Una lucha que no termina; cientos de conserjes se manifiestan por un mejor contrato

Recuerdan en Los Ángeles el 33 aniversario de la brutalidad policiaca y se solidarizan con el Gremio de Escritores de América

Conserjes se manifiestan para obtener mejores condiciones de empleo.

Conserjes se manifiestan para obtener mejores condiciones de empleo. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

En el denominado Día de Justicia para los Conserjes, y en solidaridad con el paro laboral del Gremio de Escritores de América (GWA), centenares de trabajadores de la limpieza se lanzaron a la lucha por obtener un mejor contrato laboral.

Y, para no olvidar que muchos de ellos fueron víctimas de la brutalidad policiaca el 15 de junio de 1990, recordaron a su compañera, Ana Veliz, la mujer salvadoreña que era parte de la coalición Justice for Janitors (J4J) o Justicia para los Conserjes fueron atacados y golpeados por agentes del LAPD.

Hace 33 años, Ana Veliz fue golpeada cuatro veces en la espalda y cuatro días después sufrió un aborto espontáneo. La mujer perdió a su niña de cinco meses de embarazo. Otros 21 conserjes fueron hospitalizados y 42 fueron arrestados, incluyendo Ana Veliz, quien no fue parte de la marcha.

A raíz de estos hechos de brutalidad policiaca, el mismo exalcalde de Los Ángeles, Tom Bradley, se unió a las protestas de los trabajadores y presionó a los multimillonarios de la compañía International Service System (ISS) para negociar un contrato laboral y el SEIU Local 399 presentó una demanda multimillonaria en contra del LAPD. El video de la golpiza a los trabajadores se encuentra en este enlace.

En la actualidad, a seis meses de iniciar la ronda de negociaciones con American Building Company (AMB), la multimillonaria empresa fundada en 1909 por Morris Rosenberg, en San Francisco, y que ofrece servicios de limpieza a aeropuertos, negocios comerciales, servicios de hospitalidad, gobiernos locales y federales, además de estadios y arenas.

“Nosotros somos la conciencia de este país”, declaró a La Opinión,  David Huerta, presidente del SEIU-USWW, el sindicato que representa a más de 48,ooo conserjes en California.

“Tanto nosotros como los miembros del gremio de escritores tenemos enfrente al mismo enemigo”, dijo. “Y, desde ahora le decimos a los ricos que vamos al contrataque, porque no se puede perder lo que ya se ha ganado”.

En el caso específico de los conserjes, la batalla contractual del SEIU-USWW será para mantener intactos el seguro médico, la pensión y un sueldo digno para que las familias se puedan sostener.

“Trato de esclavos”

“Lo que ganamos hace 33 años tuvo impacto nacional y desde aquel entonces hemos organizado a miles de trabajadores en California y el país”, añadió. “Lo que no ha cambiado es el estatus del inmigrante, una lucha que fue liderada en Century City por inmigrantes que eran explotados por su idioma o su estatus migratorio, pero nunca más permitiremos que nos traten como esclavos”.

En una continuación del movimiento social Justicia para los Conserjes, más de 500 de ellos, en algunas de las industrias más grandes de California, como la tecnología, están saliendo a las calles para iniciar su campaña por un contrato más fuerte que incluya salarios más altos, mejores beneficios y asegurar cargas de trabajo.

Desde el Veterans Memorial Park, en la intersección de la avenida Overland y el bulevar Culver, en Culver City, cientos de trabajadores de la limpieza portaron cartelones del sindicato y gritaron a voz abierta: “¡Se ve, se siente, la unión está presente!, “Un daño a uno, ¡es un daño contra todos!” o “Justicia para los janitors. ¡Sí señor!”.

Entre el contingente iba Yolanda Cendejas, de Guanajuato, México, una mujer con dos hijos, quien, debido a la huelga de los escritores de la industria cinematográfica perdió su trabajo de limpieza en los estudios Paramount, de igual manera que otros 13 trabajadores.

“De mi trabajo dependía mi salud y los medicamentos que tomo para la diabetes”, dio a conocer Yolanda. “Y, si no hay trabajo, no hay ingresos”.

