: asociarse más con los reguladores estatales. La mitad de las inspecciones alimentarias están a cargo de los estados. 

Un dato positivo sobre las aves de corral: El año pasado, el USDA propuso que determinadas cepas graves de salmonela se trataran como adulterantes de las aves de corral, lo que le daría más poder para ordenar el retiro de pollos y pavos contaminados. La agencia pretende reducir en un 25 % las infecciones por salmonela relacionadas con las aves de corral.

También es alentador que la FDA haya avanzado recientemente en una nueva herramienta largamente esperada que facilitará la identificación de alimentos contaminados. Denominada “Norma de trazabilidad de los alimentos”, exige a los productores, procesadores, envasadores, distribuidores, supermercados y algunos restaurantes que elaboren planes de trazabilidad que, entre otras cosas, asignen un código a los alimentos para que su rastreo sea más eficaz. La norma entrará en vigor el 20 de enero de 2026.

Cómo responden cultivadores, productores y minoristas

Cada tipo de producto tiene su propia industria, afirma Jennifer McEntire, PhD y jefa de seguridad alimentaria y normativa de la Asociación Internacional de Productos Frescos. Y, por supuesto, la fruta y la verdura son algo completamente distinto del pollo y la carne de res. Pero varias de esas industrias están tomando algunas medidas para reducir las enfermedades transmitidas por los alimentos. 

Por ejemplo, las Asociaciones de Comercialización de Vegetales de Hoja Verde de Arizona y California emitieron nuevas directrices que regulan la proximidad de los cultivos a los lugares donde se cría ganado; en California, la organización también instituyó nuevos requisitos de pruebas previas a la cosecha. En algunas situaciones, “los cultivadores tratan el agua con desinfectantes como el cloro o el ácido peroxiacético para eliminar bacterias como la E. coli”, afirma Ronholm. Y después de los retiros de papayas cultivadas en México, la industria actualizó un documento de orientación de hace décadas y lo tradujo al español para los productores mexicanos.

Algunos minoristas, como Costco, Wegmans y Whole Foods, también están tomando medidas para garantizar la seguridad de los productos que venden. Los 3 han puesto en marcha programas que exigen a sus proveedores de vegetales de hoja verde que analicen la presencia de bacterias nocivas antes de enviar los productos a sus tiendas. Los proveedores de Whole Foods deben analizar los vegetales tanto en el campo como en la planta de procesado, y Wegmans exige que los vegetales se analicen en busca de bacterias como máximo 4 días antes de la cosecha. Los requisitos de análisis de Costco se aplican a los productos embolsados, incluidos los vegetales.

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