‘Por más que trabajo y por más que ahorro, simplemente no me alcanza’
En Los Ángeles hay familias que gastan hasta el 90 por ciento de sus ingresos en vivienda

Foto de archivo. (Getty Images) Crédito: John Moore | Getty Images
La señora Wendy, hondureña y madre de tres menores de edad, considera que solo la buena voluntad de una amiga le ha permitido continuar la vida con su familia en California.
“Es terrible el precio de la renta”, dijo la mujer con dos empleos y dificultades para cubrir los gastos básicos de su familia.
La amiga le ha dejado quedarse en su casa de tres recámaras sin cobrarle renta. “Pensamos que era una ayuda temporal, mientras yo conseguía trabajo y podía ahorrar un poco”, dijo la señora Wendy, “pero por más que trabajo y por más que ahorro, simplemente no me alcanza”.
Los fines de semana trabaja en un restaurante y los días de semana limpia casas, desde hace más de un año no tiene día de descanso. Como dos de sus tres pequeños son estadounidenses por nacimiento, tiene algunas ayudas en alimentos, o en servicios de salud si se le enferman, pero no ha podido rentar una vivienda.
“Me han dicho en lugares donde rentan departamentos que si para una persona sola con un trabajo estable que le paguen bien”, comenta la señora Wendy. “Ahora es difícil rentar, pero es mucho más difícil para mí, que necesito por lo menos dos recámaras, mis ingresos no son muy buenos, tengo tres dependientes y trabajo sin un contrato, nada fijo”.
La inmigrante menciona que tuvo un vehículo usado, pero lo tuvo que vender para llegar al sur de California, el único lugar donde le ofrecieron ayuda. “Desconozco cuánto tiempo vamos a estar así, pero vivimos una situación tan frágil que cualquier pequeño cambio, para nosotros es como una tragedia”, dijo.
La vida que lleva la señora Wendy es similar a la de más de 3.7 millones de familias en California, de acuerdo con un estudio que recién publicó la organización caritativa sin fines de lucro United Way de California.
Quienes más enfrentan insuficiencia de recursos, pese a que trabajan, son los latinos en 51 por ciento y los afroamericanos en 45 por ciento.
Siete de cada diez madres solteras en California –576,000 hogares– ganan menos de lo que gasta cada mes en mantener su hogar.
La peor carga la tienen las madres solteras latinas inmigrantes, de acuerdo con ese estudio, ellas son un resumen de todos los grupos más vulnerables económicamente, aun si trabajan de tiempo completo.
Casi el 60 por ciento de los hogares de inmigrantes en California, el 37 por ciento de los naturalizados y el 29 por ciento de los estadounidenses por nacimiento enfrentan dificultades para que les alcancen sus ingresos.
El mayor gasto que enfrentan las familias de California es la vivienda, una situación que viven todas las comunidades en el estado, pero que se agudiza desde el condado de Los Ángeles hasta la frontera con México.
El precio del departamento en que vivía una persona que identificamos con la letra B, pasó de $450 a más de $3,000 mensuales sin ningún cambio que lo ameritara.
Cuando se aplica la medida de costo real en California, los resultados arrojan que las familias con ingresos menores a sus gastos en el estado son 240 por ciento más que las que podría registrar el índice oficial de pobreza.
Elise Buik, la directora de United Way en Los Ángeles, informó en video conferencia que en el condado “un tercio de las familias lucha para que le alcancen sus ingresos, pero esto incluye a por lo menos la mitad de las familias latinas y afroamericanas”.
“El mayor problema es la vivienda, la vivienda y la vivienda”, dijo Buik.
“Aquellos tiempos en que se podía rentar un departamento decente por menos de $1,000 se han ido. Y aunque vemos que la mitad de las familias angelinas paga más de una tercera parte de sus ingresos en renta, muchas familias gastan el 90 por ciento de lo que ganan en pagar vivienda”.
Buik enfatiza que para que una familia sobreviva, ahora necesita al menos tres salarios mínimos de tiempo completo; de esa manera vemos que muchas familias gastan un tercio de lo que ganan en pagar vivienda.
El panorama no parece que vaya a cambiar pronto, pues “no solamente no hay más viviendas accesibles, sino que tenemos un déficit de 200,000 unidades” en el condado de Los Ángeles, advirtió.
La situación en otras regiones del estado es similar. Mari Pérez Dowling, la presidenta de United Way en el condado de Kern que atiende a todo el valle de San Joaquín, dijo que en su región una familia de cuatro personas necesita para sobrevivir un ingreso promedio de más de $78,000 anuales, para estar económicamente segura.
De acuerdo con ese promedio, actualmente en el Valle Central “dos de cada cinco hogares están luchando para sobrevivir”, dijo la directora de la región que incluye la mayor producción agrícola en el estado.
Henry Gascón, el director de programas y políticas de la organización, dijo que es “inaceptable que en un estado que es la cuarta economía mundial, el 34 por ciento de las familias luche por conseguir que sus ingresos le alcancen”.
Explicó que es menos aceptable “cuando sabemos que en el 97 por ciento de esos hogares por lo menos un adulto trabaja de tiempo completo para sacar adelante a sus familias”.
El asambleísta Miguel Santiago, de Los Ángeles, comentó que el reporte demuestra el sufrimiento que ha visto en el estado de California, que “siendo la cuarta economía más grande del mundo, la gente vive en severa pobreza cuando no puede pagar por su techo y sus alimentos”.
Santiago subrayó que usará el reporte para proponer “un presupuesto que refleje más los valores de California” y contribuya a aliviar la pobreza.
Por su parte, el senador Steve Padilla, de San Diego, dijo que iniciará en la legislatura una conversación con sus colegas para “abordar la pobreza del sector laboral en California y convencerlos de que no es un modelo económico sostenible”.
El senador elogió que el estudio de United Wat tiene información confiable para presentarla en la legislatura.