La verdad sobre los edulcorantes artificiales


El aspartame, la sucralosa y otros sustitutos del azúcar están presentes en más alimentos de los que crees, y no siempre son beneficiosos para tu salud.

By Janet Lee

Cuando la mayoría de las personas piensa en alimentos con edulcorantes artificiales, lo que le viene a la mente son las bebidas y los caramelos dietéticos. Pero si examinas detenidamente las listas de ingredientes, podrás observar que cada vez están presentes en más productos. “Los edulcorantes de bajo contenido calórico se están introduciendo ampliamente en la dieta. Se encuentran en muchos productos, como la avena rica en fibra o los panecillos ingleses [muffins], incluso en los productos que no están etiquetados como “light” o “dietéticos””, afirma Allison Sylvetsky, doctora y profesora asociada del Departamento de Ciencias del Ejercicio y Nutrición de la Universidad George Washington de Washington D.C. Otros alimentos son el yogurt, la fruta en conserva, algunas aguas con gas aromatizadas y las palomitas de microondas.

Un motivo: muchas personas intentan reducir el azúcar añadido en sus dietas, por lo que los fabricantes de alimentos buscan reducir el azúcar en sus productos y hacer que parezcan más sanos, pero conservando el sabor dulce que gusta a las personas.

“El énfasis en reducir el azúcar está muy bien justificado”, afirma Sylvetsky. Pero consumir más edulcorantes artificiales puede no ser la mejor manera de hacerlo. Cada vez son más las investigaciones que apuntan a posibles riesgos para la salud y demuestran que, en realidad, es posible que no ayuden a perder peso. Las siguientes son respuestas a algunas preguntas frecuentes sobre estos edulcorantes y cómo te afectan.

¿Qué son los edulcorantes artificiales?

Resulta más preciso llamar a la mayoría de los edulcorantes artificiales “edulcorantes no nutritivos (ENN)”, porque no aportan calorías, o muy pocas, ni nutrientes. Estos incluyen: acesulfamo potásico (Ace-K), sucralosa, sacarina, glucósidos de esteviol (extractos de las hojas de la planta stevia) y el fruto del monje. Estos dos últimos se suelen considerar “naturales” porque originalmente provienen de plantas, pero son altamente procesados en un laboratorio. El aspartamo es técnicamente un edulcorante nutritivo, aunque puede utilizarse en cantidades muy pequeñas, porque es 200 veces más dulce que el azúcar.

Los alcoholes del azúcar, como el sorbitol, el manitol y el xilitol, son otro tipo de edulcorantes bajos en calorías, pero no se consideran ENN. Contienen carbohidratos, aunque menos que el azúcar regular.

¿Cómo pueden los edulcorantes artificiales afectar tu salud?

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado el uso de estos edulcorantes a partir de los resultados de estudios de toxicidad en personas y animales, y ha establecido niveles de ingesta diaria aceptables para todos ellos, excepto para el fruto del monje y la estevia. Por ejemplo, la IDA del aspartamo para adultos es de 23 mg por libra de peso corporal al día, o 3,680 mg para una persona de 160 libras. Una lata de refresco light de 12 onzas contiene 200 mg de aspartamo.

Las investigaciones sugieren que las cantidades de EEN por debajo de las IDA pueden tener efectos adversos para la salud, incluido un mayor riesgo de diabetes tipo 2, síndrome metabólico, cáncer y enfermedad cardíaca. Por ejemplo, un estudio de 2019 publicado en la revista Stroke encontró que las mujeres que consumían 24 onzas o más de bebidas dietéticas al día tenían un 35 % más de riesgo de enfermedad cardíaca, un 26 % más de riesgo de accidente cerebrovascular y un 19 % de riesgo de morir prematuramente por cualquier causa.

Sin embargo, “los datos sobre los ENN no han sido del todo consistentes”, afirma la epidemióloga Hannah Gardener, profesora asistente de investigación de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami. Un problema: puede resultar difícil realizar este tipo de estudios con precisión, sobre todo porque los ENN están presentes en muchos productos.

También es importante tener en cuenta que muchos estudios sobre los ENN son observacionales, es decir, que los investigadores dan seguimiento a las personas durante un tiempo prolongado sin intervenir en su dieta ni en sus hábitos. Los estudios observacionales no pueden demostrar que factores como el uso de ENN cause una enfermedad, pero pueden mostrar asociaciones.

¿Hay edulcorantes artificiales peores que otros?

Es posible, pero los datos al respecto recién empiezan a aparecer. Por ejemplo, el estudio NutriNet-Santé, que realizó un seguimiento de aproximadamente 103,000 hombres y mujeres en Francia durante muchos años, ha proporcionado información valiosa sobre el uso específico de edulcorantes artificiales. Es la primera vez que los investigadores consiguen cuantificar la ingesta total de ENN, no solo de bebidas edulcoradas artificialmente, en un grupo tan amplio de personas, afirma la doctora Mathilde Touvier, investigadora principal y directora del Equipo de Investigación en Epidemiología Nutricional de Francia.

En dos estudios de NutriNet-Santé, las personas que consumían unos 80 mg de edulcorantes artificiales al día, la cantidad que contienen unos dos sobres de edulcorante o media lata de refresco light, presentaban un mayor riesgo de cáncer (sobre todo de mama, y obesidad) y enfermedades cardiovasculares que las que no consumían ninguno. El aspartamo y el Ace-K se relacionaron con el mayor riesgo de cáncer, el aspartamo con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, y la sucralosa y el Ace-K con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca. (El Calorie Control Council, que representa a las empresas de ENN, afirmó que los resultados contradecían otras investigaciones).

“Hay muchas teorías sobre por qué los distintos edulcorantes no nutritivos tienen efectos diferentes en el organismo”, afirma la doctora Yasmin Mossavar-Rahmani, PhD, profesora del Departamento de Epidemiología y Salud Poblacional de la Escuela de Medicina Albert Einstein de New York. “Podría estar relacionado con cómo se metabolizan y su impacto en el microbiota intestinal”, el conjunto de microorganismos sanos que puebla el sistema digestivo. Algunas investigaciones también han demostrado que los ENN pueden contribuir a la inflamación o afectar al modo en que el organismo utiliza la glucosa y segrega insulina, afirma Touvier.

¿Pueden los edulcorantes artificiales ayudarte a perder peso?

En general, las investigaciones que demuestran que las ENN pueden conducir a la pérdida de peso son sorprendentemente débiles. Por ejemplo, en 2019, los investigadores que publicaron en la revista BMJ analizaron 56 estudios y encontraron que los adultos con sobrepeso y obesidad que usaron ENN para poder perder peso, de hecho, no perdieron peso. Otro análisis de 37 estudios, publicado en 2017 en el Canadian Medical Association Journal, sugirió que los ENN no estaban vinculados consistentemente a la pérdida de peso, y el uso a largo plazo puede fomentar el aumento de peso.

Sin embargo, pueden ayudar a algunas personas a corto plazo. En un estudio de 2020 publicado en el Journal of the American Heart Association, los investigadores dividieron a 203 consumidores de bebidas azucaradas en 3 grupos. Un grupo cambió a bebidas con ENN, otro a bebidas sin azúcar y otro siguió tomando bebidas azucaradas durante un año. El consumo de bebidas no azucaradas y con ENN redujo el peso y la grasa corporal, pero solo entre las personas con mayor sobrepeso alrededor de la cintura.

¿Qué cantidad de edulcorante artificial se puede consumir?

Aunque las pruebas sobre los ENN no están del todo claras, “personalmente creo que tenemos suficientes como para reducir su consumo (si yo fuera alguien que consumiera refrescos light con frecuencia, lo consideraría) afirma Gardener. Así que si quieres utilizar las bebidas con ENN para ayudarte a romper un hábito de bebidas azucaradas a corto plazo, o consumir ENN unas pocas veces al mes, está bien. Pero los alimentos y bebidas con ENN no deben ser parte de tu menú diario.

Además, en comparación con otros factores dietéticos que afectan al riesgo de enfermedades crónicas, especialmente las cardiovasculares, el consumo de ENN puede no tener un efecto importante, afirma Gardener. Por ejemplo, es más importante comer más vegetales, frutos secos [nueces] y legumbres, y limitar el alcohol y las carnes rojas y procesadas.

Nota del Editor: Este artículo también apareció en la edición de febrero de 2023 de Consumer Reports On Health.

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