La desesperada búsqueda de los detenidos desaparecidos en las cárceles de Siria, en la que se han pagado cientos de millones de dólares

Miles de personas han “desaparecido” dentro del sistema de prisiones en Siria en más de una década de conflicto civil. Sus familiares gastan enormes sumas de dinero para tratar de conseguir información, muchas veces sin éxito.

La desesperada búsqueda de los detenidos desaparecidos en las cárceles de Siria, en la que se han pagado cientos de millones de dólares

Fotografías de sirios desaparecidos expuestas en un acto en Berlín. Crédito: ADAM BROOMBERG/THE SYRIA CAMPAIGN | copyright

Miles de personas han “desaparecido” dentro del sistema de prisiones en Siria en más de una década de guerra civil.

Sus familias se encuentran en una situación desesperada, obligadas a pagar grandes sumas de dinero a intermediarios, funcionarios gubernamentales y de seguridad, para obtener cualquier tipo de información sobre sus seres queridos, con frecuencia sin ningún resultado.

Línea gris

BBC

En una calle principal en una colina del norte de Estambul, Malak, una mujer siria, recuerda el arresto en 2012 de uno de dos de sus hijos adolescentes.

El mayor, Mohammad, tenía 19 años cuando estaba en el ejército sirio y le pidieron que disparara a dos manifestantes en su propio barrio.

Se escapó, pero las fuerzas de seguridad hicieron una redada en la granja donde estaba escondido y lo arrestaron.

Poco después, su segundo hijo, Maher, también fue detenido: “Tenía 15 años y lo sacaron de la escuela simplemente porque su hermano había desertado”.

Malak no ha visto ni a Mohammad ni a Maher desde entonces, pero ha tratado una y otra vez de encontrarlos. La única forma en que ha logrado obtener alguna información ha sido pagando grandes sumas de dinero.

En la mayoría de los casos, estos pagos fueron hechos a intermediarios que trabajan para o están conectados con miembros de las autoridades sirias.

Malak

BBC
Malak (sentada en la foto) no ha visto ni oído hablar de dos de sus hijos desde 2014.

Por años, Malak trató con un abogado que le prometió información sobre sus hijos, principalmente Maher. Cada noche, le pedía dinero para pagar a intermediarios o a funcionarios de la prisión.

Con los años, Malak le pagó al abogado más de US$20.000, sin obtener nada. Malak siente ahora que fue engañada por gente que le mentía.

“Es como un hombre que se está ahogando aferrándose a un clavo ardiente”, dice. “Ellos explotan los sentimientos de una madre que busca a su hijo”.

En 2017, después de que ella misma fuera detenida por varios meses, Malak se fue de Siria con su hijo más joven, Ramez, y comenzó una nueva vida en Turquía.

Por todas partes en su pequeño apartamento hay fotos de sus dos hijos desaparecidos.

Malak tiene ahora más de 50 años, cabello pelirrojo y una gran sonrisa en su rostro de ojos brillantes. Pero su mirada esconde un dolor profundo.

Su historia está lejos de ser única. Muchos sirios están perdiendo enormes cantidades de dinero buscando a sus seres queridos desaparecidos.

Acto en Berlín

ADAM BROOMBERG/THE SYRIA CAMPAIG
Una mujer deja flores junto a una de las fotos de desaparecidos sirios durante un evento en Berlín.

Se asume que pagar sobornos es la única forma de lograr algo, incluso de encontrar información sobre personas que han desaparecido o para hacer que las liberen.

El problema no es que nunca funcione, sino que ocasionalmente sí.

Regreso de entre los muertos

Los orígenes de la guerra civil en Siria se remontan al levantamiento pacífico de 2011, cuando muchos salieron a la calle a exigir un cambio. Pero el brutal regimen de Assad reprimió a los manifestantes desarmados, y mató y detuvo a miles.

