‘La guerra contra los inmigrantes es bipartidista’, dicen jornaleros en Los Ángeles

Mientras quebraban piñatas de Donald Trump y Joe Biden por el peligro de ser ‘sacrificados’ en las elecciones de 2024, un grupo de trabajadores recordó a los presos y a los miles de inmigrantes muertos durante la pandemia

Jornaleros protestan afuera de la cárcel en el centro de LA.

Jornaleros protestan afuera de la cárcel en el centro de LA. Crédito: Jorge Luir Macías | Impremedia

El ritmo de la música y las canciones de protesta de los Jornaleros del Norte retumbaron en las paredes del Centro Metropolitano de Detención federal de Los Ángeles, a donde tuvieron una posada en memoria de todos los inmigrantes recluidos allí, y los miles de inmigrantes que fallecieron durante la pandemia de Covid-19.

Y, ante la ausencia de una esperada reforma migratoria integral desde hace cuatro décadas, los jornaleros denunciaron el “peligro” que se avecina porque los demócratas en el Congreso quieren expandir la deportación de migrantes a cambio del respaldo republicano para financiar la guerra en Ucrania.

“Esta posada la estamos haciendo para traerle alegría, obviamente, a los que están ahí adentro en el centro de detención”, dijo Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON).

Jornaleros rompieron piñatas de Joe Biden y Donald Trump durante la protesta en el centro de LA.
Crédito: Jorge Luiis Macías | Impremedia

“También lo hacemos para denunciar que el gobierno federal está negociando el presupuesto para el siguiente año. Y resulta que, en ese presupuesto, siempre hay peleas entre los demócratas y los republicanos, pero los demócratas están concediéndole a los a los republicanos todo lo que quieren a cambio de que les den su financiamiento para sus guerras allá en Ucrania y en el Medio Oriente”.

En la intersección de las calles Aliso, Commercial y Alameda, la banda musical llevo alegría a los presos, quienes lograron asomarse a través de las diminutas ventanillas, desde donde gritaban ¡Viva la raza!”.

Sobre la acera de la calle Alameda, algunos de ellos utilizaron un palo de escoba para romper las piñatas que tenían la figura de Donald Trump, con su pelo amarillo hecho de tiras de papel picado; mientras que la piñata de Joe Biden llevaba puestas unas gafas oscuras.

“¡Aquí estamos y no nos vamos! ¡Y si nos echan…nos regresamos!”, gritaron numerosas veces los asistentes a la “posada”, incluyendo Teresa Sánchez, quien iba vestida de la ‘virgen María’ y Roberto Morales, quien hizo el papel de ‘José’, ambos inmigrantes permanecieron encadenados durante el evento.

“Ahorita hay muchas guerras ideológicas detrás de los partidos políticos en este país”, declaró Morales, inmigrante nacido en Managua. “Se reparten el poder y la dignidad de la gente, cuando en su lugar deberían tocarse el corazón y mirar a todos con compasión”.

Los Jornaleros del Norte interpretaron la llamada “Serenata a un indocumentado”.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Los Jornaleros del Norte interpretaron la llamada “Serenata a un indocumentado”, una canción de Omar León, vocalista, acordeonista y pianista, e interpretada por Loyda Alvarado.

“Asómate a la ventana, te traje una serenata. Aunque estes encarcelado, mira, te canta quien te ama. Por ti me juego la vida, por liberarte me muero en la raya”, dice parte de la letra de la canción que se centra en los desafíos que enfrentan los trabajadores migrantes en los Estados Unidos.

“Ay que leyes tan injustas, que buscan separarnos. Nos juzgan de criminales, por ser indocumentados. No saben que nuestras manos, a ellos los tienen tragando”, cantó en la tercera estrofa la mujer que es coordinadora nacional de proyectos en NDLON.

Inmigrantes, moneda de cambio

Además de las implicaciones en el conflicto entre Rusia y Ucrania, en un crucial año de elecciones en 2024, la base progresista del presidente Joe Biden, quien tiene bajos índices de aprobación históricos (34%, según encuesta de la Universidad de Monmouth), están alborotados por su firme respaldo a Israel, luego de los ataques de Hamás el sábado 7 de octubre.

Y, si Biden se ve obligado a adoptar una política de inmigración de línea dura, ya se anticipa que la comunidad latina no solamente se enojará, sino que le volteará la espalda en las urnas.

“Básicamente, sin siquiera pelear, lo que los demócratas están haciendo es usar a la comunidad migrante como una moneda de cambio”, dijo el activista Alvarado. “Se dicen nuestros amigos, pero ni siquiera están diciendo a los republicanos que lo que están intentando en cuestión migratoria es incorrecto”.

A su juicio, la situación deja en claro que “el presidente Biden está abrazando todas las medidas que dejó Donald Trump y, entonces, no habrá diferencia entre ambos en cuanto a migración se refiere; la guerra contra los migrantes es bipartidista”.

Alvarado subrayó que en esencia, la política que están promoviendo en Washington sacrifica a los inmigrantes.

