‘Nadie debería perder a su hijo por un juguete’

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Las perlas de agua pueden ser mortales para los niños y cada año envían a miles de ellos a la sala de emergencias. Los expertos indican que no deben estar en hogares en donde hay niños pequeños.

By Lauren Kirchner

¿Alguna vez has jugado con perlas de agua?, pregunta un anuncio en Amazon. “Se resbalan fácilmente, son suaves y ofrecen una experiencia sensorial sorprendentemente divertida y adictiva para los niños de todas las edades… Totalmente probadas y superan todos los requisitos de seguridad para juguetes infantiles”.

Estos juguetes “sensoriales” son pequeñas bolas de gel que se expanden, diseñadas para que los niños las aprieten, las aplasten y las manipulen. Parecen dulces y pueden venir en paquetes de miles. Algunas comienzan tan pequeñas como el tamaño de las chispas de colores para pasteles y cupcakes, y crecen hasta el tamaño de una canica cuando se sumergen en el agua. Otras, originalmente del tamaño de uvas pequeñas, crecen hasta el tamaño de una pelota de golf. Están hechas de polímeros superabsorbentes, un material que fue utilizado por primera vez hace décadas con fines agrícolas y luego para pañales absorbentes. Ahora se suelen comercializar como juguetes “no tóxicos” y se pueden encontrar en hogares y escuelas de todo el país. Se han vendido millones de paquetes.

Sin embargo, datos de visitas a la sala de emergencias, documentos legales, información médica, reportes de incidentes de consumidores y médicos reguladores federales, además de los desgarradores testimonios de padres, demuestran que estos juguetes no son seguros. A menudo son comprados para los hermanos mayores pero estas perlas que se expanden han ido a parar en el estómago, intestinos, oídos, nariz e incluso los pulmones de bebés y niños pequeños curiosos.

Pruebas recientes realizadas por Consumer Reports a varias marcas de perlas de agua, documentaron lo grandes que pueden crecer, en algunos casos de manera peligrosa. 

De acuerdo a la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC, por sus siglas en inglés) se estima que entre el 2016 y el 2022 alrededor de 7,800 visitas a la sala de emergencias estuvieron relacionadas con perlas de agua, y es casi seguro que esta cifra subestima la realidad. Dentro del cuerpo, las perlas de agua pueden ocasionar pérdida auditiva, infecciones, obstrucción intestinal que requieren la extracción quirúrgica de los intestinos, obstrucción en las vías respiratorias que puede provocar un colapso pulmonar e incluso la muerte. Los expertos indican que los empaques y contenedores de muchas marcas de perlas de agua, no tienen las advertencias de seguridad necesarias y no mencionan ninguno de estos riesgos.

Mientras tanto, existen documentos legales y entrevistas que sugieren que algunos fabricantes y minoristas de perlas de agua estaban conscientes de estos daños pero optaron por no retirar sus productos del mercado, decisiones que defensores de seguridad indican han conducido a tragedias.

Una de las primeras muertes reportadas que estuvo relacionada con una perla de agua, fue la de un niño de 6 meses en Pakistán, de acuerdo a un artículo publicado en el 2012 en una revista médica. Otro reporte médico describió cómo una niña de 18 meses en Francia murió en el 2019 después de ingerir tres. Y en julio, una niña de 10 meses llamada Esther Jo Bethard murió en Wisconsin después de ingerir perlas de agua.

Esta muerte recientemente provocó el retiro del mercado de un producto en particular, un kit de actividades con perlas de agua denominado Chuckle & Roar, fabricado por Buffalo Games y vendido en Target. Sin embargo, a finales de septiembre todavía había otras perlas de agua fabricadas por la misma compañía a la venta en otros lugares. Y aunque algunos países han prohibido las perlas de agua, todavía están ampliamente disponibles en Estados Unidos y son vendidas por docenas de fabricantes.

William Wallace, director asociado en políticas de seguridad de Consumer Reports, dice que el gobierno federal debe prohibir o limitar estrictamente la venta de todas las perlas de agua y exhorta a los minoristas y plataformas en línea a dejar de venderlas de inmediato. También, le aconseja a los padres de familia y maestros que no compren perlas de agua y, si ya las tienen, que las tiren.

Otros expertos están de acuerdo. “Los riesgos no se pueden ignorar”, dice Michael Alfonzo, MD, médico de urgencias médicas en el Hospital Infantil NewYork-Presbyterian Komansky y Weill Cornell Medicine. “Si tienes un niño menor de 3 años, yo no las tendría en casa”.

