232 niños son adoptados en el condado de Los Ángeles

Familias abren sus corazones y les brindan un hogar seguro; dos abuelos acogen a sus siete nietos y una pareja de Guatemala ampara a cuatro hermanos en la celebración anual del Día Nacional de la Adopción

Los esposos María y Francisco Flores, abuelitos de siete niños ahora son sus padres legales, al haberlos adoptado a todos.

Los esposos María y Francisco Flores, abuelitos de siete niños ahora son sus padres legales, al haberlos adoptado a todos. Crédito: JORGE LUIS MACÍAS | Impremedia

¿Quién quiere más a su mamá? Y siete hermanos responden levantando su mano lo más alto que pueden para demostrarle a su abuela y ahora madre, María Flores, lo mucho que la aman, así como a su abuelito Francisco.

Nathan, de 18 años -que no estuvo presente-; Cassandra, 13; Carolina, 12; Santiago, 11; Natalia, 9; Mason, 9, e Iván, 7 ya son legalmente hijos de María y Francisco, residentes de South Gate.

La familia Flores y otras 147 familias acudieron a la celebración anual del 24º Día Nacional de la Adopción, donde 232 niños fueron adoptados.

“Soy feliz; gracias a Dios llegamos a la meta”, dijo María, de 68 años y originaria de Autlán de la Grana, Jalisco.

“Desde que los tenemos con nosotros les hemos dado mucho cariño”, añadió Francisco.
Los siete hermanos fueron entregados en adopción, después de que autoridades del Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado de Los Ángeles (DFCS) los retiraron de la casa de su madre biológica.

“Es una historia triste”, recordó María. “[Su madre] siempre andaba en la calle y peleaba mucho con el papá de los niños”.

Afirman que el padre era un hombre violento adentro y fuera de su casa. Además, tenía problemas de salud mental y acabó encarcelado.

“Los dos tenían problemas de drogas y violencia doméstica”, afirmó la trabajadora social del caso familiar, Alicia Valdovinos.

“A la señora María y a su esposo, Dios los ha bendecido y les ha dado el regalo de ser los padres de sus nietos”, dijo. “Tienen siete nuevas razones para levantarse cada día para seguir dando amor a sus niños”, agregó.

El proceso de adopción de los siete nietos de María y Francisco comenzó en 2018.

Miles son separados de sus familias
Desde 1999, en la Corte de Niños Edelman se celebran las adopciones, y, allí, la jueza Patricia Guerrero, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de California valoró que se hayan expandido a otros estados de Estados Unidos y otros países.

“Lo que ustedes comenzaron aquí, no solo contribuye al bienestar de los niños, sino también a su felicidad”, dijo la magistrada.

“Realmente han puesto grandes esfuerzos para la seguridad de los niños, el amor que reciben y un hogar permanente para miles de ellos”, agregó.

Afirmó que, en la actualidad hay 51,000 jóvenes de 21 años y de menor edad en el estado, que han sido separados de sus familias.

Guerrero destacó que el Consejo Judicial de California que preside, y en su papel como presidenta del Tribunal Supremo reconoce la importancia de proporcionales un hogar seguro y estable.
Dijo que aún hay miles de niños que esperan tener un hogar para siempre.

Ello, porque tan solo el año pasado, se registraron más de 400,000 reportes de abuso y negligencia en California, y aproximadamente 21,000 niños entraron en el sistema de cuidado en hogares de crianza.

Guatemaltecos tienen otros cuatro hijos
Eddie Osmín Ogaldez estaba nervioso frente al juez Sergio Tapia; se frotaba las manos, escuchaba y reflexionaba cada palabra cuando se le confirmó que el caso de adopción de los hermanos Samantha, 11; Brigette, 9; Pablo, 8 y Santiago, 6, había llegado a su fin.

Desde el estrado, el juez leía los documentos oficiales que les entregaría a él, y a su esposa Victoria. Ella estaba serena.

La familia Ogaldez y su consejero en el proceso de adopción, Richard Ochoa.
Crédito: JORGE LUIS MACÍAS | Impremedia

“Gracias que acabó [el trámite]”, dijo con una sonrisa tímida, Samantha, la niña que anhelaba convertirse en hija legal de la pareja de esposos originarios de Guatemala.

Desde 2019, Eddie y su esposa son padres de crianza certificados a través de la agencia Niños Latinos Unidos Foster Family.

Antes de tener a Samantha, Brigette, Pablo y Santiago, ya habían aceptado otros cuatro niños en su hogar, en Lancaster, a quienes cuidaron, y después fueron reunificados con sus padres biológicos.

“Al niño más pequeño, la madre lo abandonó desde los seis meses”, dijo Victoria, a La Opinión. “La niña más grande comenzó su propia sanación porque siempre se refugió en decirnos lo que vio y vivió en su casa; ella no quiso tener terapia psicológica”.

Ir al mar con los niños, junto con sus hijas biológicas, Bárbara, 17 y Charlotte, 16 les mostró un estilo de vida diferente a lo que vivieron, y, poco a poco se encariñaron con ellos.

“Ellos dormían en el suelo y lo peor es que nunca los enviaron a la escuela”, cuenta Victoria. “No había registros en ninguna escuela”.

Tal era el maltrato a que fueron sometidos esos niños, que, cuando llegaron a la casa de Eddie Osmín y Victoria, traían marcas de picaduras de chinches y piojos en la cabeza.
“Tuvimos que ensenarlos a leer”, agrega el padre adoptivo.

Victoria tenía su licencia de cuidado de niños válida por dos años. Los primeros cuatro niños que tuvo a su cargo ya se habían ido con sus padres, pero le extrañó que ningún familiar preguntara por los cuatro menores nuevos.