Mohammad Abdulsalam era uno de esos manifestantes. Fue detenido en un puesto de control en la ciudad de Idlib a comienzos de 2012. El agente le dijo que solo iba a ser interrogado por cinco minutos.

Lo encerraron en la notoria prisión de Seydnaya, 30km al norte de la capital siria, Damasco.

“Fui torturado de la forma más brutal y cruel“, dice.

Mohammad

BBC
Mohammad estuvo preso durante cinco años antes de que un pago asegurara su liberación.

En un momento, sus captores pensaron que había muerto a causa de sus heridas, y lo llevaron a la “habitación de la sal”, donde se guardaban los cadáveres (cubiertos de sal para evitar el mal olor).

“Cuando me desperté”, dice, “miré a derecha e izquierda y empecé a tocar cuerpos muertos”.

Cuando los guardias de seguridad de la prisión de Seydnaya descubrieron que Mohammad aun estaba vivo, lo sacaron de la habitación de sal y lo llevaron de vuelta a su celda.

A la familiar de Mohammad le dieron en 2014 un certificado de defunción, diciendo que había muerto de un ataque cardíaco. Sin embargo, su padre se negó a creerlo y continuó buscándolo.

A través de distintos intermediarios, llegó hasta una familia conectada con el presidente Assad y llegaron a un acuerdo.

Él cuenta que su padre tuvo que juntar más de US$40.000 para garantizar su liberación. Para ello tuvo que vender la tierra de su familia, pero Mohammad fue liberado en 2017.

Los “cinco minutos” duraron cinco años. Ahora vive en Estambul con su familia. Trágicamente, su padre murió en un bombardeo aéreo antes de que pudiese ver liberado a su hijo.

La prisión de Seydnaya

La Asamblea General de la ONU adoptó recientemete una resolución para establecer una institución independiente para los desaparecidos en Siria, para averiguar sobre su paradero.

Entretanto, han surgido numerosas organizaciones para trabajar con familiares de desaparecidos, como la Asociación de Detenidos y Desaparecidos en la Prisión de Seydnaya (ADMSP, por sus siglas en inglés).

Riyad Avlar

BBC
Riyad Avlar es un exprisionero que ahora ayuda a familias sirias a buscar a sus familiares desaparecidos.

Su delito fue haber criticado al gobierno en una carta a un amigo. Como muchos, Riyad desapareció dentro del sistema, y su familia no supo nada de él por 15 años.

Fue liberado finalmente hace seis años, después de pasar 21 en prisión. Él y un compañero de prisión crearon ADMSP para ayudar a las familias cuyos parientes fueron encarcelados en Seydnaya.

Comenzaron entrevistando a exdetenidos. “Les preguntábamos, ‘¿quién estaba contigo?’”, dice Riyad. Les dijo a los exprisioneros que no repitieran nada que hayan escuchado de otra gente, sino que solo dijeran a quiénes ellos habían visto en la cárcel.

Riyad y su amigo luego ingresaron esa información en una base de datos y cruzaron las referencias con la lista de sirios desaparecidos que le habían suministrado los familiares.

“Empezamos a comparar los nombres… y comenzamos a darles noticias a las familias sobre sus hijos y lo que había pasado con ellos”.

Formas de engaño

Riyad está muy preocupado por la cantidad de dinero que las famiias que se acercan a él han pagado para tratar de conseguir información. Dice que conoce alguna gente que tuvo que vender su casa para ello.

La ADMSP ha hecho un estudio detallado de cuánto han pagado los familiares en dólares, calculando el importe promedio del pago y luego multiplicándolo por la cifra de la ONU de personas desaparecidos (100.000).

Ellos estiman que entre 2011 y 2020, la suma pagada fue de US$900 millones.

Vista aérea de la prisión de Seydnaya.

Departamento de Defensa de EE.UU.
Vista aérea de la prisión de Seydnaya.

Riyad y su equipo realizan talleres para ayudar a los familiares a identificar cuándo están siendo engañados por los intermediarios.

