ECV, migrañas y demencia son la primera causa de mala salud en el mundo
Un estudio liderado por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) muestra que las enfermedades neurológicas han superado a las cardíacas como la principal causa de mala salud a nivel mundial
Crédito: Alis3D | Shutterstock
En un estudio sin precedentes liderado por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) con sede en Estados Unidos, se revela un preocupante cambio en la dinámica de la salud mundial: las enfermedades que afectan al sistema nervioso han emergido como la principal causa de mala salud en todo el planeta.
Este análisis, realizado por cientos de investigadores, arrojó luz sobre la alarmante magnitud del problema, sugiriendo que estas afecciones, que incluyen desde accidentes cerebrovasculares hasta migrañas y demencia, están desplazando a las enfermedades cardíacas en términos de impacto global.
Los hallazgos, publicados en un informe destacado, muestran que más de 3.400 millones de personas, aproximadamente el 43 por ciento de la población mundial, se vieron afectadas por una condición neurológica en el año 2021, una cifra significativamente mayor de lo que se había estimado anteriormente.
La autora principal del estudio, Jaimie Steinmetz, del IHME, subrayó que estas condiciones ahora representan la principal causa mundial de carga general de morbilidad, lo que plantea desafíos significativos para los sistemas de salud en todo el mundo.
El análisis revela un aumento del 59 por ciento en los casos de enfermedades del sistema nervioso en las últimas tres décadas, un fenómeno impulsado principalmente por el envejecimiento y el rápido crecimiento de la población mundial. Se examinaron 37 afecciones neurológicas diferentes y su impacto en la salud global, evaluando la discapacidad, la mortalidad prematura y la pérdida de años de vida saludable.
El accidente cerebrovascular, ahora clasificado como una enfermedad neurológica, emerge como la afección más devastadora, representando 160 millones de años de vida saludable perdidos. Le siguen en la lista el daño cerebral neonatal, las migrañas, la demencia (incluida la enfermedad de Alzheimer), el daño nervioso debido a la diabetes, la meningitis y la epilepsia. Sorprendentemente, el deterioro cognitivo causado por COVID-19 también figura entre las principales preocupaciones neurológicas.
Los investigadores explican que el cambio en la clasificación de la Organización Mundial de la Salud, que reubicó el accidente cerebrovascular en la categoría neurológica, ha influido significativamente en este cambio de panorama.
Además, señalan que varias de estas afecciones pueden ser mortales para niños menores de cinco años, lo que contribuye significativamente a la pérdida de años de vida saludable. Los niños representan casi una quinta parte de todos los años saludables perdidos, lo que subraya la urgencia de abordar estas enfermedades desde una edad temprana.
A pesar de que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte a nivel mundial, con 19,8 millones de muertes registradas en 2022, las enfermedades neurológicas están emergiendo como una fuerza igualmente poderosa en términos de impacto en la salud global.
Cada vez más comunes son las cefaleas tensionales y las migrañas, mientras que la neuropatía diabética, impulsada por el aumento de los casos de diabetes, se destaca como una de las condiciones de más rápido crecimiento.
Aunque muchas de estas enfermedades no tienen cura, los investigadores instan a la adopción de medidas preventivas, como el control de la presión arterial y la diabetes, así como la reducción del consumo de alcohol, para mitigar el riesgo.
Además, hacen un llamado urgente a una mayor inversión en la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de estas afecciones, especialmente en los países más desfavorecidos, donde la carga de enfermedades neurológicas es desproporcionadamente alta.
En palabras del coautor del estudio, Valery Feigin, “la carga neurológica mundial está creciendo muy rápidamente y ejercerá aún más presión sobre los sistemas de salud en las próximas décadas”. Este llamado a la acción resuena como una advertencia urgente para la comunidad internacional, instándola a priorizar la investigación y la atención médica centrada en abordar este creciente desafío de salud pública a escala global.
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