Advertencias insuficientes

En marzo del 2022, cuando Haley Nickols vio las perlas de agua de sus hijos esparcidas por todo el suelo, junto con una caja al revés y un banco al lado de un estante alto donde las perlas habían sido guardadas en bolsas de plástico ziplock y después en cajas, su primer pensamiento fue el desorden. Lo primero que tomó fue la aspiradora, y no un teléfono para llamar al 911 o a un centro de control de envenenamientos.

No es que no haya tenido cuidado cuando compro las perlas de agua y las guardo. Ella y su esposo, Willie, que viven en Wisconsin, tienen cinco hijos, en ese entonces tenían entre 8 meses y 10 años, y ella tenía en cuenta los posibles riesgos de todas las cosas que traían a su casa. Al bebé no se le permitía jugar con las perlas de agua y los niños mayores sólo podían jugar con ellas bajo su supervisión. El anuncio en Amazon de 30,000 perlas pequeñas y 150 tamaño “jumbo”, vendidas por una empresa llamada Uwantme, tampoco le dieron un motivo para preocuparse. (Esta no formó parte de las marcas incluidas en las pruebas de CR. La compañía no respondió a una solicitud de comentario).

Hoy en día, el anuncio del mismo producto dice “Materiales ecológicos y no tóxicos”. Tiene una imagen de un bebé sonriente con pañales jugando en un montón grande de perlas de agua que ya están expandidas. Incluso las palabras “peligro de asfixia” en el anuncio en línea no la hicieron dudar, dice ahora, porque, al verlas, especialmente en su forma seca dentro del paquete, eran muy pequeñas.

Dos días después de haber encontrado las perlas esparcidas por el suelo, Deacon, su hijo de 8 meses, despertó vomitando. Al principio pensó que tenía era un virus estomacal, pero cuando empeoró y parecía que se estaba deshidratando, Nickols lo llevó a la sala de emergencias, dice. En el camino, su esposo la llamó para decirle que debería mencionar que había encontrado algunas pequeñas perlas de agua en su forma seca en la boca de Deacon aquel día. Ella dijo que lo haría, pero en su mente no vio la necesidad. “Esas no son peligrosas”, dice que pensó en ese momento. “Incluso si se las llegó a comer, simplemente las eliminaría en el baño”.

Los médicos en la sala de emergencias le dijeron a Nickols que Deacon probablemente tenía un virus, dice, y que debían regresar a casa para esperar. Los médicos nunca habían oído hablar de las perlas de agua y no parecieron que les preocupara cuando ella las mencionó, pero le ofrecieron una radiografía como opción. Aunque las imágenes no estaban del todo claras, efectivamente había un par de formas esféricas en su estómago e intestinos, dice ella.

“El tono cambió de ‘¿Por qué esta señora está aquí?’ a ‘No podemos atenderlo aquí’”, dice. “Lo que en un principio empezó como ‘tal vez podría necesitar algunos fluidos’, terminó con un viaje en ambulancia a Milwaukee, a dos horas de distancia para una cirugía de emergencia”.

En el hospital Children’s Wisconsin, la condición de Deacon empeoró. Los médicos le tuvieron que realizar una laparotomía exploratoria, una operación del abdomen para investigar, y le encontraron cuatro perlas ya expandidas en sus intestinos, aunque en un principio sólo habían visto dos en la radiografía. Revisaron sus intestinos pero al no encontrarle nada más, cerraron la incisión. Sin embargo, al día siguiente empezó a vomitar de nuevo. Haley sugirió un ultrasonido y le encontraron otra perla que no habían visto anteriormente. Fue entonces que los médicos le realizaron una segunda cirugía, descubriendo también una infección y un absceso en el lugar de la primera obstrucción. Le tuvieron que quitar seis pulgadas de intestino, dice.

Después de varios procedimientos y más de una semana en el hospital, Deacon regresó a su casa. Haley dice que Deacon, que ahora tiene 2 años, tiene problemas digestivos debido a la parte de intestino que se le removió y, en ocasiones, presenta urticaria que no pueden explicar, sin embargo está logrando sus metas de crecimiento.

Nickols dice que siente que los anuncios de las perlas de agua la engañaron, especialmente si se comparan con productos como las cápsulas de detergente para la ropa o las medicinas, cuyos peligros ahora son bien conocidos. “Si hubiera entrado a la habitación y hubiera visto un frasco con Tylenol tirado por todo el suelo y le hubiéramos quitado varias pastillas de la boca, habríamos ido inmediatamente a la sala de emergencias”.

Misterios médicos, daño que se manifiesta lentamente

La experiencia de la familia Nickol fue un infierno, pero al menos Deacon tenía dos cosas a su favor: alguien había visto las perlas de agua en su boca y algunas de ellas aparecieron en una radiografía. Otros bebés no han corrido con la misma suerte, lo que ha hecho que sus experiencias médicas sean aún más complicadas.

