Nativos americanos en Los Ángeles defienden sus derechos

Líderes de la Coalición "¡Educación indígena! ¡Ya!” buscan aumentar la visibilidad y representación de las comunidades estudiantiles indígenas en presupuestos y políticas del LAUSD

La cumbre de la comunidad nativa e indígena se realizó en el Museo Japonés Americano de LA.

La cumbre de la comunidad nativa e indígena se realizó en el Museo Japonés Americano de LA.  Crédito: fOTOS: JORGE LUIS MACÍAS | Impremedia

“¡Educación indígena! ¡Ya!” es el mensaje que enviaron líderes Nativos Americanos y de los pueblos indígenas que buscan aumentar la visibilidad y representación de las comunidades indígenas en presupuestos y políticas del LAUSD, ya que representan el 20% de todos los estudiantes.

Al finalizar una cumbre de tres días en el Museo Nacional Japonés Americano, catedráticos, miembros de la Coalición “Educación Indígena ¡Ya!”, del UCLA American Indian Studies Center, Pukúu Cultural Community Services, California Native Project, Tzicatl CDC y Anawakalmekak concluyeron en la necesidad de defender los derechos de los estudiantes nativos americanos e indígenas.

Durante el evento de tres días en el Museo Cultural Japonés-americano de Los Ángeles, el profesor Gaspar Rivera Salgado, director del Centro de Estudios Mexicanos de UCLA expuso que, en el censo del país vecino, el 24% de los mexicanos se autoidentificaron como indígenas.

“Y, si aplicamos ese dato solo al 20% de los estudiantes latinos del LAUSD, estamos hablando de más de 100,000 estudiantes con raíces indígenas”, dijo. “Además, en Los Ángeles y en el condado tenemos una población muy grande de estudiantes nativos americanos”.

Uno de esos estudiantes es Panchebe Manahuaiatlaka, indio Navajo-Mexica de 19 años, quien vive en Hacienda Heights y estudia filmación en Mt. San Antonio College, en la ciudad de Walnut.

Panchebe Manahuaiatlaka junto a Nesha Xuncax Che, una mujer Maya Canjobal de Guatemala.

“Me he dado cuenta de que tengo un puñado de familiares que niegan y otros que confirman que son de Guatemala”, dijo. “Ellos confirman mi ascendencia mesoamericana”.

El joven nativo americano dice sentirse “genial”.
“Ellos son mi familia y eso me permite saber que no estoy solo y que hay mucho potencial en nosotros como individuos para luchar por forjar nuestro destino”.

Igual que todos los participantes, Panchebe aspira a que se les respeten sus derechos y que como comunidades indígenas y de nativos americanos y que tengan un control de base comunitario sobre los recursos y el desarrollo de programas para los estudiantes indígenas.

Dichos programas están avalados desde 1989 por el Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales y por la Declaración de Derechos Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

“También, hay declaraciones que reconocen el hecho de que la historia de California es una de genocidios contra los pueblos indígenas”, dijo Marcos Aguilar, director ejecutivo de la escuela autónoma Anawakalmekak.

“Entonces, ¿cómo sanar de eso si no hay una inversión y un enfoque de hacia el futuro de nuestra juventud indígena?”, añadió. “Nuestro destino tiene que estar bajo el control y cuidado de la comunidad de los pueblos indígenas, en particular, en la zona urbana”.

La Coalición Indígena Educación Ahora (IEN), compuesta por estudiantes, padres, miembros de la comunidad, tribus y organizaciones nativas, anunció en 2021 que la Junta de Educación del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) votó unánimemente para dedicar $10 millones para apoyar el desarrollo de los estudiantes indígenas, lo que brindaría un alivio muy necesario para los estudiantes nativos e indígenas que han experimentado enormes dificultades debido a la pandemia.

El compromiso sobre el derecho a la educación indígena incluía una consulta que nunca se llevó a cabo, afirmó Marcos Aguilar, en cuya escuela -ubicada en el área de El Sereno- más de 264 estudiantes de los grados K-12 aprenden y hablan náhuatl (Mexihkatlahtolli) como representación de la autodeterminación de los pueblos indígenas y como base educativa para la educación del resurgimiento indígena en Los Ángeles y en cualquier lugar donde vivan, aprendan y trabajen comunidades nahuas.

Inacción del LAUSD
En base a la inacción del LAUSD, Aguilar y la coalición enviaron una protesta y una demanda en contra LAUSD ante la oficina federal de Derechos Civiles del Departamento de Educación.

Participantes de la cumbre de la Coalición ¡Educación indígena! ¡Ya!”, que duró tres día en LA.

