El último día de viaje de Biden a Irlanda tuvo emociones impactantes para el presidente

Joe Biden se emocionó cuando se encontró con el sacerdote que le dio los últimos ritos a su hijo en Irlanda

Biden se dirige a una multitud durante un evento de celebración en la Catedral de St. Muredach en Ballina, Irlanda.

Biden se dirige a una multitud durante un evento de celebración en la Catedral de St. Muredach en Ballina, Irlanda. Crédito: Charles McQuillan | Getty Images

El presidente Joe Biden se dirigió a miles de personas en el condado de Mayo, en Irlanda y dijo que las historias sobre su hogar ancestral son “parte de mi alma”, durante la última parada de su gira de cuatro días por ese país, el viernes.

Biden hizo varias paradas cerca de Mayo, la ciudad natal de su tatarabuelo, antes de dar un discurso nacional para concluir su visita de cuatro días al país para conmemorar el 25 aniversario del Acuerdo del Viernes Santo.

El presidente, cuyas raíces irlandesas se remontan a Ballina y Louth, voló a Mayo, desde donde el patriarca de la familia Biden, Edward Blewitt, hizo las maletas y partió hacia Scranton, Pensilvania, a mediados de 1800.

Lo que ya prometía ser un día de gran energía pero también de gran emoción para el presidente Joe Biden, tenía aún más reservado de lo que incluso sus colaboradores más cercanos podrían haber esperado.

Durante una de sus primeras paradas en el condado de Mayo el viernes, en Knock Shrine, el presidente se emocionó al encontrarse con el sacerdote católico que había dado los últimos ritos a su difunto hijo, Beau Biden.

El reverendo Frank O’Grady, que ahora sirve en Knock Shrine, había sido capellán del ejército con base en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en 2015 cuando Beau Biden murió de cáncer cerebral. La presencia del sacerdote en el santuario el viernes no era algo que los asistentes hubieran anticipado y no estaba en la lista original de invitados.

En un evento realizado más tarde el viernes, Biden dijo que la reunión inesperada con O’Grady fue “increíble”.

“Parecía una señal”, dijo Biden.

Los poderosos momentos emocionales del viernes contrastaron con la atmósfera de fiesta que el presidente encontró más tarde en Ballina, la ciudad natal de su tatarabuelo.

El presidente terminó la noche pronunciando un discurso frente a la Catedral de San Muredach en Ballina el viernes por la noche.

“Casi 200 años después, los ladrillos tocados por las manos de mi tatarabuelo todavía mantienen en alto la Catedral de St. Muredach. Al igual que la propia historia irlandés-estadounidense, habla de nuestro pasado, presente y futuro compartidos”, dijo Biden.

Miles asistieron al evento que incluyó actuaciones musicales de los Chieftains y otras dos bandas de rock irlandesas.

Después de su discurso vespertino, Joe Biden tenía programado hacer una última escala en Dublín antes de volar de regreso a Estados Unidos alrededor de la medianoche a bordo del Air Force One.

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