Un problema muy grande es que las perlas son muy pequeñas cuando están secas, especialmente justo después de sacarlas del paquete. Incluso si se manejan con cuidado, las perlas pueden caerse, dispersarse y rodar por todas partes. Se pueden esconder debajo de los muebles, en los zócalos de pared y en las alfombras. Un bebé curioso gateando puede encontrar una y comérsela, incluso meses o años después de que alguien las haya usado por última vez. Por esta razón, es posible que los padres que lleven a un niño a la sala de emergencias ni siquiera sepan o piensen en mencionar que su hijo podría haberse tragado una de estas perlas.

Otro problema: Mientras que el riesgo de asfixia es evidente inmediatamente, la obstrucción intestinal no lo es, dice James Dodington, doctor de medicina pediátrica en el Hospital infantil Yale New Haven en Connecticut. “Alguien las puede ingerir y la obstrucción intestinal se presenta después de largo tiempo”, dice. “Esas son las cosas que más nos quitan el sueño por la noche”. 

Finalmente, cuando un síntoma como el vómito se presenta, diagnosticar la obstrucción es difícil, debido en parte al material del que están hechas las perlas: un gel que es casi invisible en una radiografía y, a veces, incluso es difícil de ver en un ultrasonido. Un endoscopio, que es una pequeña cámara que se introduce por la garganta, no tiene la longitud necesaria para abarcar toda el área de los intestinos y así poder localizar las perlas.

Por lo tanto, muchas veces la única forma de poder diagnosticar el problema es mediante una cirugía exploratoria para revisar el área de los intestinos, un procedimiento que es invasivo y traumático para cualquier persona, especialmente para un bebé.

El Dr. Alfonzo dice que en su departamento de emergencias pediátricas atienden a muchos niños y bebés que han comido algo accidentalmente; eso no es nada nuevo. Sin embargo las perlas de agua plantean un nuevo desafío debido a lo impredecibles que pueden ser. 

“Algo como una moneda tiene un tamaño fijo, por lo que conoces las áreas donde va a causar problemas, ya que hay ciertas áreas en tu sistema digestivo que son naturalmente estrechas”, dice. Sin embargo, las perlas de agua “son únicas porque su tamaño puede variar y pueden expandirse en el lugar y en el momento equivocado, causando daños graves”.

Los informes de incidentes de la CPSC, disponibles al público en SaferProducts.gov, también están llenos de historias de padres cuyos hijos se enfermaron de formas misteriosas, y luego descubrieron que tenían perlas de agua creciendo en diferentes partes de sus cuerpos. Como el caso de una niña de 3 años que tuvo una misteriosa infección en el oído y después comenzó a tener convulsiones, según el informe de un abuelo. El informe señala que una perla de agua de alguna manera se había alojado en su oído interno, y había crecido tanto que destruyó su tímpano. A pesar de que la perla fue removida quirúrgicamente, las convulsiones continuaron durante meses, según el informe. La familia mencionó en el reporte que no tenían idea de dónde había salido la perla de agua.

Padres difunden la advertencia

Cuando Kipley, la hija de 13 meses de Ashley Haugen, se despertó vomitando de forma violenta en su casa de Texas una mañana de julio en el 2017, Ashley no tenía idea de lo que estaba pasando. En el hospital, los vómitos empeoraron; la medicina no funcionaba y los exámenes y las pruebas de imagen no revelaban nada. La manera en que se enteró de que las perlas de agua eran la causa fue cuando los cirujanos de emergencia extrajeron fragmentos de ellas del intestino delgado de Kipley después de una cirugía exploratoria. Ashley sintió que su corazón le dejaba de latir al darse cuenta que eran las perlas de agua que le había comprado como regalo de cumpleaños a su hija mayor tres meses antes. Sin embargo, nunca vio a Kipley cerca a ellas y todavía no sabe cómo las consiguió.

Haugen creó un sitio web y una organización sin fines de lucro llamada “That Water Bead Lady” con el objetivo de advertirle a otros padres y pediatras sobre los peligros de estos juguetes que aparentan ser inofensivos. Ella indica que los médicos que inicialmente trataron a Kipley en el hospital descartaron la posibilidad de que tuviera efectos a largo plazo, especialmente al leer que en el paquete se indica que es un producto “no tóxico”. Pero varios años después, el pediatra de Kipley le diagnosticó encefalopatía tóxica (un tipo de lesión cerebral), diciendo que probablemente se debía a los ingredientes tóxicos de las perlas de agua. Según su pediatra, Kipley ha experimentado retrasos que probablemente la afectarán por el resto de su vida.

