¿Te duele la mandíbula y no sabes por qué?

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Descubre qué podría estar causando el dolor y qué hacer para aliviarlo

By Ashley Abramson

En la zona donde tu mandíbula inferior se une con el cráneo, delante de tu oído, se encuentra tu articulación temporomandibular (ATM). Problemas con esta articulación o en los músculos que la rodean pueden ocasionar un trastorno temporomandibular (TMD), que afecta a millones de estadounidenses. Una investigación reciente sugiere que los problemas con la ATM se vuelven más comunes con la edad, tanto en los hombres como en las mujeres.

El TMD puede provocar chasquidos o ruidos agudos de “clic” y sonidos en forma de estallidos, junto con dolor en la mandíbula, dolores de cabeza y dificultad para abrir la boca o masticar alimentos. La buena noticia es que si sientes dolor, el TMD muchas veces puede tratarse con remedios caseros y otros tratamientos no invasivos.

Una combinación de causas

La probabilidad de experimentar dolor en las articulaciones relacionado con la artritis aumenta con cada década después de los 50 años, dice el doctor Sumit Yadav, MDS, PhD, profesor de ortodoncia en la Facultad de Odontología del Centro Médico de la Universidad de Nebraska en Lincoln. Y los problemas en las articulaciones causados por la osteoartritis pueden contribuir al trastorno temporomandibular. La artritis puede provocar que el cartílago se desgaste, lo que después puede ocasionar que el pequeño disco de la articulación o coyuntura mandibular se salga de su lugar.

La tensión y el cansancio en los músculos de la mandíbula también pueden provocar dolor y ruidos al moverla. “El disco se mantiene en su lugar gracias a los ligamentos, que funcionan como bandas elásticas”, dice el doctor en cirugía dental Matthew Messina, DDS, portavoz asesor de los consumidores en la Asociación Dental Americana y profesor adjunto y director clínico en la Universidad Ohio State Upper Arlington Dentistry. “Cuando los músculos de la mandíbula están tensos, ejercen presión sobre estas bandas elásticas y pueden ocasionar que los discos se desplacen fuera de su posición”.

El estrés es una causa común que provoca tensión muscular y ocasiona que apretemos y pongamos tensión en la mandíbula. Además, masticar chicle con frecuencia, dice Yadav, puede provocar que esos mismos músculos se cansen, lo que puede contribuir al TMD.

Aliviar las molestias

Ya sea que el dolor se deba a problemas musculares o en las articulaciones, casi el 90% de las personas con TMD responden bien a tratamientos no invasivos, según UpToDate de Wolters Kluwer, una herramienta para la toma de decisiones utilizada por médicos.

Los tratamientos que ayudan a relajar los músculos de la mandíbula, como el automasaje en las zonas de tensión, pueden ser muy efectivos. También puedes aplicar una compresa tibia en el área afectada para relajar los músculos y aumentar el flujo sanguíneo lo cual promueve la sensación de alivio.  “Colocar un paño tibio sobre los músculos de la mandíbula en ambos lados de la cara durante 5 minutos, un par de veces al día, puede ser beneficioso”, dice Messina.

Intenta reducir el estrés para evitar morder o apretar con tensión la mandíbula, ya sea mediante psicoterapia, meditación o técnicas de respiración profunda. Los fisioterapeutas que se especializan en TMD también pueden enseñarte diferentes técnicas para relajar los músculos alrededor de la mandíbula y reducir el dolor. Los medicamentos para el dolor sin receta pueden ayudar a controlar el malestar, dice Yadav, sin embargo, no tratan la raíz principal del problema.

Antes de tratar tu dolor, tu proveedor médico (generalmente tu médico general o un dentista) querrá determinar el origen de tus síntomas y descartar otros factores que pueden estar contribuyendo a tu malestar, como por ejemplo una infección en un diente.

Tratamientos más invasivos para casos más severos, incluyen dispositivos orales, como protectores o guardas dentales, para evitar que aprietes y tensiones la mandíbula; sin embargo, la evidencia sobre su efectividad es contradictoria. Las inyecciones de Botox en el área de la ATM pueden relajar estos músculos y prevenir el dolor de mandíbula; sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos no ha aprobado las inyecciones para este uso. Para casos más serios, si no se ve mejoría tras meses de tratamientos no invasivos, los médicos pueden recomendar una cirugía para corregir problemas estructurales en la mandíbula, que pueden estar contribuyendo al dolor.

Cuando el dolor de mandíbula puede ser una emergencia

Para algunas personas, el dolor de mandíbula puede ser una señal de un ataque al corazón. “Existen nervios del corazón que se conectan desde el pecho hasta la mandíbula, por lo que los problemas en el pecho pueden presentarse allí”, dice la doctora Annapoorna Kini, MD, cardióloga en el Hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York. Aún así, el dolor de mandíbula no es un síntoma común y probablemente no sería el único indicador de un ataque al corazón, dice Kini.

Mantente alerta ante síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar, dolor en el brazo, mareos, sudoración o náuseas, que puedan presentarse a la misma vez, ya que podrían ser señales de una emergencia. Lo mismo aplica si ya tienes antecedentes de problemas cardíacos y de repente experimentas dolor en la mandíbula. En este caso, Kini recomienda buscar atención médica de inmediato. “Si no sabes que hacer, y sientes un dolor intenso en la mandíbula, ve a la sala de emergencias”, dice.

Nota del editor: Este artículo también se publicó en la edición de febrero del 2024 de Consumer Reports On Health.

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