Sucedió que, al tercer año de crianza, la madre biológica quiso verlos, pero Samantha dijo: “¡No!”
Coincidió que en 2021 la madre de Victoria falleció y pensó “¿Cómo alguien puede tener a un niño si no lo va a querer? No es justo que ellos me pierdan como madre. ¡Yo no puedo perderlos!”.

¿Por qué?

“Porque no quiero que vuelvan a vivir otro trauma”, respondió la mujer, quien trabaja en un supermercado.
“Ninguno de sus familiares los quiso adoptar”, añadió Eddie Osmín. “Fue triste, pero me dije a mí mismo, yo sí voy a pelear por ellos”.

En total, fueron 148 familias las que adoptaron a los 232 niños, de los cuales el 36% tienen 10 años o más.

Igual porcentaje eran grupos de hermanos (53 53 grupos de dos o más hermanos, entre ellos los hijos de María y Francisco Flores, y Victoria y Eddie Osmín Ogaldez).

Devoción y amor de padres
En cuanto al rango de edad, de 0 a 2 años (11%); de 3-5 (29%); de 6-9, 25%; de 10-14, 26% y de 15 o más, el 10%.

Sin embargo, el número total de niños de Los Ángeles que reciben servicios de bienestar infantil: son 24,338. De ellos, la cifra de casos de adopción son 7,152, y un total de 2,587 son jóvenes de 18 años o más en cuidado de crianza extendido bajo la ley AB12.

“Se necesitan personas muy especiales para abrir permanentemente sus hogares a niños necesitados de amor, orientación y protección”, dijo el director del DCFS, Brandon T. Nichols. “En ausencia de los padres biológicos, los padres que adoptan hacen toda la diferencia para que los niños y jóvenes se sientan apoyados por adultos confiables que pueden ayudarles a promover su sentido de autoestima y seguridad”.

“Su devoción y amor como padres allanarán el camino para la curación y el éxito continuos de estos jóvenes extraordinarios”, añadió.

El Día Nacional de la Adopción comenzó a finales de los años 1990, cuando el ya retirado juez Michael Nash, exjuez presidente del Tribunal de Menores del condado de Los Ángeles y actual director de la oficina de Protección Infantil del condado de Los Ángeles trabajó con una coalición de organizaciones voluntarias, incluida la Alliance y Public Counsel, para organizar eventos de adopción un sábado de noviembre.

Estos acontecimientos llevaron al lanzamiento del Día Nacional de la Adopción, que desde hace 24 años se ha expandido a los tribunales de todo el país.

Súper papá soltero adopta a dos sobrinas
Davin Brooks se mordía los labios para no llorar. Estaba demasiado nervioso. A su izquierda tenía a su hermana Nyree Berry, y ambos costados a las pequeñas Athena, de nueve años y Prosperity, de tres, sus dos hijas.

Brown, quien, en realidad es el tío de las dos niñas se armó de valor y decidió adoptarlas.

Davin Brooks junto a su familia.

Sus sobrinas estaban en el sistema de cuidado infantil en hogares de crianza. De hecho, Prosperity fue cuidada en un hogar distinto al de su madre desde un día después de su nacimiento. Su hermana había sido enviada a una casa distinta.

Pasaron cinco años y en septiembre de 2021, el Departamento de Servicios para Niños y Familias (DCFS) decidió reunir a las niñas en la casa de Brooks.

Este hombre afroamericano, de 37 años, ya tenía la experiencia de haber cuidado a su primo Tyler; fue a clases para padres -aun siendo soltero- y tomó clases de Resucitación Cardiopulmonar (RCP)
“Estaba en la escuela, sólo que no estaba trabajando, así que tenía un poco de tiempo para cuidar a mi primo; tenía que hacer todo lo que se pudiera para darle una vida mejor a Tyler”, dijo Brooks, quien es guardián legal del niño.

La madre de Tyler tuvo una vida difícil y no podía cuidar de su propio hijo.

“Sí, estoy bien con eso. Me gusta cuidar de las personas, animales y cosas. Entonces, cualquiera que necesite ser atendido, ahí voy a estar para ello.

¿Qué pasó por tu mente cuando la jueza Samantha P. Jessner te dijo que la adopción había sido concedida?

“Me sentí extremadamente emocionado, nervioso al mismo tiempo, pero sobre todo emocionado”, dijo.

¿Y qué piensa usted acerca del futuro de estos niños ahora tienen un hogar, un papá y a una doctora en la familia?, se le preguntó a Nyree Berry.

“Realmente admiro a mi hermano pequeño solo por ser él. Como mamá de mis propios dos hijos, admiro su tenacidad, su compromiso, su lealtad”, dijo Nyree a La Opinión. “Está atento a sus citas con el médico, sus citas con el peluquero, sus horarios y actividades extracurriculares”.

“Yo digo, Dios, eso es mucho. Y tiene tres con él, y apenas todos están creciendo”, agregó. “Davin es una gran inspiración para mí por todo lo que hace y su vida simplemente transformada. Era un hombre soltero, ahora es el súper papá por excelencia. Lo amo por asumir este desafío y tiene mi apoyo al 100% como su hermana mayor”.

Nyree Berry aconsejó a su hermano que disfrute la inocencia de sus hijos adoptados y de la espontaneidad con que disfrutan su niñez.
“Están en una edad hermosa. La inocencia de ello me encanta”, afirmó. “Con Davin tienen un futuro brillante”.

Davin Brooks conoce bien a sus hijos: A Athena la describe como una niña a la que le gustan las aventuras “y tiene buen corazón”

“Tyler es extremadamente inteligente y desafiante. Y Prosperity tiene curiosidad por todas las cosas. Ella, por sí sola, es una súper estrella”.

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