Haugen fue la primera en hablar en un panel de padres que discutía sobre perlas de agua con la CPSC en una reunión en mayo del 2023. Ella les dijo a los comisionados que pensaba que cuando los fabricantes hacían énfasis en la supervisión de los padres, el almacenamiento adecuado y la limpieza, estaban desviando atención de su propia responsabilidad.

“A Kipley no se le permitía jugar con las perlas de agua, las niñas tenían áreas de juego separadas, nos aseguramos de que hubiera un adulto supervisando, e investigamos el producto”, dijo. “Hicimos todo lo correcto para mantener a nuestra hija a salvo y aun así sufrió graves consecuencias”.

Haugen ha convertido en su trabajo de tiempo completo advertirle a los padres de familia sobre los riesgos de las perlas de agua, y ayudar a aquellos cuyos hijos han sido afectados. También recopila estudios médicos y elabora informes para médicos de salas de emergencia y personal de centros de control de envenenamientos para que puedan informarse y ponerse al tanto, y de forma rápida, sobre este nuevo y singular problema. Ella dice que ha sido testigo de cómo padres de familia le han solicitado exitosamente a los distritos escolares que las prohíban de las aulas. Y además, ha formado un grupo de apoyo para las familias afectadas, muchas de las cuales están en contacto constantemente, y utiliza las redes sociales para difundir su mensaje.

En noviembre del 2022, la cuenta de Haugen fue mencionada en un vídeo de TikTok que mostraba a una madre desesperada, Folichia Mitchell, pidiendo a quienes vieran su video rezar por su hija que entonces tenía 9 meses. Kennedy se encontraba luchando por su vida en un hospital de Maine, después de que de alguna manera ingirió una perla de agua que salio de un kit que Mitchell había comprado para su hijo de 8 años, que tiene trastorno del espectro autista, según la denuncia presentada por la familia en junio del 2023. Se afirmaba que solo una sola perla de agua, al ser ingerida, aparentemente había desencadenado una serie de pesadillas médicas: obstrucción intestinal, sepsis, infecciones, un ventilador y, según le dijo a los comisionados de la CPSC, transfusiones de sangre y múltiples cirugías, para remover primero la perla y después aproximadamente 6 pulgadas de intestino, que había sufrido daños irreparables.

Mientras Kennedy estaba en el hospital, Haugen movilizó a sus seguidores en las redes sociales para conseguir la información para contactar a Mitchell. Cuando se lograron poner en contacto, Haugen le envió a los médicos de Kennedy información médica y estudios de casos que ella había recopilado. Kennedy sobrevivió. Pudo regresar a casa con una sonda de alimentación, según la denuncia. Aunque tuvo que aprender de nuevo a comer y gatear, pero ahora se ha recuperado, dice Mitchell.

Haugen y Mitchell ahora forman parte de un grupo pequeño pero creciente de padres de familia cuyos hijos han sufrido daños graves, incluso en un caso la muerte, relacionados con las perlas de agua, y también están luchando por un cambio. Ante la falta de regulaciones por parte del gobierno y advertencias más claras por parte de los fabricantes, ellas mismas se han encargado de difundir la advertencia entre otros padres, médicos y centros de control de envenenamientos. Además, se han reunido con la CPSC para solicitar etiquetas con advertencias más claras y concisas o, en el mejor de los casos, la prohibición total del producto.

“Si hubiera visto “posible daño a órganos” en la etiqueta de advertencia, habría comprado otra cosa”, dice ahora Mitchell. “Hay tantas opciones de juguetes que no es necesario que existan estos”.

Antes de que se llevará a cabo el retiro del mercado de Chuckle & Roar a mediados de septiembre, la CPSC no había gestionado retiros con los fabricantes de perlas de agua desde hace una década. En ese entonces la agencia, en todos los casos, había mencionado los riesgos potencialmente mortales de ingerirlas.

Mientras tanto, Italia y Malasia han prohibido la venta de las perlas de agua como juguetes, y agencias gubernamentales en Canadá, Irlanda y Nueva Zelanda han emitido advertencias a los padres sobre sus riesgos.

A mediados de septiembre, el mismo día que se anunció el retiro del mercado de Chuckle & Roar, la CPSC emitió una nueva advertencia sobre las perlas de agua. Recomendándole a los padres y cuidadores mantenerlas fuera del alcance de niños menores de 3 años, y le dijo a “las guarderías, los campamentos y las escuelas que evitaran estos productos por completo”.

El presidente de la CPSC, Alexander Hoehn-Saric, le dijo a CR en una entrevista que los retiros individuales de productos y las advertencias públicas son simplemente pasos a seguir “en el camino de lo que estamos intentando hacer” para eliminar los riesgos que las perlas de agua representan para los niños.

