Mapa de los CDC muestra gran aumento de enfermedades respiratorias en todo EE.UU.

En Estados Unidos, los CDC informan de un alarmante aumento del 18% en casos de influenza en una semana, afectando a 21 estados y Nueva York. La crisis se agrava con un incremento del 20% en hospitalizaciones por COVID-19 y la propagación del virus respiratorio sincitial (VRS)

Mapa de los CDC muestra gran aumento de enfermedades respiratorias en todo EE.UU.

Incluso algunos hospitales de Nueva York han reactivado las exigencias de usar tapabocas dentro de sus intalaciones para evitar los contagios. Crédito: Emily Geraghty | Shutterstock

En un abrupto cambio en las dinámicas epidemiológicas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han publicado datos alarmantes el pasado viernes, revelando un aumento del 18% en los casos positivos de influenza en tan solo una semana. Esta sorprendente cifra refleja un rápido deterioro en la mitad norte de Estados Unidos, con 21 estados y la ciudad de Nueva York ahora enfrentando niveles “muy altos” de enfermedad.

El mapa epidemiológico de los CDC, al comparar los datos más recientes con los de la semana anterior, destaca un empeoramiento significativo en la situación sanitaria. Únicamente el estado de Minnesota se mantiene en la categoría “mínima”, lo que subraya la gravedad de la propagación de enfermedades respiratorias en el país.

La tendencia al alza no se limita a la influenza. Las hospitalizaciones por COVID-19 han experimentado un incremento del 20% en la última semana, ejerciendo una presión adicional sobre los sistemas de atención médica a nivel nacional. Paralelamente, se informa de un aumento en los casos positivos del virus respiratorio sincitial (VRS), según los últimos informes de los CDC.

Para elaborar estos informes, los CDC comparan los datos actuales de los proveedores de atención médica con las tasas normales fuera de la temporada de gripe en cada región. Los resultados se centran en la cantidad de personas que buscan atención médica con síntomas de gripe, como fiebre acompañada de tos o dolor de garganta. Es esencial destacar que estos datos no se basan en casos confirmados de influenza mediante pruebas de laboratorio, lo que podría incluir casos de otras enfermedades respiratorias, como COVID-19 o VRS. Además, casos leves podrían no ser reportados si las personas optan por gestionar la enfermedad por sí mismas en casa.

A pesar de la preocupante realidad actual, los CDC anticipan que aún no se ha alcanzado el pico de la temporada de gripe, proyectando que lo peor podría acontecer en febrero, siguiendo un patrón observado desde la década de 1980.

Las cifras actuales, aunque difíciles de precisar con exactitud, apuntan a un impacto significativo durante la temporada de gripe actual. Se estima que ha habido al menos 10 millones de casos, con 110,000 hospitalizaciones y 6,500 fallecimientos. Este sombrío panorama incluye la trágica pérdida de veintisiete niños debido a enfermedades respiratorias.

Ante esta situación crítica, las autoridades sanitarias instan a la población a extremar las precauciones. La vacunación contra la gripe se presenta como una herramienta vital en la lucha contra estas enfermedades, y el estricto cumplimiento de las medidas de prevención de COVID-19 es imperativo. Con la situación deteriorándose rápidamente, la colaboración pública y la adherencia a las pautas de salud son esenciales para frenar la propagación de estas enfermedades y aliviar la presión sobre los sistemas de atención médica. La conciencia colectiva y la acción conjunta son clave en este momento crítico de la pandemia.

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