Mejorar las líneas de transmisión eléctrica es fundamental para la transición a la energía limpia

Una nueva legislación pretende avanzar de manera novedosa un problema agudo que hace peligrar las metas energéticas del estado. Es la AB3246, del asambleísta Eduardo García

The sun shines above a natural gas-fired electric power generating unit from the 1950s, cooled using a seawater once-through cooling system, at AES Alamitos in Long Beach, California on September 16, 2022. - Dire predictions of blackouts in California during this month's fearsome heat wave never came to pass, with technology -- and a dose of community spirit -- helping the creaking electricity grid through its most testing period ever. "Batteries stepped in and... played a critical role" in rebalancing electricity demand, said Weikko Wirta, director of operations at AES Southland, a 400 megawatt installation at Long Beach near Los Angeles. (Photo by Patrick T. FALLON / AFP) (Photo by PATRICK T. FALLON/AFP via Getty Images)

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Una nueva legislación pretende avanzar de manera novedosa un problema agudo que hace peligrar las metas energéticas del estado. Es la AB3246, del asambleísta Eduardo García.

Este es el trasfondo que motivó esta legislación. 

Tres meses atrás, en una columna en esta misma publicación, llamé la atención acerca de los escollos que se acumulan en el camino de California para desarrollar energía renovables. Explicaba allí que uno de los más significativos radica en la necesidad de construir nuevas líneas de transmisión – las líneas eléctricas. O mejor dicho, en la ausencia del avance suficiente en esta área. 

Las líneas constituyen la infraestructura que transporta la energía eléctrica desde donde se genera hasta, finalmente, llegar al consumidor: a nuestras casas. 

Mientras que avanza la construcción de las fuentes de energía, se atrasa la de las líneas que en última instancia las conectarán con los consumidores . Ese atraso se manifiesta específicamente, en la planificación del tendido eléctrico y los permisos de transmisión, que son procesos múltiples y a menudo complejos. 

Escribe Sammy Roth en Boiling Points (republicado en el Los Angeles Times) que “ha estado claro durante al menos una década que se necesitarían líneas eléctricas nuevas y mejoradas para facilitar la construcción de más parques solares en el Valle Central de California, plantas geotérmicas en el Mar de Salton y parques eólicos flotantes frente a la costa”.

Quizás no le hemos prestado la atención debida hasta el momento, pero no cabe duda de que sin suficientes líneas, es indistinto que construyamos generadores de electricidad: no llegarán a su destino. 

Un nuevo estudio cuantifica el atraso. 

El estudio fue producido por CEERT, el Centro para la Eficiencia Energética y las Tecnologías Renovables, una asociación de importantes grupos ambientalistas y empresas de energía limpia del sector privado, en conjunto con GridLab, una organización de Berkeley sin fines de lucro dedicada, según dice su declaración de principios, a “proporcionar capacidad experta y liderazgo intelectual para abordar los desafíos técnicos y las cuestiones de confiabilidad en la implementación de políticas de energía limpia”.

Tal como ya se dio a conocer en la prensa, el principal problema es que el Estado no puede permitir, planificar y construir nuevas líneas eléctricas lo suficientemente rápido: le lleva un promedio de 10 años y hasta 20.

No es un problema exclusivo de California. O de Estados Unidos. Es un problema global. En octubre pasado, la Agencia Internacional de Energía publicó un informe según el cual “el mundo tiene que agregar o reemplazar 49,7 millones de millas de líneas de transmisión para 2040 para que los países cumplan sus objetivos climáticos y alcancen las prioridades de seguridad energética”.

En consecuencia, se requieren soluciones a corto plazo. Inmediatas. Aunque sean parciales. 

Una de ellas consiste en mejorar las líneas eléctricas existentes, para que sean más rápidas y económicas, mientras se continúa construyendo las nuevas líneas. El asambleísta García, autor de la AB 3246, apoya la nueva tecnología llamada “Reconductoria Avanzada”. 

Según explica otro estudio, de la Universidad de California en Berkeley, se trata de reemplazar, en lugar de toda la instalación por una nueva, solo la parte llamada “conductor” y con ello “aumentar rápidamente la capacidad de transmisión y “desbloquear” la energía renovable a un costo menor que construir transmisión en nuevos derechos de vía.”.

El reemplazo se aplicará en los conductores convencionales con núcleos de carbono y/o compuestos, en lugar de los núcleos de alambre de acero utilizados hasta el momento.

La ley, dice García, AB 3246 respaldará el despliegue de esta innovadora tecnología rentable y la entrega de nueva energía renovable dentro de California”.

Es una solución de sentido común. “Los proyectos de energía renovable cerca de líneas de transmisión reconductoras podrían interconectarse más fácilmente”, escribe William Driscoll en PV-Magazine, una publicación especializada en los medios solares y de almacenamiento con conocimientos regionales. al informar del estudio.

Si bien la tecnología aún es nueva, California no sería el primer estado en implementarla. En 2023, la legislatura de Montana apoyó, con la ley HB729,  el uso de los conductores avanzados para mejorar la eficiencia eléctrica. 

Si no alcanzamos a aumentar el tendido eléctrico seguro e innovador a tiempo, nos quedaremos con un sistema caduco, en el que los apagones son cosa de todos los días, que los incendios forestales sigan haciéndonos daño (las líneas de transmisión antiguas corren un riesgo mayor de incendiarse), o bien uno donde se multipliquen la generación de energía utilizando combustibles fósiles. 

“Tenemos que hacer el nuevo sistema más rápido, mejor y más barato”.dijo V. John White, director ejecutivo de CEERT.

  El proyecto de ley AB 3246, dice el texto oficial, “declararía la intención de la Legislatura de promulgar legislación futura que permitirá la integración de tecnología avanzada de conductores con el sistema de transmisión de California para maximizar la eficiencia del sistema y reducir los costos de electricidad de los contribuyentes”.

Para ello requiere asegurar que la autoridad que formaliza estas actividades de infraestructura, la CPUC, la Comisión de servicios públicos de California, apruebe directamente los proyectos que cumplan con los criterios. Esta será una manera de agilizar el proceso de obtención de permisos para actualizaciones de las líneas de transmisión de cable suspendido que utilicen sistemas de conductores avanzados.

Los otros incisos se refieren al análisis de costos y a la participación de la comunidad en su aprobación.  

La ley fue introducida al recinto parlamentario el 16 de febrero y eventualmente aprobada en primera instancia en la Asamblea, luego de lo cual se espera que inicien las deliberaciones en el comité de Energía el lunes 18 de marzo. 

La AB 3246, de por sí, no es la panacea para reorganizar el despliegue del cableado eléctrico en el estado. Pero sí posibilita una toma de conciencia de la urgencia de iniciar la ampliación de la red mediante esta nueva tecnología, sin que deba pasar por todas las etapas de aprobación, que a su vez llevan un tiempo que no tenemos. 

Y también debemos tomar en cuenta que la nueva tecnología no es la última palabra, la que daría una nueva instalación general. Aprobada, esta propuesta nos dará el tiempo que nos hace falta para renovar la red y evitar una crisis energética innecesaria. La AB 3246 debe pasar. 

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