“Desde mi punto de vista, creo que debemos volver a examinar las reglas que se aplican a las perlas de agua”, dice Hoehn-Saric. Esto puede involucrar “revisar los estándares relacionados con su tamaño y consistencia, y algunas personas han propuesto que deberían ser prohibidas por completo para los niños”.

Los defensores en seguridad de CR exhortan a la CPSC a actuar de forma rápida. “Las perlas de agua se promocionan como seguras y se venden como si no tuvieran nada malo, lo que lleva a los padres a poner en riesgo a sus hijos sin saberlo”, dice Wallace de CR. “La CPSC debería prohibir las perlas de agua o por lo menos establecer fuertes restricciones para que no se puedan vender como productos para niños. Los minoristas y las plataformas en línea deberían dejar de venderlas de inmediato y ponerse en contacto con los compradores anteriores para advertirles sobre los riesgos”.

Wallace también recomienda mantener las perlas de agua fuera de casa si hay niños o adultos presentes con problemas cognitivos. “No merece la pena correr riesgos. Las perlas de agua no sirven para ningún propósito útil y hay opciones mucho más seguras para el juego sensorial”, dice, señalando como alternativas alimentos digeribles a temperatura ambiente, como arroz, frijoles, pasta o  chícharos, como buenas alternativas.

Peligros ocultos

Otra persona que vio el video de Mitchell en TikTok fue Sara Gent, una madre de dos hijos en Florida. Al relatar su experiencia durante la reunión de la CPSC en mayo, dijo que tenía una caja de perlas de agua en casa, pero después de ver ese video a finales del 2022, las tiró todas a la basura. O por lo menos eso pensó ella.

Tan solo una semana después de eso, en diciembre del 2022, Gent tuvo que llevar a su hijo de 13 meses, Henry, al hospital ya que estaba vomitando sangre y líquidos gástricos. Según su testimonio, más tarde, los médicos cirujanos le extrajeron una perla de agua de sus intestinos que, aunque era invisible a través de un endoscopio, una radiografía y una ecografía, había crecido hasta 2 pulgadas de diámetro.

Gent le dijo a los comisionados de la CPSC que todavía no sabe cómo llegó la perla de agua a Henry, pero sospecha que se la comió cuando era pequeña, en su estado deshidratado. “Rebotan y ruedan debajo de los muebles, después vuelven a encogerse alcanzando un tamaño similar al de una chispa de colores (sprinkles), hasta que nuevamente vuelven a entrar en contacto con el líquido”, dijo Gent a los comisionados. “Así que, cuando tienes una bolsa con 50,000 de ellas, es casi imposible llevar un registro completo de cada una de ellas”.

Cuando la familia Gent llevó a Henry de regreso a casa del hospital, en su testimonio dicen que invitaron a amigos a que vinieran a ayudarles a revisar los pisos, los zócalos de paredes, los muebles y los juguetes, en busca de perlas de agua que de alguna manera se les hubieran pasado por alto. Encontraron más de 50.

“Meses después, encontré tres más entre las partes movibles de un juguete que tres personas habían revisado”, dijo Gent a la CPSC. “Aún siguen aterrorizando a nuestra familia”.

Haugen dice que solo dejó de encontrar estas pequeñas perlas de agua secas que estaban escondidas después de que reemplazó los tablones del piso de toda su casa. Mitchell dice que está en el proceso de comprar una casa nueva para que ella y su familia puedan mudarse de aquella donde ocurrió el accidente de su hija con perlas de agua, porque le preocupa demasiado que pueda pasar de nuevo.

“Es como la brillantina: se esparce por todas partes y la vas encontrando durante años, sin importar cuánto limpies”, dice Haugen.

De la granja al cuarto de juegos

Como juguete, las perlas de agua con los colores del arcoíris son un fenómeno relativamente nuevo, pero el material de apariencia mágica del que están hechas no lo es. Los “polímeros superabsorbentes” fueron utilizados por primera vez por el Departamento de Agricultura en las décadas de 1950 y 1960 para ayudar a almacenar agua para plantas y cultivos. En las décadas siguientes, algunas compañías comenzaron a experimentar con el uso de materiales en productos de consumo como pañales y artículos femeninos.

Otro uso común para las pequeñas perlas de polímero superabsorbentes fue como material para rellenar bases y centros de mesa en tiendas de flores. Las perlas eran tanto decorativas como útiles para almacenar agua, que luego se liberaba lentamente, alimentando las flores y plantas.

