¿Existe una tensión racial en Inglewood?

Marvin Carroll, el hombre afroamericano que atacó a una vendedora de hot-dogs y a su hija en el SoFi Stadium de Inglewood, se disculpó públicamente con la comunidad latina

Marvin Carroll se disculpa publicamente por sus actos ante un vendedor ambulante.

Marvin Carroll se disculpa publicamente por sus actos ante un vendedor ambulante. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Marvin Carroll, el hombre afroamericano que fue despedido el SoFi Stadium, donde volcó al piso toda la mercancía de una vendedora de hot-dogs e hirió a su hija pequeña, se disculpó públicamente.

 respaldado por activistas de derechos civiles, quienes reconocieron que hay tensión en las relaciones raciales de ambas comunidades en Inglewood.

“Estoy aquí para expresar mi preocupación por la situación que ocurrió durante el fin de semana, y expresó mis disculpas hacia los involucrados o heridos”, dijo Carroll, de 28 años de edad.

En el fin de semana, al finalizar el concierto del cantante dominicano Romeo Santos en el SoFi Stadium, Lesbia Morales dejó encargada del carrito ambulante a su hija Marilyn, mientras ella iba al baño.

Cuando retornó, se encontró con la mercancía tirada en el piso. Carroll habría empujado el carrito que golpeó a la menor frente a sus hermanos de 8 y 7 años.

“Ayer me dolía mi pie, que casi no podía caminar”, se quejó la niña,

En la esquina de la avenida Prairie y Pincay Drive, Najee Ali, director del Proyecto Islámico HOPE y Skipp Townsed, director ejecutivo de 2nd Call, una organización comunitaria que intenta salvar vidas, reducir la violencia y ayuda en el desarrollo de las personas de alto riesgo, delincuentes e individuos en libertad condicional, reconocieron que hay tensión entre las comunidades afroamericana y latina de Inglewood.

“Hubo un altercado con vendedores ambulantes”, dijo Townsend. “Mucha gente no sabe lo que sucede detrás de escena. Pero cuando cualquier vendedor ambulante es atacado, o cualquier vendedor ambulante ha afirmado haber sido atacado, hay gente como yo en la comunidad que busca soluciones”.

El activista expresó que, después de conseguir el número telefónico de Marvin le preguntó: ¿De qué se trató el altercado y por qué los niños resultaron heridos? .

“Me dijo que nunca había tenido la intención de lastimar a los niños, que esa era una conversación que estaba teniendo con otras dos personas”, fue la respuesta que obtuvo, e indicó que algunas personas buscaron los domicilios anteriores de Carroll  “y pusieron su vida en peligro”.

“No apruebo nunca lastimar a un vendedor ambulante o hacer algo [malo] contra ellos. Pero hay personas en la comunidad a las que se les puede llamar, llegar a una solución y ayudar al vendedor ambulante a recuperar su dinero, recuperar lo que se perdió, pero entrar a sus casas y hacer cosas de esa naturaleza no es apropiado”.

De esa manera, Marvin acordó que hablaría sobre su disculpa con los hijos de Lesbia Morales.

Desde los años 1990, ha habido división en las comunidades latina y afroamericana, particularmente cuando pandilleros se mataban entre sí.

La situación actual, según Townsend “va y viene, y solo se necesita una situación para encender una llama de fuego para que las comunidades vuelvan a enfrentarse”.

“Por eso, es importante que tengamos estas conversaciones para dialogar y que nadie lastime a nuestros hermanos y hermanas latinos”, expuso. “Y no hablar entre nosotros, eso después se convierte en violencia en las calles”.

Najee Ali, manifestó a La Opinión que hay tensiones en el sur de Los Ángeles, pero que se pueden superar, tratando de seguir teniendo unidad.

“Afroamericanos y latinos vivimos juntos en el sur de Los Ángeles, trabajamos juntos y vamos a la escuela juntos. Así que debemos convivir en paz”, dijo.

El activista de derechos civiles consideró que la gente de ambas razas está compitiendo por la falta de empleos y recursos en la comunidad y recursos.

“Así que siempre hay competencia entre negros y latinos en el sur de Los Ángeles, cuando se trata de trabajos y otros recursos que son vitales para la supervivencia de ambas comunidades”, agregó.

-Pero en el caso de la agresión de Marvin Carroll no se trataba de ninguna competencia por un trabajo, se le aclaró.

“No. Esto fue algo que nunca debería haber ocurrido. Y fue desafortunado. También hemos visto a otros vendedores ambulantes en el sur de Los Ángeles golpeados, acosados ​​y robados, y es por eso por lo que vinimos a hablar en contra de cualquier violencia contra cualquier vendedor ambulante latino”.

Tanto Najee Ali como Skipp Townsed concordaron en que recomendarían a Marvin Carroll que se inscribiera en clases de manejo de ira.

