Después de 84 años, llega la primera tormenta tropical al sur de California

El gobernador declara estado de emergencia el sur de California, mientras que las autoridades de educación dijeron que las escuelas del LAUSD permanecerán cerradas el lunes

Panorámica de la autopista 60 en el sur de California.

Panorámica de la autopista 60 en el sur de California. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

La tormenta tropical Hilary se convirtió hoy, lunes, en la primera que azota al condado de Los Ángeles en los últimos 84 años.

“Los Ángeles no está acostumbrado a eventos como este, especialmente en el verano, pero estamos preparados, estamos listos”, declaró la alcaldesa Karen Bass.

El condado de Los Ángeles y toda la región del sur de California se encuentran bajo estado de emergencia, informaron la presidenta del consejo de supervisores, Jancie Hahn y el gobernador Gavin Newsom por separado.

Este lunes las escuelas públicas de Los Ángeles (LAUSD) estarán cerradas y hasta donde se sabía al cierre de esta edición, las escuelas chárter también planean suspender clases.

El superintendente escolar, Alberto Carvalho, dijo en conferencia de prensa vespertina que la suspensión de clases se decidió “al tener en cuenta una serie de consideraciones”, aunque asumió que el Distrito Escolar enfrentará críticas.

“Lo más severo de la tormenta llegará (a Los Ángeles) alrededor de la media noche. No tendremos la capacidad para revisar que cada escuela esté libre de riesgos, ya sea porque hay alguna instalación eléctrica averiada o un muro a punto de colapsar”, dijo Carvalho.

“Hay alumnos que se presentan en las escuelas alrededor de las 6 de la mañana, empleados que llegan alrededor de las 4 de la mañana; tenemos que transportar 30,000 estudiantes y los cientos serán de más de 30 millas por hora. Muchos maestros viven fuera de la ciudad de Los Ángeles”, y se desconoce cómo van a estar las carreteras para que se presenten a labores, dijo.

El superintendente declaró que el LAUSD tomó la decisión de suspender clases aun cuando “sabemos lo difícil que es que los estudiantes dejen de asistir” y porque no querían poner en riesgo a un solo estudiante, ni a un solo empleado.

El funcionario agregó que este lunes habrá padres que al despertar digan que en el área donde viven amaneció tranquilo, “pero nuestro distrito cubre 700 millas cuadradas”, aclaró.

Al mismo tiempo, la comunidad de miles de personas en las calles de Los Ángeles se convirtió en una de las mayores preocupaciones entre funcionarios y organizaciones civiles.

La alcaldesa explicó que durante los últimos días su administración ha usado helicópteros que sobrevuelan las riberas de los ríos para invitar a las personas sin hogar que se dirijan a refugios disponibles por la contingencia.

Bass dijo que la ciudad también envió personal que recorrió las márgenes de los ríos para informar a las personas sin techo sobre la tormenta y los recursos de poyo.

Una activista que recorría el domingo un campamento de tiendas de campaña para personas sin hogar en Van Nuys, Carla Orendorf, dijo que la comunidad de desamparados necesita muchas cosas más, aparte de refugio.

“En estos momentos la gente hace todo lo posible por sobrevivir, pero con la tormenta es muy difícil”, dijo la voluntaria de Aetna Solidaridad en las Calles.

El grupo reunió fondos en previsión de la tormenta y compró artículos para conformar paquetes de emergencia que entregaba ayer a personas indigentes.

“Las personas sin hogar que viven en tiendas de campaña y en sus automóviles son la primera línea de múltiples crisis superpuestas; debemos ser rápidos para organizar nuestra propia respuesta de emergencia. Estamos especialmente preocupados por las personas mayores y discapacitadas”, dijo la activista.

En San Diego el gobernador Gavin Newsom declaró estado de emergencia por la tormenta y anunció que desplegó a por lo menos 7,500 empleados estatales en apoyo a las comunidades del sur de California.

“Desplegamos un personal de 7,500 personas en el sur de California, por lo menos 4,000 oficiales de la Patrulla de Carreteras de California, 2,000 del Departamento del Transporte (CalTrans), miles de oficiales de ayuda mutua, para asegurarnos que la gente está segura”, dijo Newsom.

El gobernador habló desde una base de la Guardia Nacional, un contingente que entrará en apoyo de autoridades civiles.

Por lo pronto un contingente de 350 militares de la Guardia Nacional se movilizó por el sur de California con apoyo de dos docenas de vehículos anfibios.

California también activó el Centro de Operaciones de Inundaciones, el Departamento Forestal de California desplegó nueve equipos para rescates en aguas rápidas.

La Oficina de Servicios de Emergencias desplegó por la región equipos de asistencia médica, 700 bomberos rescatistas y 15 equipos para rescates en aguas rápidas.

“California tiene ahora a miles de personas trabajando mano a mano con el personal federal y local para apoyar a las comunidades en el camino del huracán Hilary con recursos, equipos y experiencia. Estamos movilizando a todo el gobierno mientras nos preparamos y respondemos a esta tormenta sin precedentes’, dijo el gobernador.

Los condados de San Bernardino y Riverside hacen evacuaciones de varias comunidades, mientras el condado de Orange hacía preparativos para también ordenar evacuaciones preventivas.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas especialmente para comunidades al noreste del condado, como Lancaster, Palmdale y Santa Clarita.

Tanto el Servicio Meteorológico como la Administración Nacional Oceánica y Armosférica anticiparon que anoche la parte más intensa de la tormenta ingresara por el este de San Diego y el Valle Imperial y subiera por el sur de California, aunque los aguaceros y descargas eléctricas se esperaban para toda la región.

Palm Springs, una región mayoritariamente desértica, anticipa inundaciones.

Algunos tramos carreteros comenzaron a experimentar daños y se registraron accidentes vehiculares en carreteras del sur de California, aun cuando la región apenas registraba lloviznas, con la tormenta en Baja California a cientos de millas de distancia.

Hasta la hora de cierre de La Opinión no se reportaban pérdidas de vidas humanas a consecuencia de la tormenta tropical.

Los equipos de CalTrans cubren turnos de por lo menos 12 horas y para esta mañana han instalado equipos de bombeo en tramos de carreteras que antes han experimentado inundaciones en los condados de Los Ángeles, Riverside, San Bernardino y Orange.

Por su parte el Departamento de Servicios Sociales de California (CDSS) buscó apoyo local para garantizar ayuda a algunas de las comunidades más vulnerables, incluidas personas con discapacidades, personas mayores y personas sin refugio, para ayudar a garantizar que las personas tengan acceso a los servicios en caso de que los necesiten.

El estado cerró los parques estatales y el cierre de playas depende de órdenes de los gobiernos locales. Las playas son peligrosas por los oleajes durante la tormenta, pero también después de que haya pasado Hilary y deje una estela de contaminación.

Como dato interesante de la comunidad guatemalteca en Los Ángeles, los electores de esa nacionalidad en Los Ángeles tuvieron buena participación en la elección del domingo pese a que desde temprano llegó la llovizna.

Walter Batres, el secretario general de la Red Migrante Guatemalteca, confirmó que la elección de ayer, de segunda vuelta entre dos candidatos, tuvo la misma afluencia de electores que en la primera vuelta en junio, aun cuando en esa elección había 23 aspirantes.

La mayor motivación fue que un candidato que era prácticamente desconocido en junio, Bernardo Arévalo, del centroizquierdista partido Movimiento Semilla, disputó este domingo la presidencia a la candidata de la conservadora Unidad Nacional de la Esperanza, Sandra Torres.

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