Aunque la protesta y demanda no procedieron porque los asuntos tribales no corresponden a esta oficina, la coalición ganó notoriedad y una atención que se desvaneció por la pandemia.

“Otra realidad fue que Covid-19 también tuvo un fuerte impacto en nuestras comunidades indígenas”, declaró Marcos Aguilar. “Junto con otras organizaciones como CIELO (Comunidades Indígenas en Liderazgo) nos convertimos en base de apoyo para todas las comunidades indígenas del condado de Los Ángeles; distribuimos comida e información sobre medicina y vacunas, además, seguimos el avance académico de los estudiantes durante la pandemia”.

El nombre de la escuela Anawakalmekak hace referencia a la diáspora nahua histórica y moderna, a las tierras nativas y a los sitios ancestrales de sus orígenes. La nueva ortografía del nombre de dicha escuela refleja la integración y adopción de un nuevo sistema de escritura que nace de la autodeterminación de los pueblos indígenas, lingüistas y comunidades Nawa.

En junio de 2021, la demanda concluyó en un compromiso de $10 millones del LAUSD hacia la iniciativa sobre el mejoramiento de la educación indígena.

Aunque el financiamiento fue aprobado por la Junta Directiva del LAUSD, no se ha implementado.
Aguilar indicó que la inacción obedece a que “ellos no entienden las necesidades de las comunidades indígenas; tampoco entienden los derechos de los pueblos indígenas ni las particularidades sobre la educación indígena que se tiene que llevar a cabo”.

“Además, no entienden cómo llevar a cabo la consulta con los pueblos indígenas, y ha sido, forzosamente, un proceso de aprendizaje y enseñanza para la burocracia del distrito escolar”, subrayó Aguilar.

Y, aunque con el nuevo superintendente, Alberto Carvalho, se reiniciaron las pláticas, el LAUSD no tiene los mecanismos adecuados para tratar con las necesidades de los estudiantes indígenas.
Al cierre de edición, en la oficina de comunicaciones del LAUSD nadie respondió sobre el porqué el distrito no ha implementado el presunto apoyo de $10 millones para el Indigenous Student Achievement (Logro de Estudiantes Indígenas).

Lenguaje y cultura es poder
Nicholas Smith, integrante de San Pasqual Band of Mission Indians, -una de las trece bandas que componen la Nación Kumeyaay en el sur de California-, consideró que el desarrollo económico es esencial, pero no lo es todo.

“Algunas naciones tienen casinos, pero también necesitamos desarrollo cultural y del lenguaje; eso es lo que yo quisiera llevar a mi comunidad y a nuestra juventud”, dijo el profesor de 20 años. “Mi cultura, mi idioma y mis valores son importantes para mí y mis futuros hijos”.

Smith expresó que sus bisabuelos hablaban tres idiomas: inglés, español y Hokan, un idioma similar al de los yumanos, pero, en la actualidad, solamente unos pocos kumeyaay lo hablan con fluidez.

“Lenguaje y cultura es poder”, dijo. “En California, nosotros tuvimos tres tipos de invasores: los españoles, el gobierno mexicano y el gobierno estadounidense; cada uno tuvo sus propias políticas para colonizarnos y despojarnos de nuestra cultura y quitarnos todo”.

“¿Conoces los 49ers? Ellos son los que vinieron durante la fiebre del oro; consiguieron el oro y extrajeron todos los recursos de nuestras tierras y nuestra cultura; desequilibraron nuestro medio ambiente y ahora se ven los incendios forestales causados por la colonización causada por el agotamiento de las tierras”.

Romeo Campos quien es Payómkawichum (gente del oeste) de la Tribu Pechanga y Tongva, los residentes originarios de San Luis Rey, California, afirma que su misión como nativo americano no es solo sobrevivir, sino prosperar en el futuro.

“Como pueblos indígenas en Estados Unidos nunca hemos sido aceptados como personas normales en la corriente principal de pensamiento [americano]”, dijo el organizador y diseñador juvenil de 24 años, quien trabaja para la organización sin fines de lucro Ataaxum Pomkwaan, que significa “Para la gente”.

“Es por eso por lo que, para nosotros, siempre se ha tratado de supervivencia”, añadió. “A veces se nos da lo mínimo para existir y todavía estamos aquí; merecemos que nuestras familias estén bien y sean aceptadas, vivir con nuestra educación, con las formas tradicionales en que siempre hemos vivido”.
Al hacerlo de esa manera, -añade- quieren decidir su propio prosperidad y futuro, y no solo seguir sobreviviendo.

En esta nota

Comunidades indígenas
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain