Jóvenes estudiantes pasan del ‘sí se puede, al sí se pudo’

El capítulo latino Alliance Junior State of America se convierte en campeón nacional de liderazgo

Maestro Kip Morales con las alumnas Amber Montoya y Daisy Solís.

Maestro Kip Morales con las alumnas Amber Montoya y Daisy Solís. Crédito: Cortesía de JSA | Impremedia

El capítulo Alliance Junior State of America (JSA) de la escuela preparatoria Alliance Collins Family College Ready en Huntington Park ganó el Campeonato Nacional del Año de JSA, lo que los convierte en campeones nacionales. 

Es gracias a los esfuerzos del maestro de inglés y asesor del club JSA, Kip Morales y el tremendo empeño y liderazgo de los estudiantes que el capítulo logró esta victoria.

En busca de una organización que brindara un espacio para que sus estudiantes asumieran un rol de liderazgo, Morales descubrió el programa de JSA.

Este programa les otorga a los jóvenes la confianza necesaria para aplicar todo lo aprendido en clase y los alienta a generar un cambio real en sus comunidades, así como a nivel estatal.

“Es extremadamente gratificante, pero un poco estresante porque tengo que guiarlos en la incomodidad de salir y conocer gente que viene de diferentes ámbitos de la vida”, dijo Morales. 

Con más de 400 capítulos ubicados en 35 estados y ocho territorios, JSA se centra en el compromiso político y cívico. A través de convenciones y debates, los estudiantes buscan soluciones innovadoras a los problemas que enfrenta la nación y así hacer de la sociedad un lugar mejor.

JSA se compone de varias secciones, todas basadas en el activismo. JSA girls es un grupo que, se enfoca en el empoderamiento de las mujeres. La Declaración de Derechos del Estudiante busca proporcionar las herramientas necesarias para que cada estudiante tenga éxito en el aula.

El grupo de periodismo busca resaltar diferentes temas políticos. Por último, se alienta a los miembros a participar en el trabajo voluntario y participar en acciones cívicas dentro de su comunidad y en todo el estado.

Daisy Solís y Amber Montoya son dos estudiantes del décimo segundo grado que desempeñaron papeles clave dentro del capítulo.

Solís que actúa como la directora de defensa y vicealcaldesa regional dirige una campaña para la región de Los Ángeles. 

Es a través del papel como organizadora estudiantil de campaña para funcionarios electos locales que Solís logró renovar los libros de texto que ya estaban desactualizados para tomar el examen de la clase AP.

Además, recuerda que negaron su petición inicialmente, sin embargo, fue a través de un proyecto de ley aprobado en 2020 con la junta escolar de Alliance que no solo logró proporcionar nuevos libros, sino que también se estableció la declaración de derechos de los estudiantes, la cual brinda a los alumnos una educación equitativa. 

La joven líder también logró pasar un proyecto de ley que estableció un centro de investigación estudiantil para ayudar a los alumnos a imprimir cosas gratis.

“A veces, imprimir algo por un dólar puede ser una carga, por lo que queríamos asegurarnos de que los jóvenes pudieran hacerlo [sin costo alguno] y tener éxito académico”, dijo Solís. 

Del mismo modo, la joven Montoya quien actúa como la vicepresidenta y jefe de gabinete, tiene planes de agregar nuevos grupos para el próximo año, así como expandir otros; además, se enorgullece de haber sido capaz de liderar 16 grupos diferentes con 5 estudiantes cada uno y espera volver este año y hacerlo de nuevo.

A través de JSA, ambas jóvenes han logrado adquirir las habilidades necesarias para triunfar en lo que está por venir, como es el caso de Montoya, quien venció su miedo de hablar en público e incluso llegó a ganar dos premios como mejor oradora. 

“Antes de unirme a JSA, era muy tímida. Realmente no sabía cómo comunicarme con mis maestros y estaba luchando, pero cuando me uní al programa pude extender mis alas. Desarrollé esta voz que no sabía que tenía antes” , dijo Montoya.