Fue en un puesto de flores en el Camden Market de Londres donde el ejecutivo de juguetes Ron Brawer dice que vio por primera vez las coloridas perlas, hace más de una década. Compró algunos paquetes y se los llevó a casa para que sus hijos pequeños jugarán con ellos, y quedaron fascinados.

Esa fue la semilla de la idea de Orbeez, que llegó al mercado en el 2010. Brawer dice que había enviado muestras a un laboratorio químico externo para simular lo que sucedería si se llegaran a ingerir los polímeros, y el laboratorio le dio buenas noticias: las perlas pasaría de manera segura a través del cuerpo sin causar ningún daño grave.

De hecho, cada vez que surgían preguntas de seguridad en presentaciones y conferencias, Brawer dice que demostraba su confianza en los Orbeez comiéndose un par de ellos en el momento. Calcula que debe haberse comido cien a lo largo de su vida, sin efectos nocivos.

Cuando CR entrevistó a Brawer, él pareció genuinamente sorprendido al escuchar sobre los niños pequeños cuyos daños graves y muertes estaban relacionados a incidentes con perlas de agua. Brawer dice que dejó la industria de juguetes hace años, y una empresa internacional de juguetes llamada Spin Master compró la marca Orbeez en el 2019 (Spin Master sostiene que los Orbeez son seguros, pero no respondió a las preguntas de CR sobre cómo prueban su seguridad). “Si hoy en día hay niños que han sido lastimados por estas cosas, obviamente lamento escuchar eso”, dice Brawer, añadiendo que no se enteró de problemas como estos cuando supervisaba la marca. “No habría creado esto si hubiera pensado que había alguna posibilidad de que alguien saliera gravemente lastimado”.

Wallace de CR indica que la introducción de las perlas de agua para niños resalta las graves deficiencias en la manera en que Estados Unidos regula la seguridad de productos. “Nuestras leyes en general no exigen que se demuestre que un producto nuevo en su tipo es seguro antes de lanzarlo al mercado, incluso si es para niños”, dice.

Crecimiento de ventas, poca responsabilidad

En algún momento, Orbeez era sinónimo de perlas de agua, pero la industria ha crecido tan rápida e inesperadamente como sus productos. La empresa de juguetes Buffalo Games y su marca Chuckle & Roar incorporaron las perlas de agua dentro de sus contenedores de juegos sensoriales y otros juguetes para el tacto como la arena y el papel triturado.

Otras compañías las venden en kits para hacer tus propias “pelotas antiestrés”. Varias marcas venden las perlas de agua en paquetes de miles como “balas de gel” o “pelotas que salpican” que son usadas en armas de juguete, una actividad que seguramente aumenta el riesgo de que las perlas de agua se dispersen en la casa y en el jardín. Orbeez también ha ampliado su línea: vende kits de “spa” para pies y manos, “estaciones sensoriales”, kits para pintar perlas de agua y “conjuntos para aliviar el estrés”, el último tiene por objetivo que los niños hagan que las perlas de agua reboten “#bounce”.

El mercado de perlas de agua es difícil de cuantificar debido a la cantidad de marcas que venden productos del extranjero, y también porque estos productos a menudo se comercializan tanto como juguetes como “rellenos de bases” u otras categorías similares a la misma vez. (Por ejemplo, los nombres en una lista reciente fueron: “perlas de gel para spas, juguetes sensoriales para niños, bases, plantas, decoración para bodas y para el hogar”).

Pero un análisis realizado por CR de los datos de ventas de Amazon muestra que en un período de tan sólo dos años (de septiembre del 2021 a julio del 2023) los paquetes de perlas de agua se compraron aproximadamente 3.4 millones de veces.

La versión más popular de Orbeez en Amazon (su “paquete antiestrés” que contiene 1,600 perlas) se compró casi 48,000 veces en dos años. Durante el mismo período de tiempo, el paquete de perlas de agua más popular en Amazon, el paquete de 50,000 perlas de la marca Elongdi, se compró más de 200,000 veces.

Esas cifras de ventas provienen de un solo minorista, Amazon. Varios vendedores también venden juguetes con perlas de agua en otras grandes plataformas de venta, como Target y Walmart. También se venden a través de minoristas más pequeños, como una tienda de productos para educadores llamada Lakeshore Learning, y también se vuelven a empaquetar como regalos para fiestas en Etsy.

La responsabilidad por los daños causados por las perlas de agua continua siendo un desafío. Los padres de niños afectados pueden intentar presentar una demanda, por supuesto, pero la industria de las perlas de agua presenta dificultades en este aspecto. Muchas empresas, especialmente aquellas que venden a través de Amazon y otras plataformas en línea, tienen su sede en el extranjero, por lo que es difícil llevarlas a la corte.

