Familia salvadoreña se une para abrir puesto de pupusas en Glassell Park

Su sueño es tener un día su propio restaurante, mientras tanto han tenido un buen recibimiento en esta comunidad angelina

Reyna Escobar y sus hijos acababan de abrir su pupusería. (Araceli Martínez/La Opinión)

Reyna Escobar y sus hijos acababan de abrir su pupusería. (Araceli Martínez/La Opinión) Crédito: Araceli Martinez Ortega | Impremedia

Una madre y tres de sus hijos, todos de origen salvadoreño se unieron para abrir un puesto callejero de pupusas en el barrio de Glassell Park en Los Ángeles.

“Todo el tiempo hemos trabajado las pupusas desde que vivía en el Departamento de La Libertad, Ciudad Arce en El Salvador. Mi madre y yo hacíamos pupusas para vender”, dice Reyna Escobar, quien junto con tres de sus hijos inauguraron las “Pupusas Salvadoreñas Carmencita”.

El nombre de Carmencita se lo dieron en honor a la abuela materna, que fue quien comenzó la tradición de la venta de las pupusas en la familia.

Reyna fue la primera en emigrar y tiempo después se reunificó con sus hijos aquí en Estados Unidos.

“Yo vine en 2001, y después mandé traer a mis hijos”, dice Reyna.

Antes de abrir el puesto, vendía sus pupusas en una lonchera (Food truck) por la calle 4 en el centro de Los Ángeles.

Las pupusas Carmencita. (Araceli Martínez/La Opinión)

Pero Louis Meléndez, su hijo, dice que cuando se presentó la pandemia de covid-19 en 2020, se vieron obligados a cerrar y reinventarse. Y fue este año cuando regresaron con sus pupusas, pero sin la troca.

“Nos organizamos y decidimos mejor tener un puesto; y abrimos hace 7 meses”, dice Louis, quien junto con sus hermanos Adler y Dámaris Escobar se asociaron con su madre Reyna para montar el pequeño negocio.

“Yo antes trabajaba haciendo pupusas y otras comidas en el restaurante El Amoroso”, dice Reyna.

A 7 meses de haberse establecido, Reyna afirma que gracias a Dios les ha ido y no se pueden quejar.

“Los clientes prueban las pupusas y vuelven en ocasiones hasta tres veces a la semana”, agrega Louis.

Dice que la gente está encantada con sus pupusas porque disfrutan su sabor muy auténtico.

Reyna Escobar aprendió a hacer pupusas de su madre Carmencita. (Araceli Martínez/La Opinión)

Se establecieron en el número 2829 al norte de la calle San Fernando en Los Ángeles, frente a la tienda Super King. “Tuvimos que sacar todos los permisos que nos pide la Ciudad de Los Ángeles”.

Incluso Louis relata que le pidieron permiso al dueño de la empresa de la banqueta donde se instalan. “Le rentamos también el estacionamiento para guardar el material del puesto”.

Y platica que escogieron colocarse frente al Super King por ser un lugar estratégico por donde pasa mucha gente, y además están a unos pies de la salida a la autopista de Glendale.

La experiencia de trabajar casi toda la familia junta ha sido muy buena, comparte Louis.

“De aquí sale para todos. De aquí vivimos 5 personas. Nos apoyamos unos a otros. Siempre estamos contándonos chistes, trabajamos con mucha alegría y estamos contentos. Hemos tenido un gran recibimiento por parte de los vecinos en Glassell Park”.

Louis comparte que cada miembro de la familia tiene una tarea en el negocio: “Mi hermana Dámaris se encarga de la caja, mi mamá prepara la masa, tortea y hace las pupusas. Yo soy el administrador, quien hace las compras y me encargo de promover nuestras pupusas en las redes sociales”, dice.

Pero reconoce que el verdadero cerebro detrás de las Pupusas Carmencita, es su hermano Adner. 

“Él prepara la comida que va en las pupusas, el encurtido, el chicharrón, los frijoles, el queso. Todo lo que viene en el menú, él lo hace”.

Reyna Escobar con su hija Dámaris y su hijo Louis. (Araceli Martínez/La Opinión)

Su madre dice que su hijo Adner es el creador de Las Pupusas Salvadoreñas Carmencita, pero aclara que todo se lo ha enseñado ella.

Reyna dice que también venden tamales salvadoreños de pollo y puerco.

En las próximas semanas agregarán al menú, platillos salvadoreños tradicionales como la yuca con chicharrón y los pastelitos de carne de res. 

En cuanto a postres, tienen las empanadas de plátano con leche.

En realidad, Louis dice que hay para todos los gustos en cuanto a las pupusas, y no hay una favorita, porque todas se venden.

“Tenemos las pupusas revueltas con chicharrón, queso y frijol; pero también de frijol con queso; queso y calabacitas; queso con loroco; queso con jalapeño; y queso con chicharrón”.

También prestan servicios de catering, preparación de comida para eventos en el teléfono 747-688-2082.

Adner Escobar, el cerebro detrás de las Pupusas Salvadoreñas Carmencita. (Cortesía)

El sueño de Louis y sus hermanos es abrir un día un restaurante de pupusas y antojitos salvadoreños. 

“Nos gustaría en esta misma área para llevarnos a nuestros clientes”.

Su madre Reyna dice que su anhelo es que sus hijos tengan un local. “Ojalá Dios nos lo permita. Por lo pronto, estamos muy felices con este puesto”.

Y es así, como ni las altas temperaturas del verano angelino, ni las fuertes lluvias de la temporada pasada ni el frío han detenido a esta madre y a sus hijos de estar puntualmente cada mañana a partir de las 8, en su puesto, ofreciendo sus pupusas hechas al momento.

Las Pupusas Salvadoreñas Carmencita abren de miércoles a sábado de 8 am a 8 pm. Y tienen planes de abrir de lunes a sábado.

Se localizan en 2829 N San Fernando Rd, Los Angeles, al cruzar la calle de la tienda Super King

En Instagram los encuentras en: pupusas.carmencita; y en Facebook: Pupusería Abuelita Carmen.

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