Vandalismo y robos ‘preocupan’ en el área de Westchester

Residentes siguen conmocionados por la audacia de los ladrones que rompieron los cristales de al menos 30 vehículos

Hung Nguyen lamentó el vandalismo a los vehículos.

Hung Nguyen lamentó el vandalismo a los vehículos. Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

Con algunos problemas, Kyle Samarawickrama, un estudiante de sociología en la Universidad Loyola Marymount, abrió la puerta del conductor de su auto Mercedes E554 que fue vandalizado la madrugada del sábado en el vecindario de Westchester.

Con escoba es mano y un recogedor, Samaraickrama barrio los pedazos de cristal esparcidos debajo de su automóvil y de los asientos.

“Fue sorprendente lo que pasó aquí”, dijo el estudiante de LMU, de descendencia de Sri Lanka, a La Opinión. “Pensé que vivía en un vecindario seguro y creía que estacionar mi auto en la calle era seguro, peor ya me doy cuenta de que estaba equivocado. Esto es Los Ángeles”.

Amparados por la lluvia y la oscuridad de la noche, los ladrones rompieron las ventanillas de decenas de automóviles, en el área de las calles 83,84, 85 y el Bulevar Loyola.

Los hechos ocurrieron entre las 2:00 a.m. y 5:00 a.m., y, de acuerdo con la oficial Norma Eisemann, portavoz del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), los detectives de la División Pacífico tomarán el caso este lunes.

En la División Pacífico del LAPD, que comanda el capitán Micael E. Applegate, entre el 19 de noviembre y el 16 de diciembre de 2023 se suscitaron 111 robos, los cuales disminuyeron a 75 hasta el 13 de enero de este año, es decir, hubo una reducción del 32.4%

“Mi seguro cubrirá los daños”, dijo Kyle Samarawickrama.  “Pero, si mi familia decide cubrir los gastos, creo que reparar la ventana saldría en unos $360”.

El estudiante de LMU añadió que se considerada “afortunado” porque los ladrones no causaron daños considerables al automóvil que usa para ir a la escuela.

“Pudieron haber dañado cualquier otra parte del coche, pero en realidad no robaron nada porque mi computadora y mis libros siempre los tengo en casa”, agrega.

Las imágenes de las cámaras de seguridad del vecindario parecen mostrar a más de un sospechoso acechando en el área, aparentemente buscando autos a los que atacar. Los residentes ayudaron a las víctimas a cubrir las ventanas rotas para proteger el interior de los automóviles de la lluvia.

Uno de los ladrones fue captado caminando hacia un automóvil estacionado sobre a calle 85th y la avenida Berger, al que rompe la ventana.

En California, el condigo penal 490.2 define que la obtención de cualquier propiedad mediante robo no exceda los$950 se considerará hurto menor, castigado precisamente como un delito menor, excepto si tiene una o más condenas previas por otros delitos.

“Creo que definitivamente la ley debería ser más estricta”, opinó. Kyle Samarawickrama. “Por ejemplo, yo tengo seguro, estoy en una buena posición y puedo recuperar los daños, pero imaginemos a una persona que depende de su automóvil para ir al trabajo, podría resultarle demasiado perjudicial y costarle una gran cantidad de dinero que no tiene”.

Por otra parte, consideró que la ola de robos que se vive en Los Ángeles pudiera ser el resultado de la densidad de población y la brecha económica que hay entre ricos y pobres.

“Solo era cuestión de tiempo que [en Westchester] nos enfrentaremos a una verdad desafortunada”, afirmó el estudiante universitario.

Jesús Sotelo, mesero del Hacienda Family Resturaant, ubicado sobre el bulevar Lincoln – en la zona donde ocurrieron los actos de vandalismo-, manifestó que, en los 25 años que tiene trabajando en el lugar “nunca había ocurrido algo similar”.

“En esta parte hay mucha vigilancia y patrullaje”, dijo el hombre nacido en Cuernavaca, Morelos. “Yo creo todo lo que estaa pasando es por la falta de trabajo, y no hay estabilidad para nadie”.

En el negocio de Benny’s Tacos & Rotisserie Chicken, ubicado en la esquina del bulevar Loyola y la avenida Manchester,  el administrador oaxaqueño José García, dijo que, si bien allí no se cometió ningún tipo de robo, era necesario mayor vigilancia.

“Aquí, todas las noches vienen entre cinco o seis desamparados para pedir comida, y si no se les da, intimidan a los clientes”.

A escasa distancia de ese sitio, sobre la calle 85 y bulevar Loyola, la ventana del conductor de varios vehículos estacionados seguían cubiertos con bolsas de plástico.

“Yo vi tres [automóviles dañados] por el bulevar Loyola”, denunció una chica americana que trabaja en KC’s Crepes Café y que pidió no ser identificada.

“Yo me acabo de mudar a este vecindario, apenas hace dos días”, manifestó Hung Nguyen, de 19 años, estudiante de ingeniería mecánica en Loyola Marymount University. “El sábado en la madrugada este vecindario era un caos”.

Ladrones sin castigo

Mike Emerson, desarrollador de mercadotecnia digital, declaró a La Opinión que el vandalismo y robos cometidos en Westchester son “preocupantes”.

“No parece que se esté haciendo cumplir nada de la ley, no hay penalización para estas personas que roban. Simplemente no hay suficiente ayuda con la policía. Sí, no es sorprendente que lo haya. No habrá ningún castigo por ello”.

Emerson apuntó que los robos cometidos, además de los asaltos a negocios minoritarios y grandes centros comerciales se basan en la desigualdad de oportunidades económicas para todos.

“Si no tienes otra opción y estás desesperado, eso es lo que sucede con los robos; algunas personas han quedado atrás y a otros se les permite pagar para obtener privilegios especiales. Eso no es democracia”.

Emerson indico que, también, los policías de Los Ángeles necesitan más apoyo y se les debería pagar mejor “para que su profesión se convierta en algo deseable, y no deberían recibir tanta animosidad”.

”Es ahí donde está el dinero”

Miguel Centeno, un desamparado de 55 años que vive en una desvencijada camioneta Ford 1977 en el Westchester Park desde hace tres años recordó haber leído que le preguntaron a un criminal ¿Por qué robas los bancos? Y su respuesta fue: “porque ahí es donde estaa el dinero”.

Centeno, originario de Tecomán, Colima, y quien se autoproclama como un “filosofo natural” y litigante de casos de divorcio, custodia infantil, manutención, citas en la corte, ya que estudio en Santa Monica College, analizó que, en el caso de los ataques a automóviles en ese vecindario “es lo mismo”.

“¿Porque roban en estas áreas si son seguras? Porque, sin que suene a ser racista, aquí vive gente de clase alta, y los ladrones vienen hasta acá porque sabemos que, si roban a un automóvil en Compton, posiblemente sea de menor valor que en el código 90045, que es donde vivimos al sur de la Universidad de Loyola. Esa sería la lógica de mi respuesta a los recientes robos”.

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