Haley Nickols dice que no puede presentar una demanda por lo que le pasó a su hijo Deacon porque la marca Uwantme está en China; ni siquiera pueden encontrar información para contactarlos. Ella ve esto como una peligrosa situación legal que las marcas que venden en plataformas en línea están aprovechando, y quienes salen perjudicados son los consumidores.

“Debería haber al menos alguien a quien puedas llamar”, dice Nickols. “Básicamente, es lo mismo que si volara a China, comprará las perlas de agua allá y volviera aquí, nadie podría ser considerado responsable”.

CR se puso en contacto con todas las compañías mencionadas en este artículo que fabrican o venden perlas de agua. La portavoz de Target, Emily Bisek, dijo: “Expresamos nuestro más sentido pésame a las familias afectadas por estos trágicos incidentes”. El director ejecutivo de Hand2Mind, Rick Woldenberg, dijo que su empresa no tenía conocimiento de los daños relacionados con sus perlas de agua, pero que recientemente había decidido descontinuarlas por otras razones. Walmart dijo que su marca Hello Hobby ya no ofrecerá perlas de agua y añadió que está “revisando otros productos” a raíz del aviso de la CPSC. Etsy dijo que estaba investigando los problemas que han surgido por estos productos.

Spin Master, que vende Orbeez, no respondió a las preguntas para este artículo, pero en el pasado le dijo a CR que los productos Orbeez “son sometidos a rigurosas pruebas de seguridad” y no deben confundirse con otros “productos imitadores”. Amazon y Elongdi se negaron a dar comentarios. Buffalo Games (que vende juguetes Chuckle & Roar), Dazmers, Joann, Jangostor, Lakeshore Learning, MarvelBeads, Supbec y Uwantme no respondieron a las solicitudes de comentarios.

La Asociación del Juguete, un grupo de la industrial, dijo que los consumidores deben seguir las recomendaciones de edad en el empaque del producto y que cuando se venden como juguetes, las perlas de agua están sujetas a regulaciones de seguridad, mientras que para otros usos que no son relacionados con juguetes no lo están.

Advertencias ignoradas, muerte sin razón

El 26 de agosto del 2022, la empresa de juguetes Buffalo Games recibió un correo electrónico de una madre en Las Vegas llamada Elissa Byer. Quería que la empresa supiera que una de sus perlas de agua Chuckle & Roar casi había matado a su hijo James, de 18 meses.

Según los registros médicos, accidentalmente, y sin que sus padres supieran, el pequeño inhaló una pequeña perla deshidratada que luego, durante dos días, se expandió en sus vías respiratorias, provocando el colapso de su pulmón izquierdo. Los cirujanos retiraron la mayor parte de la perla, dice Byer, y se recuperó, aunque es posible que hayan quedado algunos restos. Y si la perla hubiera terminado una pulgada más arriba, le dijeron los médicos, habría bloqueado ambos pulmones y podría haber muerto mientras dormía.

“Quería compartir nuestra historia porque no quiero que esto le pase a nadie más”, le escribió Byer a la empresa. Quería que se añadiera “aspiración” como un peligro adicional en la etiqueta de advertencia del paquete. “Tuvimos suerte, pero es posible que otros niños no la tengan”, escribió. “Nunca en un millón de años vi esta amenaza”. El mismo día, se puso en contacto con Target, donde había comprado el juguete, y también les contó la historia.

Buffalo Games le respondió el 30 de agosto: “Gracias por contactarnos”, decía el correo electrónico, “ lamentamos escuchar sobre tu experiencia traumática y nos alegra saber que tu hijo de 18 meses está bien”. Target le reembolsó el costo del kit de perlas de agua, dice, y le pidió más información, que ella les proporcionó. De acuerdo a lo que Byer pudo observar, las etiquetas de advertencia no se cambiaron.

No habían pasado ni dos meses, en octubre del 2022, Folichia Mitchell, madre de Kennedy, también compró una caja de perlas de agua Chuckle & Roar en un Target cerca de su casa. Su hija Kennedy fue al hospital el 1 de noviembre y permaneció ahí durante un mes, luchando por su vida, según indica la denuncia de demanda contra ambas compañías.

Su video en TikTok que cuenta la historia de Kennedy se volvió viral más adelante ese mes, una posible crisis de relaciones públicas para Target es la razón por la cual Mitchell cree que la cadena retiró ese producto en particular de sus estantes en noviembre del 2022. Sin embargo, Buffalo Games no retiró el producto inmediatamente del mercado, lo hizo hasta mediados de septiembre del 2023, casi un año después. Target tampoco les informó a sus clientes pasados que se deshicieran del juguete o tomarán precauciones adicionales.

