La Junta escolar del LAUSD debe buscar mejorar los resultados para todos los estudiantes, no penalizarlos

Dos tercios de los estudiantes que asisten a las escuelas públicas chárter del LAUSD son latinos

Escuelas chárter en LA crean un impacto positivo en los estudiantes.

Escuelas chárter en LA crean un impacto positivo en los estudiantes.  Crédito: Aurelia Ventura | La Opinión

Imagínese que le dicen que la escuela pública de su hijo será reubicada y que usted tendrá que buscar la manera de trasladarse por toda la ciudad para llevarlo o empezar de nuevo en una nueva escuela. ¿Reorganiza usted sus horarios para que su hijo pueda permanecer en el programa que ha elegido, o se rinde y lo inscribe en una nueva escuela?

Esta es una decisión a la que muchas familias pronto se enfrentarán con la implementación de la nueva política del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD). Recientemente, la Junta escolar del distrito aprobó una política que prohibe que una escuela chárter, que es gratuita, pública y abierta a todos los estudiantes, comparta un campus con una escuela administrada por el distrito, aunque esa escuela chárter este brindando oportunidades educativas fundamentales para los estudiantes de escuelas públicas en el vecindario circundante.

A pesar de que el LAUSD ahora atiende a casi la mitad de los alumnos que atendía en su momento de mayor crecimiento, hace poco más de una década, quiere eliminar la posibilidad de ofrecer el espacio de aulas no utilizado a las escuelas públicas chárter en las zonas donde más se necesitan.

La política creada por el LAUSD es vergonzosa y constituye un ataque discriminatorio contra los estudiantes de las escuelas públicas chárter que el distrito comparte la responsabilidad de albergar. Las familias eligen enviar a sus hijos a las escuelas públicas chárter del LAUSD porque han encontrado programas adaptados exclusivamente a sus necesidades entre la rica diversidad de programas educativos que se ofrecen a las familias angelinas. Esta política limita las opciones para esos padres.

Todos sabemos que las escuelas deben ofrecer diversos enfoques, programas, áreas de interés y modalidades para satisfacer las necesidades de los niños, y las comunidades se benefician de la disponibilidad de diferentes ofertas educativas para fortalecer los resultados de los estudiantes. La nueva política ignora las necesidades de aquellos alumnos que prosperan en las escuelas chárter de su vecindario simplemente debido a una decisión política de discriminar un modelo de gobernanza específico.

Dos tercios de los estudiantes que asisten a las escuelas públicas chárter del LAUSD son latinos. El setenta por ciento de los estudiantes chárter son de bajos ingresos. Esta política tendrá un impacto desproporcionado en las comunidades donde muchos de estos estudiantes asisten a una escuela chárter.

Las escuelas que se verán afectadas están ubicadas en nuestros vecindarios más urbanizados donde es difícil encontrar instalaciones adecuadas para las aulas y, si es que existen, son prohibitivamente costosas de adaptar para uso escolar. La cruda realidad es que, sin acceso a las instalaciones del distrito, muchas escuelas públicas chárter desplazadas de los planteles del LAUSD se verán obligadas a reubicarse lejos de los estudiantes a los que sirven o cerrar.

Esta política del LAUSD trata a los estudiantes de las escuelas públicas de forma diferente, al dar preferencia a los estudiantes matriculados en escuelas administradas por el distrito sobre los estudiantes que asisten a escuelas públicas chárter, y no en función de sus necesidades. En lugar de cumplir la ley, proporcionando instalaciones equitativas o arreglos alternativos para los estudiantes chárter, el LAUSD está utilizando el propio estatus chárter de una escuela como una razón para la exclusión, penalizando a los estudiantes chárter y sus familias, limitando sus opciones ahora y en el futuro.

La Junta escolar del LAUSD debe reevaluar sus prioridades y encontrar una manera de apoyar a todos los estudiantes públicos del distrito, porque hay espacio disponible para todos, y la ley así lo exige. Hay una gran variedad de soluciones políticas más adecuadas para suavizar las tensiones de la asignación de espacios, sin excluir categóricamente las necesidades de los estudiantes y las familias que se encuentran en una situación similar cuando la única distinción es si asisten a una escuela pública chárter o a una escuela de distrito tradicional. A fin de cuentas, respetar la trayectoria educativa de los estudiantes y los programas que más les convengan para permitir su éxito escolar y de vida debe ser el principio rector.

Myrna Castrejón es la presidenta y directora ejecutiva de la Asociación de Escuelas Chárter de California (CCSA).

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