Lourdes Portillo muestra su corazón en sus películas

La cineasta chicana está siendo honrada por el Museo de la Academia de Cine

Lourdes Portillo es una de los pocos cineastas chicanos que comenzaron en los 70 y siguen activos. Foto: Cortesía

Lourdes Portillo es una de los pocos cineastas chicanos que comenzaron en los 70 y siguen activos. Foto: Cortesía Crédito: Cortesía

Lourdes Portillo se ha pasado la vida haciendo documentales. Ahora, el año que cumple 80 años de vida, por primera vez Hollywood celebra el trabajo de esta artista chicana.

El Academy Museum of Motion Pictures, en una de las galerías de la sección Significant Movies and Moviemakers —y como parte de la exhibición Stories of Cinema—, resalta la vida y carrera de Portillo, quien se ha destacado como no solo como documentalista sino como artista visual, periodista y activista.

Y para complementar esta exhibición, a partir del viernes se presentará Lourdes Portillo: Una vida de directora, una serie que presenta los filmes más relevantes de la instalación en los teatros del museo, entre ellos: Después del temblor (1979), Las madres de la Plaza de Mayo (1985), Vida (1989) y El diablo nunca duerme (1994).

En una entrevista telefónica reciente, Lourdes Portillo dijo que este reconocimiento de la Academia llega a tiempo “porque estoy viva”, y además porque “es necesario que sigamos aportando para los que vienen”.

“No tengo más que gozarlo”, dijo. “No queremos más, yo creo”.

Portillo nació en Chihuahua, México, y llegó con su familia a Estados Unidos a los 13 años. Su padre tuvo una gran influencia en ella no solo porque la inspiró por el camino del periodismo, sino porque siempre la animó a seguir los sueños de su vida.

“Yo era muy buena nadadora, y una vez mi papá me trajo un recorte de una nadadora que había cruzado el Canal de la Mancha”, contó. “Me dijo, ‘tú puedes hacer lo mismo, tú también puedes hacerlo'”.

Sin embargo, los ojos de Portillo estaban puestos en algo muy distinto: en las cámaras de cine y en las historias de los seres humanos. Grabó su primer trabajo en 1979, Después del terremoto, una cinta enfocada en la experiencia de un refugiado nicaragüense que vivía en San Francisco luego del terremoto de 1972 en Managua.

De ahí siguieron muchos otros trabajos que filmó no solo en Estados Unidos sino en otros países de América Latina. Su película Las madres de la Plaza de Mayo fue reconocida con una nominación al Oscar en la categoría de Mejor documental. El filme se enfoca en un grupo de madres argentinas que buscan a sus hijos que desaparecieron durante la dictadura en Argentina.

“Tomé la decisión [de ser documentalista] muy temprano en mi vida”, dijo. “Hago mi trabajo [y] en realidad no tiene mucho que ver con el dinero; me interesa hacer lo que me toca el corazón y no tiene mucho que ver con el dinero”.

Portillo creció en Los Angeles y tiempo después cambió su residencia a San Francisco —”cuando la ciudad todavía era barata”—. Es una de los poquísimos cineastas chicanos que comenzaron a trabajar en la década de los setenta que continúan activos hoy en día.

Ella, más que poner su trabajo en una categoría, se considera una artista que hace cosas que le interesan.

“Son cosas que siempre he tenido en mi mente y en mi corazón, en mi vida”, dijo. “Entonces no hago un tipo de películas nada más; hago lo que en realidad me interesan”,

Parte de ese corazón se verá en Lourdes Portillo: Una vida de directora.

La serie se proyectará desde este viernes 12 al 21 de mayo en los teatros del Academy Museum of Motion Pictures. Informes academymuseum.org.

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