En efecto, las negociaciones sobre el presupuesto dependen de los esfuerzos de los republicanos por reformar sustancialmente el sistema de inmigración. Actualmente el partido Conservador controla la Cámara de Representantes y sus miembros han asegurado que no aprobarán más fondos para Ucrania sin concesiones significativas en materia de seguridad fronteriza.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha insistido en que un proyecto de ley de financiación suplementaria debe reflejar las políticas descritas en la Ley de Seguridad en la Frontera (HR2), que pide restringir casi por completo la elegibilidad para el asilo, reanudar la construcción del muro fronterizo de Trump y limitar las opciones de libertad condicional de los inmigrantes, es decir, mantenerlos encarcelados.

‘Se las vamos a cobrar en las elecciones’

Pablo Alvarado reconoció que, por muchos años, la comunidad migrante ha dependido de organizaciones no lucrativas por todo el país, pero en sí, nunca se ha organizado para luchar.

“En estos momentos queda bien claro que después de tantos años de luchar por una reforma migratoria, si el pueblo no se levanta, si el pueblo no protesta, no camina, no pelea, no lucha, no va a obtener nada en ninguna parte del mundo”, afirmó.

“A la gente humilde no le han dado nada, ni a la gente trabajadora de los pueblos oprimidos”.

José Madera, director del Centro Laboral de Pasadena, declaró que “solamente el pueblo salva al pueblo”.

“Estamos en tiempos donde Trump y los políticos están diciendo que la comunidad migrante envenena a este país”, expresa. “Eso no es cierto. Estamos cerca de Chinatown, de Little Tokio, de la Placita Olvera y todas estas comunidades emigrantes que han traído su cultura, su arte y embellecen a Los Ángeles y a este país. Nosotros estamos aquí, diciéndoles que no nos van a faltar el respeto y si no, nos veremos en las elecciones”.

El líder social recordó que durante la pandemia miles de trabajadores inmigrantes murieron.

“Les llamaron esenciales y hasta héroes, pero en los momentos difíciles, los desecharon”, dijo Madera. “Pero sabemos que, con todo tipo de políticas antiinmigrantes que están negociando tanto demócratas como republicanos en contra de las familias latinas, sabemos que el próximo año del 2024 hay elecciones y ahí se las vamos a cobrar”.

“Edificio de odio”

Elmer Mayorga, trabajador comunitario de la organización SALVA, de la ciudad de Palmdale, dijo sentirse “muy triste” por la detención de miles de inmigrantes en las cárceles de Estados Unidos, particularmente en el Centro Metropolitano de Detención, en el corazón de la urbe angelina.

“Sabemos que muchos familiares, muchos miembros de nuestra comunidad están allí, encerrados, y duele más en estos tiempos de Navidad donde tenemos que estar con nuestra familia”, dijo el joven Mayorga. “Por eso venimos a protestas con la posada frente a este edificio que representa el odio y que envenena a nuestras comunidades”.

Además, el activista recordó que muchos inmigrantes murieron durante la pandemia.

“Los llamaron héroes, los llamaron trabajadores esenciales. Sin embargo, no hubo justicia para ellos. No hubo una reforma migratoria ni un perdón ni un permiso de trabajo”, sostuvo Mayorga.

Hasta julio de 2023, en el condado de Los Ángeles se habían registrado 36,523 muertes por Covid-19. Las autoridades de salud nunca supieron cuántos de ellos eran inmigrantes. De esta cifra, 1,937 fueron cremados y sepultados en una fosa común ya que, después de tres años, sus cadáveres o restos mortales nunca fueron reclamados por nadie.

“Morir de hambre” 

Presente entre las decenas de personas que organizaron la posada frente al Centro Metropolitano de Detención, el rostro de Martha Salazar era evidente: estaba llena de tristeza. 

“Hace 22 años que no he podido ir a México, por no tener papeles”, dijo, e inmediatamente comenzó a sollozar. “Mi hijo Alan Santiago, el más pequeño de los seis que tuve, murió de Covid, en agosto 21 de 2021, y no pude ir a sepultarlo”. 

Martha, originaria de Cuautla, Morelos, recordó entre lágrimas que, cuando su hijo tenía nueve años, le decía: “Mami no te vayas…todavía recuerdo sus lagrimitas”. 

Como madre, expresó que no podía dejar a sus hijos “morir de hambre”. 

Al mismo tiempo buscó salvar su propia vida. 

“Me vine huyendo de las golpizas que me daba mi marido; si no lo hubiera hecho, aquel hombre golpeador me mata”, dijo.  

Ella, que vive sola en la ciudad de Pasadena, dijo que en Nochebuena y Navidad estuvo en casa de una hermana Martha, quien vive en Altadena. 

“Nosotros, los inmigrantes, hemos luchado tanto por este país, y es bien triste pasar Navidad y Año Nuevo”, agregó. “Si aceptan mi trabajo, que respeten mis derechos”. 

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