Por su parte, Roc Góchez, miembro de Unión del Barrio, una organización defensora de los inmigrantes y vicepresidente del Consejo Vecinal del Sur Centro de Los Ángeles, declaró a La Opinión que las relaciones entre ambas comunidades “es complicada”.

“Nos falta mucho trabajo por hacer en cada ataque de uno contra otro; creo que hay poco estudio y conocimiento de que tenemos más en común que las diferencia”, aseguró Góchez.

“Cualquier agresión no tiene justificación y todos somos responsables de educar a nuestros jóvenes, nuestras familias y nuestra gente a respetarnos mutuamente, porque la raíz que tenemos en común es que ambos hemos sido víctimas de los racistas que nos han discriminado”.

Kristi Mexia, directora de comunicaciones en el SoFi Stadium y Hollywood Park dio a conocer el siguiente comunicado a La Opinión: 

“Somos conscientes de que ocurrió un incidente el sábado por la noche fuera del estadio y estamos trabajando con la policía para investigar el asunto. La persona involucrada fue empleada por un proveedor externo y se nos ha informado que desde entonces ha sido despedido. Mantener un entorno seguro es nuestra prioridad número uno, y continuaremos evaluando periódicamente el personal y los protocolos de todos nuestros proveedores para garantizar una experiencia de entretenimiento agradable”. – Estadio SoFi.

Preguntas a Marvin Carroll

El hombre afroamericano que presuntamente atacó a los niños latinos cuando derribó el carrito de hot-dogs de Lesbia Morales fue abordado por La Opinión.

-Si dices que no era tu intención lastimar a nadie, ¿Cuál era entonces tu pensamiento?

“Es una investigación en curso, no puedo responder preguntas de esa naturaleza”.

¿Qué piensas sobre la relación entre los afroamericanos y los latinos? ¿Es buena, mala, regular?

“Las relaciones pueden ser mejores, pero yo personalmente apoyo a la comunidad latina, incluso a los vendedores ambulantes. Me encanta comer en los puestos de tacos y en el puesto de perritos calientes”, expresó Carroll.

“El hecho de que se trate de presentar [el incidente] como un problema racial es problemático para mí; ese es otro problema que tengo, que piensen que quería dañar a los niños o que tendré problemas con la comunidad hispana, ya sabes. cuando en realidad soy una persona que apoya a la comunidad hispana”.

Agregó que, “en mi familia mis hijos son mitad hispanos. Entonces, quiero que esas dos cosas se conozcan porque no tengo ningún problema con la comunidad hispana y nunca dañaré a ningún niño. Me encantan los niños”.

¿Cuál es tu mensaje a la comunidad hispana sobre la relación con la comunidad afroamericana, aquí en la ciudad de Inglewood.

“Incidentes aislados pueden causar más fricción entre nuestras comunidades; podemos hablar pacíficamente y encontrar soluciones al problema que tenemos entre nosotros. El caso puede ser resuelto manteniendo abierta la línea de comunicación para seguir avanzando”.

Entonces ¿Por qué la reacción agresiva?

“Nunca interactué con esos niños, si dan a conocer las cámaras de video, verán que nunca interactué con los niños; estaba teniendo una conversación con otro hombre. Y como lo dije, me disculpo con esos niños”.

Carroll aseguró que el hombre con el cual discutió lo insultó repetidamente con la palabra “N” y varias veces le faltó al respeto.

Lo que dice la gente:

“A mí me encantan esos hot-dogs que venden en la calle y ese muchacho se equivocó. Los latinos son gente muy decente y trabajadora”.

Robert Hill, 70 años. Retirado

“No es bueno lo que hizo ese muchacho [Marvin Carroll] No sé que haya tenido en la mente. Vender en la calle es la forma en que esa gente se gana la vida”.

Kenneth Drinkhard, 42 años. Conductor de un camión de remolque.

“Honestamente, afroamericanos y latinos no estamos muy unidos. Hay bastante tensión racial que podría estallar en cualquier momento; cada uno tenemos nuestro propio sesgo racial”.

Marel Terregone, 23 años. Empleada de LAX.

“Para mí, la neta que miro es que hay racismo contra nosotros porque atacan a nuestros vendedores de helados y a paleteros. No creo que nada vaya a cambiar”.

Osmín Mazariegos, 49 años. Trabajador de la construcción.

“Hay gente que respeta y otros que no. Yo tengo muchos amigos afroamericanos y n unca he tenido problemas para convivir con ellos. Todo depende del respeto de unos y otros”.

Mayra González, 33 años. Empleada de Popeyes.

“Yo me llevo bien con la gente afroamericana. Son buenos clientes, son amables y educados, y cerca de mi casa convivo con muchos de ellos; además, ya no hay tantas balaceras como había en 1990”.

Aida Romero, 54 años. Vendedora en la calle.

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