Buffalo Games no respondió a la solicitud de comentarios de CR. Emily Bisek, de Target, dijo que la compañía ya no vende las perlas de agua Chuckle & Roar y exhorta a las personas que compraron el producto que ha sido retirado a comunicarse con Target para obtener un reembolso. Sin embargo, la compañía no respondió a preguntas específicas sobre James Byer o Kennedy Mitchell, ni explicó por qué no alertó a los clientes anteriores sobre los riesgos de seguridad de las perlas de agua hasta que se presentó el retiro del mercado en septiembre del 2023.

El abogado especializado en lesiones o daños, Daniel Mann, considera que esta falta de acción es imperdonable, especialmente porque Target tiene registros digitales de muchos de sus clientes y podría haberse comunicado con ellos fácilmente. “No hay ninguna razón, en este mundo electrónico en el que vivimos hoy, para que esto no haya sucedido”, dice.

Y si lo hubieran hecho, dice Mann, podrían haber salvado la vida de un bebé.

El representa a Taylor y Tyler Bethard, que viven en un pequeño pueblo de Wisconsin, no muy lejos de Haley Nickols. La familia  Bethard tuvo cinco hijos; la menor era una niña llamada Esther Jo. Compraron las mismas perlas de agua Chuckle & Roar de Target que tenía Mitchell, para que las usara su hijo mayor, que iba a entrar al jardín de niños (kindergarten). Lo compraron en abril del 2022, cuando Taylor estaba embarazada de Esther Jo. Ella nació el 28 de agosto del 2022, dos días después de que Elissa Byer se comunicó por primera vez con Buffalo Games y Target para rogarles que le advirtierán a otros padres sobre los riesgos que presentaban  sus perlas de agua.

Los Bethard no sabían nada de eso. No recibieron ninguna notificación por parte del fabricante sobre una etiqueta con una advertencia actualizada, porque no había ninguna. No recibieron noticias de la tienda sobre una alerta de producto o un retiro voluntario, porque no había ninguno. Esther, de diez meses, se enfermó el 6 de julio del 2023 y presentó síntomas que eran parecidos a los de un virus estomacal. Su madre la encontró muerta en su cuna a la mañana siguiente.

Taylor declaró ante la CPSC que Esther murió al ingerir perlas de agua, aunque, hasta donde sus padres sabían, nunca había jugado con ellas. La CPSC incluyó reporte de la muerte de Esther en su anuncio cuando Buffalo Games finalmente retiró el kit de perlas de agua del mercado en septiembre del 2023.

Los Bethard recordarán a Esther Jo por su curiosidad y asombro, por sus ojos azules y su cabello rojo con rizos, y por la forma en que sonreía y saltaba bailando cuando sus cuatro hermanos le cantaban. La madre de Esther, Taylor, dice que hablar de su muerte es extremadamente difícil pero que tiene un mensaje que compartir.

“Por favor, pasen la voz para evitar que esto les suceda a otros niños”, dice Taylor. Ella cree que las perlas de agua no deben venderse a nadie que tiene niños. “Lo ideal sería prohibirlas y no permitir que se comercialicen como juguetes para niños. Si hubiera sabido de los riesgos, nunca habría permitido que mis hijos mayores jugaran con ellas. Nunca las hubiera tenido en mi casa”.

Los kits de perlas de agua Chuckle & Roar ya no se ven por ninguna parte en Target.com, pero todavía estaban disponibles en Amazon a finales de septiembre. Y muchas, muchas, muchas otras marcas de perlas de agua todavía están a la venta y siguen siendo compradas por padres, escuelas, campamentos de verano y guarderías.

“Soy la señal de alerta que decidieron no escuchar”, dice ahora Elissa Byer. Ella le había advertido a Buffalo Games y a Target sobre la historia de su hijo James en agosto pasado, apenas unos días antes de que naciera Esther y 10 meses antes de que Esther muriera.

Byer se ha unido a Ashley Haugen y a los otros padres de familia que fueron afectados y que están luchando para que prohiban las perlas de agua. Ella dice que cada vez que se reúnen son más. Y dice que escuchar las historias de lo que les pasó a sus hijos, especialmente la historia de Esther, ha “prendido cierto fuego” en ella. “No podemos parar, porque esto no se va a detener”, dice Byer. “Nadie debería perder a su hijo por un juguete”.

Corrección: Este artículo, publicado originalmente el 21 de septiembre del 2023, fue actualizado para aclarar que la regulación de materiales expandibles es obligatoria, no voluntaria.

Nota del editor: Este artículo fue actualizado para reflejar la información más reciente que tiene disponible la CPSC sobre las visitas a la sala de emergencias relacionadas a incidentes con perlas de agua.

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