Por su parte, José García, de 64 años y oriundo de Guatemala,  rememoró que aquel 15 de junio en Century City donde se intensificó la lucha de los trabajadores de limpieza, “no esperábamos la sorpresa de que la policía nos iba a atacar”.

“Por defender a una señora que fue con su niño a la marcha, me golpearon en la parte derecha de la cabeza con una macana y me dieron bastantes golpes en la espalda”, dijo. “A 33 años de distancia seguimos peleando por nuestra dignidad y porque se nos respete, porque si nuestro trabajo los ricos no son nada”.

Unidos a la huelga de los escritores

En el trayecto de poco más de una milla de distancia hasta The Culver Studios -donde se localizan oficinas de Amazon Music, Amazon Studios Y Prime Video, a los empleados de limpieza se les unieron huelguistas del Gremio de Escritores de América, quienes ya entraron en el segundo mes de paro laboral. También protestaron a la entrada de Sony Pictures y causaron un enorme caos vial.

“Agradecemos el sacrificio y el respaldo de los conserjes”, manifestó Meredith Stiehm, productora, escritora y presidenta de Writers Guild of America. “¡Ustedes sí saben cómo luchar!”. Stiehm es la creadora del exitoso drama criminal Cold Case y el drama de suspenso FX The Bridge.

Desde el 2 de mayo, los escritores se lanzaron al paro laboral, en demanda de un salario base más alto, mayores regalías y otras garantías de trabajo de un m modelo de transmisión de programación que siguen las compañías de cable y películas tradicionales como Paramount Global/CBS y Warner Bros Discovery. Estas industrias han seguido a Amazon en el espacio de programación original digital bajo demanda creado por Netflix.

Como consecuencia de la huelga de escritores, ya se han detenido muchos programas de televisión y producciones como Evil (Paramount/CBS), Stranger Things (Netflix), Cobra Kai (Netflix), Yellowjackets (Showtime) y Abbot Elementary (ABC).

Contra la opresión

Evangelina López, de 54 años, originaria de Chiquimulilla, Santa Rosa ( Guatemala), compartió que desde que llegó a Estados Unidos, justamente en la década de los años 1990 ha trabajado como conserje.

Casada y con un hijo de 29 años, ella labora en el área de Century City, manifestó que su trabajo “siempre ha sido difícil”.

“Yo venía de un país donde políticamente éramos oprimidos [bajo el régimen del militar y dictador José Efraín Ríos Montt] y éramos acosados por la guerrilla”, dijo la mujer integrante de la banda musical del SEIU-USWW. “No había igualdad para nosotros y me vine huyendo por haber defendidos mis derechos civiles y humanos”.

La realidad que encontró en Estados Unidos no fue del todo diferente. Si ella había luchado por los derechos humanos y civiles de los indígenas de su país, “aquí era igual o peor, porque los inmigrantes éramos maltratados y hasta asesinados por la policía”.

A los 17 años, Evangelina era una jovencita muy triste, y le costaba acoplarse a un nuevo país donde conoció la discriminación y el racismo.

“Los empleadores nunca valoraron nuestro trabajo y las grandes corporaciones nos explotaban y nos siguen explotando”, dijo. “No teníamos ni voz ni valor para ellos, hasta que logramos unos pocos cambios en 1993”.

Tres años antes, el viernes 15 de junio de 1990 hombres y mujeres fueron repelidos por casi un centenar de policías armados con bastones metálicos cuando se manifestaban en Century City. Los conserjes se habían negado a dispersarse durante una marcha pacífica en la transitada intersección de Century Park East y el bulevar Olympic.

En aquella violenta reacción de la policía, varios manifestantes que estaban en huelga por dos semanas resultaron heridos con cortes o lesiones.

 “Se levantaron las voces, y desde entonces hemos avanzado de tropezón en tropezón; el camino para la justicia ha sido difícil y hemos tenido que derribar piedra tras piedra”, afirmó Angelina. “Fuimos maltratados, pero no vencidos”.

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