Centroamérica vive y celebra su independencia en las calles de Los Ángeles

La diáspora de El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica celebró a la distancia su independencia, pero siguen soñando con la unidad y el bienestar de sus países

Representantes de Guatemala en el Desfile  de la Confederación Centroamericana (COFECA) en Los Angeles.

Representantes de Guatemala en el Desfile de la Confederación Centroamericana (COFECA) en Los Angeles. Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

Este año en el Desfile de la Confederación Centroamericana (COFECA) se reconoció y se celebró la cultura y las tradiciones de El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y Panamá entre otros países.

Niños, jóvenes y adultos vestidos con los colores de su país llenaban las calles y gritaban con algarabía el nombre de la nación que dejaron atrás, al tiempo que aplaudían a las carrozas, mientras otros bailaban o disfrutaban de la comida.

Era toda una gran fiesta donde los colores blanco y azul prevalecieron en el evento que año con año llena de felicidad y nostalgia a millones de centroamericanos. Hubo danzas folklóricas, conjuntos de música, banderas y mucha comida.

El evento que es organizado por COFECA celebra la independencia de los países que ayer se unieron como uno solo, esperando y deseando el bienestar de sus naciones de origen.

A las familias salvadoreñas no los detuvo el clima nublado del domingo para participar en el desfile..
Crédito: Isaac Ceja | Impremedia

Antes de que empezara el desfile Ana Diaz, originalmente de El Salvador, esperaba el grupo de baile folklórico El Divino Salvador del Mundo, mientras terminaba de arreglarse para formar parte del gran evento tan esperado. 

Diaz lleva 30 años bailando y cada año espera esta fecha para expresar su alegría y orgullo de ser salvadoreña. Para ella el Desfile de Independencia es una oportunidad para enseñar sus tradiciones a las nuevas generaciones.

“El motivo de hacer este grupo es para dar a conocer nuestra cultura a los jóvenes. Es importante que ellos se sientan orgullosos de sus raíces”, expresó.

Otro de los aspectos que le encantan del desfile a la joven inmigrante, es la oportunidad de conectarse con otras culturas centroamericanas y sentir la unidad entre todas las naciones.

En la calle Pico y Vermont, justo donde inició el desfile, Angie Ramírez, de Nicaragua, trabaja duro en un puesto de comida. Ella no había llegado a disfrutar del evento, pero como si lo hubiera sido. Era parte de las decenas de vendedores ambulantes que se encargaban de mantener a los asistentes bien alimentados con las tradicionales pupusas, yuca, chanco, sancocho o vigorón.

A la distancia, justo frente a una carroza de Guatemala, Addis Osorio estaba lista, vestida con un traje muy tradicional que reflejaba la riqueza de la cultura guatemalteca. 

El vestido que llevaba puesto Osorio tenía plasmados los colores rojo y verde que representan el Quetzal, ave nacional de Guatemala. Además, en su espalda y en su mano derecha lleva un monito que representa la cultura Maya que floreció con gran esplendor en su nación.

Realmente lo que me llama la atención del desfile es no olvidar nuestra cultura”, dijo Osorio. “Hacer que valga cada día el esfuerzo que hacemos las personas que estamos en un país diferente al nuestro”.

Y enfatiza. “Me emociona mucho estar representando a mi país de esta manera”.

Basilio Sica también estaba orgulloso de estar representando a Guatemala y el haber tenido la oportunidad de celebrar su independencia. Él llevaba puesto el tradicional convite (disfraz)  guatemalteco de la región suroccidente de Guatemala, una tradición que viene desde la época de la colonia. 

“Convite significa la unificación de diferentes seres que vivimos y convivimos en el mundo”, explicó Sica. “Por eso los trajes son de tipo fantasioso, y de diferentes temáticas”.

Sica detalló que independientemente de qué represente cada traje, todos pueden convivir en unidad.

Entre la audiencia y los participantes del desfile había vendedores con carritos de banderas de Guatemala, nieve de garrafa y también playeras de El Salvador con la cara del presidente Nayib Bukele.

Abel Adas estaba parado disfrutando del desfile con una playera del actual presidente de El Salvador.  Él ya tiene más de 10 años viniendo a ver el evnto centroamericano.

El inmigrante indica que, aunque ya tiene más de 48 años viviendo en los Estados Unidos, le encanta apoyar a su país y se siente orgulloso al recordar la independencia de El Salvador.

Durante el desfile, no era raro voltear para cualquier lado y encontrarse con una familia con hijos de todas las edades pasando y disfrutando de un buen momento.

Carmen Aguiluz, originario de El Salvador, estaba viendo el desfile con su hijo y su nieto, sonriendo y comentando, mientras observaban las carrozas.

“Los niños que van naciendo, se van acostumbrando a mirar las costumbres que nosotros traemos, ¿verdad?”, se preguntó Aguiluz. “Entonces es por eso que los traigo, para que no lo olviden. Para que cuando vayan a nuestro país, ellos estén familiarizados con sus raíces y eso es bueno”.

En la calle Alvarado, había un hombre vestido de Santa Claus, pero de color azul, haciendo una transmisión en vivo del desfile para Facebook.

Este hombre era Oscar Mairena, aunque de acuerdo a sus redes sociales, lleva el apodo del Santa Vandálico. 

Mairena tenía pancartas de Nicaragua y un póster con cruces que representaban gente de su nación, como el periodista Ángel Gahona, quien falleció en el 2018 durante unas protestas en su país.

“Apoyamos a todos porque queremos ver una Centroamérica unida, una Centroamérica de paz, una Centroamérica con justicia, sin balas, que no haya delincuencia y que no haya narcotráfico”, dijo Mairena.

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