California se prepara: anticipan caos climático con cada vez más y más calor

El estado y las ciudades de California y otras partes del país toman medidas contra los impactos del calor extremo

Calor extremo en Estados Unidos

El calor puede presentarse en cualquier temporada del año. (Getty Images) Crédito: Mario Tama | Getty Images

Uno de los desafíos que California enfrenta con el cambio climático es que no hay un camino lineal que indique que cada verano va a ser más caliente. 

“El clima va a ser impredecible, por lo que estamos ante un caos climático, lo que quiere decir que algunas veces va a estar fresco; y en otras, el clima va a estar muy cálido; y lo que sabemos del futuro es que cada vez, va a estar más y más caliente”, dijo Braden Kay, gerente del programa de resistencia comunitaria y extremo calor de la Oficina de Planeación e Investigación del Gobernador Gavin Newsom.

Durante la videoconferencia “Actualización sobre el calor extremo- cómo se está adaptando California? Historias de éxito sobre el desarrollo de la resiliencia comunitaria” organizada por Ethnic Media Services, Kay dijo que van a disponer de $180 millones para entregar a las tribus, negocios y jurisdicciones locales que quieran trabajar en los preparativos para aminorar el impacto del calor extremo en California.

“Este año a lo largo del mundo, en Estados Unidos y California tuvimos calor extremo, y lo que hemos visto es que sus impactos no solo se sienten durante el verano sino algunas veces en el invierno”.

Dijo que sabemos que en general el cambio climático está haciendo que el calor extremo sea más frecuente, más severo y que dure por más tiempo.

“Las olas de calor pueden ser peligrosas especialmente para los niños pequeños, los adultos mayores, la gente con enfermedades crónicas y discapacidades, los trabajadores al aire libre, las personas sin hogar y las mujeres embarazadas”.

Señaló que podemos ver las repercusiones en días cuando las temperaturas sobrepasan los 85 o los 90 grados, y en áreas como la Bahía de San Francisco donde no hay mucho aire acondicionado.

Debemos tener respuestas a estos impactos a la salud y entender que el calor extremo es algo que no está pasando solo en el verano sino en la primavera, el otoño sino el resto del año; y existe la posibilidad de un segundo verano y el riesgo del calor”.

Recomendó visitar la página heat.gov en busca de recursos y el Servicio Nacional Meteorológico para ver los riesgos del calor a lo largo del estado así como el Departamento de Salud de California para encontrar herramientas de ayuda.

“En California vamos a continuar construyendo resistencia comunitaria y creando conexiones en la comunidad para pasar la información sobre los riesgos climáticos a través de mensajeros de confianza”.

La doctora Maggie Park, directora de salud pública del condado de San Joaquín, dijo que cada verano le recuerdan a la gente el peligro real de las enfermedades y muertes relacionadas con el calor como el agotamiento y la insolación.

“Damos educación y muchos consejos prácticos sobre cómo permanecer en el aire acondicionado, usar ropa que proteja y mantenerse hidratados”.

Señaló que a pesar de que el Valle Central es conocido por ser muy caliente, este año se registraron temperaturas récord en Stockton de hasta 109 grados.

“De acuerdo a investigaciones de la Escuela de Políticas Globales y Estrategia de la Universidad de California en San Diego, los vecindarios de bajos ingresos y las comunidades donde viven los hispanos, asiáticos y afroamericanos experimentan más calor urbano que los barrios donde viven los blancos y ricos”.

Dijo que esto se debe a que los grupos minoritarios viven en áreas con más edificios de concreto, más densidad poblacional, menos vegetación, menos árboles y menos superficies que absorban el calor.

“Así que en una misma ciudad, la carga del calor no se comparte equitativamente, por lo que hemos establecido centros de enfriamiento en las comunidades para los adultos mayores, la gente con enfermedades crónicas o discapacidades, embarazadas y niños pequeños”.

La doctora Inés Ruiz-Huston, vicepresidente de programas especiales y participación cívica de El Concilio en San Joaquín, dijo que lo que han hecho es proveer transporte gratis a los centros de enfriamiento, y también han usado los medios sociales en múltiples idiomas para que la gente sepa qué tan caliente va a estar.

“También hemos ido puerta por puerta para hablar con las familias, y algunas están preocupadas por el costo de la electricidad.Tienen miedo de prender el aire acondicionado aún a costa de su salud”.

Dijo que les han aconsejado ir a la casa de alguien que tenga aire acondicionado o tomar un camión para ir a un centro de enfriamiento.

“Necesitamos comunicarnos mejor con las familias para que sepan que hay programas sociales que evitarán que les lleguen grandes cobros por la electricidad si prenden el aire acondicionado; y para enseñarles cuándo es el mejor momento para que prendan y apaguen sus unidades de enfriamiento para que el uso de su energía sea eficiente”.

Patrizia Hironimus, directora ejecutiva del Butte Environmental Council en Chico, al norte de California dijo que sus desafíos con la campaña de calor extremo, se han centrado en una lente socioeconómica de equidad, tratando de generar conciencia sobre la impermeabilización que los estudiantes puedan emplear en sus apartamentos alquilados o en viviendas compartidas. 

“Hicimos un taller de instrucción sobre cómo hacer cortinas que funcionen como lentes para el sol para las ventanas. Y estas son solo algunas de las cosas que podemos hacer como miembros de la comunidad para mantenernos frescos unos a otros si estamos en situaciones de vivienda compartida y mantener frescos la casa o el apartamento”.

Hironimus dijo que quienes tienen la suerte de tener un aire acondicionado en Chico o en el condado de Butte, no dejan de agotarse pensando cómo harán para pagar esa factura de $300 cada mes durante el verano.

Susan Henderson, directora ejecutiva de Disability Rights Education and Defense Fund, dijo que los desafíos de las personas con algún tipo de discapacidad ante el calor extremo, empiezan con que se necesita tener un transporte accesible para salir de la casa e ir a un centro para refrescarse o a un centro de cuidado de la salud.

“Por eso, para las personas con discapacidad, la electricidad y el suministro de energía son fundamentales, especialmente en épocas de calor extremo, incendios forestales y otros desastres naturales”.

Dijo que muchos de ellos dependen de dispositivos médicos como ventiladores que necesitan energía para mantenernos sanos y con vida. 

“Necesitan una energía de respaldo o estarásnen muchos problemas”.

Comentó que ellos son uno de los grupos que ha estado trabajando con la Oficina de Asociaciones Comunitarias y Comunicaciones Estratégicas del Estado de California para asegurar que sus planes incluyan a la gente con discapacidad y sus necesidades.

“El plan incluía intérpretes para idiomas distintos del inglés”.

Lo segundo que tuvo bastante éxito, dijo, es que colaboraron con la Oficina de Servicios de Emergencia de California en una guía escrita sobre centros de refrigeración accesibles.

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