Más de 10,000 trabajadores de la industria de la comida rápida en California son desamparados

Investigadores del Economic Roundtable descubrieron que este sector tiene más trabajadores en la pobreza que cualquier otra área

Detienen ley que aumentaría a $22 dólares por hora el sueldo de trabajadores de comida rápida hasta que sea votada en noviembre de 2024

Los trabajadores de la industria de la comida rápida obtendrán mejores salarios debido a una nueva ley en California. (Getty Images) Crédito: David McNew | Getty Images

Desde hace 4 años, Nohemí Salas trabaja en la industria de la comida rápida en el condado de Riverside, y gana $17 dólares con una jornada máxima de 32 horas por semana. Sus bajos ingresos como a la mayoría de sus compañeros los tienen a un paso del desalojo de vivienda y el desamparo.

“Ahorita debo 4 meses de renta, y no me puedo salir a buscar otro lugar porque las rentas están muy caras, y se necesita tener a la mano entre $5,000 y $6,000 para rentar otro departamento por la cantidad de depósito que piden”,

Nohemí, quien vive con su hija, dice que su ingreso no le alcanza, aún cuando es la encargada de un Burger King.

“A veces tengo que pedir prestado”.

La ilusiona que su hija de 20 años ya comenzó a trabajar y la ayudará un poco con el gasto de la casa, pero tiene en claro que otros compañeros de trabajo, si se las ven muy difícil.

“Tengo una compañera que es madre soltera con dos muchachos, y apenas puede salir con los gastos. Su situación es más precaria que la mía”.

Investigadores de la organización Economic Roundtable encontraron que como ninguna otra industria, la comida rápida en California concentra el mayor número de trabajadores en la pobreza debido a una combinación de bajos salarios y jornadas laborales de medio tiempo, lo que recorta la capacidad de pagar el alquiler de su vivienda.

Y lo peor – dijeron – es que no hay manera de prevenir que sus trabajadores caigan en el desamparo ante estas condiciones.

“Vivo preocupada por perder mi vivienda. Viví en un refugio durante dos años, y ahora tengo un atraso en el pago del alquiler por más de $13,000 y estoy tratando de que me dure la gasolina de mi auto”, dice Anneisha Williams, trabajadora de un Jack in the Box en California.

El reporte Hungry Cooks muestra que el 11% de la población de trabajadores sin hogar en California son de la industria de la comida rápida y el 6% de todos los desamparados del estado.

“Si la industria de la comida rápida proporcionara un pago adecuado y un empleo estable, habría 10,120 trabajadores sin hogar menos en California, 3,595 en el condado de Los Ángeles y 1,889 menos en la ciudad de Los Ángeles”, indica el reporte.

Por ahora, 1 de cada 17 trabajadores de la industria de la comida rápida es desamparado.

De acuerdo al estudio, la población desamparada de California creció 51% de 2014 a 2022.

Indica que la fuerza laboral esencial de la comida rápida obtiene un promedio de solo 1,340 horas pagadas por año. Estamos hablando de 26 horas a la semana si laboraran todo el año,  o más horas a la semana divididas por periodos de desempleo. 

“En general, los trabajadores en California son empleados un promedio de 1,830 horas al año. Los empleos de tiempo completo están en su mayor parte fuera de la industria de comida rápida”, expone el estudio.

Y agrega que en 2020, las ganancias medias anuales de los trabajadores de la comida fueron de $14,949; mientras que poco más de dos tercios de los trabajadores reciben menos de $20,000 por año.

Por lo tanto, la tasa de pobreza de los hogares de los trabajadores de la comida rápida es tres veces más alta que la del resto de los trabajadores en el estado de California.

“Los trabajadores de comida rápida de California aportan a la industria $59 en ingresos por cada hora que trabajan. La industria de comida rápida está prosperando y tiene suficiente riqueza para evitar que los trabajadores se queden sin hogar”, dijo Daniel Flaminng, presidente de Economic Roundtable, y uno de los autores del estudio.

Agregó que reducir el flujo de nuevos desamparados es por mucho la estrategia más factible para acabar con el desamparo. “Hay menos costo público y miseria humana si prevenimos que los trabajadores de comida rápida se conviertan en desamparados si intervenimos antes de que suceda”.

La Economic Roundtable es una organización de investigación urbana no lucrativa con sede en Los Ángeles.

Industria multimillonaria con trabajadores pobres

Bartolome Pérez, quien ha trabajado durante 32 años en la industria de la comida rápida, dijo que desde hace 10 años han padecido los mismos problemas a los que el estudio se refiere.

“El salario mínimo estaba entre $7.25-$8.25 sí más no recuerdo”.

Y observó que es triste ver el trato de los trabajadores en la industria de comida rápida.

“Más cuando sabemos que generó billones de ganancias en la pandemia. Fuimos clasificados como esenciales. Sin embargo tuvimos que luchar contra el sistema fallido de salud pública en cada restaurante. Una mascarilla era tu vida y la de tu familia”.

Pero subrayó que a las corporaciones de la comida rápida, solo les interesan sus ganancias.

¡Fue mentira que éramos esenciales! Y hoy lo podemos ver en la cantidad de homeless en las calles. Estamos en el camino de ser parte de esa estadística. Los salarios son de pobreza y seguimos siendo clasificados como part time (jornadas de medio tiempo) cuando vivir con un part time es ser homeless en esta ciudad de Los Ángeles”.

Lamentó que cuando tratan de organizarse, les reducen las horas de trabajo

“Si el costo de vida equivale a $46,636 por año, un trabajador de comida rápida apenas llega a la mitad de esa cantidad. Es increíble que para que te den ayuda social (Calwork ) tienes que ganar menos de $600 porque piensan que si trabajas en McDonald’s todavía sobrevives”.

Con 30 horas, dice que ganas $1,800 y con 40 horas, $2,400.

“Pero la renta está entre $1,200 – $3,236 por mes dependiendo dónde y cómo vivas”. 

Bartolomé quien ha estado dos años de permiso para atender a su esposa enferma, pero regresará en octubre a laborar a la industria de comida rápida comenta que los números no dan.

“A los que hacen las leyes se les olvida que tenemos familia y pagamos impuestos como otras cosas personales. Nuestros salarios están por debajo del nivel de pobreza en una industria multimillonaria. ¡No es Justo!”.

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