Ambas han experimentado lo que es ser parte del entorno político, lo que resultó en valiosas conexiones con funcionarios de todo el estado y les permitió obtener una pasantía con el asambleísta Reggie Jones-Sawyer y el concejal Curren D. Bryce.

A través de esta pasantía han podido poner en práctica todo lo aprendido en JSA y hablar con otros constituyentes dentro de la comunidad. Sus tareas incluyen informar a su concejal sobre las necesidades actuales de la comunidad y ayudar a mejorar la ciudad y el distrito estatal.

Audrey Landeros, otra estudiante que desempeñó un papel crucial como presidenta del capítulo, se graduó en junio pasado y fue aceptada con un viaje completo a Yale. Asignada a la división de derechos públicos, trabaja con la nueva abogada Hydee Feldstein Soto en el ayuntamiento. Otro miembrp trabaja actualmente con Jimmy Gómez, distrito 34 del Congreso de California, como asistente social en su comunidad.

Morales, quien trajo por primera vez el programa JSA hace ocho años, recuerda que originalmente eran solo diez estudiantes los que formaban parte del programa. Con cada año que pasa, el número de alumnos ha crecido, el año pasado, 103 de los 600 estudiantes del cuerpo estudiantil se unieron al grupo.

Habiendo ganado el título nacional, Morales espera que sus alumnos hayan aprendido que a pesar de las diferencias a las que se enfrentaron a lo largo de la jornada, ellas siempre estuvieron capacitadas para lograrlo.

“La mayoría de los estudiantes -en la competencia- provienen de un entorno de mayor ventaja económica social, por lo que no se mezclan con muchos estudiantes de origen latino”, dijo Morales. 

Tanto Solís como Montoya lograron resaltar su identidad mexicana y salvadoreña a través de convenciones dando presentaciones culturales en las que compartieron con otros capítulos chicharrines, una popular comida callejera hecha de trigo frito.

En los eventos, la mayoría de los asistentes probaron la botana por primera vez y, al hacerlo, Solís y Montoya pudieron enseñar una lección muy valiosa: estar orgulloso de quiénes son y de dónde vienen.

“Ganamos algo que no se nos da a menudo, es muy revelador. Aunque venimos de un lugar económicamente desfavorecido, no significa que no podamos. No significa que no seamos tan talentosos, tan inteligentes o que no seamos iguales porque lo somos. Esto solo lo demuestra más”, dijo Solís. 

En el futuro, Solís tiene la esperanza de hacer que JSA sea más accesible para estudiantes de bajos ingresos o alumnos que no cuentan con el apoyo financiero para asistir a estas convenciones.

Con la próxima convención en Washington DC, quiere asegurarse de que los estudiantes puedan acceder a estas oportunidades, especialmente porque el costo puede alcanzar los cientos de dólares y no incluye comida ni transporte.

Otro de sus objetivos es diseñar el primer sitio web regional en el que crearía un itinerario de eventos de planificación que uniría a la gente e inspirará de la misma manera que, confiesa, JSA la inspiró y la llevó a encontrar su pasión por la ciencia política.

Para Montoya, por igual, la mayor recompensa ha sido ver que sus esfuerzos valieron la pena y en última instancia espera dejar una marca duradera para los capítulos futuros.

De manera similar, Morales comparte cuán gratificante ha sido todo al recordar los sueños y aspiraciones que tenía su abuelo cuando emigró de Sonora, México a los Estados Unidos.

“Ver cómo mi abuelo pudo y mi padre pudo y yo pude, ahora mis estudiantes pueden convertirse en una parte muy compleja de esta nación”, explicó Morales.

“Esta nación necesita que los latinos den un paso adelante y traigan su cultura y traigan su voz. Se remonta al sueño que tuvo mi abuelo y veo los mismos sueños que tienen mis estudiantes; que todos los latinos pueden pasar – del sí se puede, al sí se pudo”.

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