Me muestra un documento que les fue dado a los familiares y me explica por qué es obviamente falso. “Tiene un logo”, explica. “No hay una rama de la inteligencia en Siria con un logo”.

Otras formas de engaño son menos fáciles de detectar.

Riyad nos puso en contacto con Kadri Ahmad Badle, que vive actualmente en Idlib y está tratando de encontrar a su hermano que fue arrestado en 2013.

Kadri cuenta que hace apenas unas semanas, alguien publicó en Facebook que recién había sido liberado de Seydnaya, y podía ayudar a identificar prisioneros.

“Nos pusimos en contacto con él y nos dio detalles acerca de mi hermano que nadie conocía, e incluso describió su tatuaje” cuenta Kadri.

El exprisionero lo puso en contacto con un abogado, que le prometió conseguir la liberación de su hermano por US$ 1.100.

La familia hizo un primer pago de US$700, pero luego de ello, el abogado y el exrecluso desaparecieron y bloquearon sus teléfonos.

Diez días después, recibieron un certificado de defunción oficial que decía que el hermano de Kadri había muerto en Seydnaya en 2014.

Los intermediarios

Riyad dice que la mayoría de los intermediarios que ofrecen ayuda están trabajando para los servicios de seguridad o inteligencia o en colaboración con estos.

Esto nos lo confirmó un abogado sirio con el que hablamos y que recientemente huyó a Líbano. El abogado –que prefiere permanecer en el anonimato- pasó 10 años ocupándose de casos en el “tribunal del terrorismo”, que lidia principalmente con detenidos civiles arrestados arbitrariamente por las fuerzas de seguridad sirias.

El tribunal fue creado por mandato presidencial en 2012 y sus funcionarios son designados por las fuerzas de seguridad. “[El tribunal] puede procesar a alguien incluso por darle ‘me gusta’ a algo en las redes sociales”, dice.

Desplazados en Siria

Getty Images
El conflicto en Siria ha dejado millones de desplazados.

Muchos de los acusados en esta corte serán enviados a Seydnaya, si es que aun no están detenidos allí. El abogado añade que el tribunal ha sido bautizado “el tribunal de los millones”, por la cantidad de dinero que cambia de manos allí.

“La corrupción y los sobornos forman parte de la columna vertebral del régimen sirio, con lo cual cualquier parte de este régimen puede ser sobornado”, señala.

El abogado cree que el dinero se comparte entre las autoridades sirias: “A veces hay funcionarios de alto rango que quieren una parte de la paga”.

El abogado pasó la última década ayudando a familiares de los desaparecidos, y dice que ha logrado encontrar y liberar a muchos de la prisión.

Sin embargo, hay otras personas a las que ha ayudado, como Sana (nombre ficticio), donde no ha tenido éxito.

El caso de Sana

Un caluroso día de verano de 2012, más de 20 agentes de seguridad irrumpieron en su casa y se llevaron a su hijo, su marido y su hermano.

A Sana se le acercaron muchas personas para ofrecerle información a cambio de dinero. En una ocasión, su familia pagó US$20.000. No obtuvieron nada.

Sana

BBC
Sana dice que tiene pocas esperanzas de volver a ver a sus familiares desaparecidos.

Con la ayuda del abogado, ella revisa los registros de defunción de la policía militar todos los meses, para ver si aparece en ella algún miembro de su familia.

Entretanto, lo único que le queda son las fotos familiares. Cada mañana se prepara un café y se siente a la mesa, esperando el momento en regresen y llamen a su puerta.

“Vivo aquí con mis recuerdos”, dice. “Sus fotos están aquí. Hablo con ellos, les digo buenos días, aunque alguien pueda pensar que estoy loca. Quizá creer en ello me dé un poco más de esperanza para poder seguir adelante”.

La BBC se puso en contacto con el gobierno sirio en busca de un comentario para este reportaje, pero no recibió respuesta.

Línea gris

BBC

Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.

En esta nota

Siria
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain