Trabajadora del campo celebrará su primer Día de las Madres con residencia de EE UU

La obtiene gracias a una petición de su hijo, lo que la ayuda a arreglar su estatus migratorio tras 35 años de vivir en las sombras

María Pilar Cruz Menera con su hijo Daniel Edward Reyes.

María Pilar Cruz Menera con su hijo Daniel Edward Reyes.  Crédito: Paulina Herrera | Cortesía

María Pilar Cruz Menera, una madre soltera de origen oaxaqueño, quien ha pasado la mayor parte de su vida trabajando en los campos de California, celebrará su primer Día de las Madres como residente de Estados Unidos.

“Hace como una semana me llegó mi tarjeta de residente; así que ahora mi mayor deseo es ir a México y hacerme ciudadana dentro de cinco años que califique”, dice esta madre, quien llevaba 35 años viviendo en el limbo migratorio.

María Pilar Cruz nació en Puerto Escondido, Oaxaca, México y emigró a Estados Unidos en 1989. La mayor parte del tiempo que lleva en California ha trabajado en los campos agrícolas de uvas.

“He llevado una vida muy dura, trabajando desde las seis de la mañana, y a veces hasta las 7 de la tarde piscando uva; en el empaque, por lo menos comienzo a trabajar a las 8 de la mañana”.

María Pilar Cruz Menera con su hijo Daniel Edward y su nieto Daniel.
Crédito: Paulina Herrera | Cortesía

Daniel Edward Reyes, único hijo de María Pilar, nació en el Valle Central de California, situación que le permitió a los 21 años someter una solicitud de residencia para su madre.

“Me ayudó mucho que ya tenía una petición previa de residencia que en 2001, mi mamá nos metió a mis hermanos y a mí”, explica, pero la solicitud de su hijo quien se dedica a las bienes raíces y que le ha dado un nieto, que ahora tiene tres años, fue definitiva.

Durante las más de tres décadas que vivió en las sombras, María Pilar confiesa que se sentía encerrada, siempre con miedo y temor a que los agentes de migración la fueran a detener y deportar.

“No puede uno andar como quiera. Antes se oía mucho, que la migración se llevaba a la gente. Estaba dura la situación. Así que mi hijo fue él que me dijo: ‘ya mete la solicitud de residencia, ya voy a poder arreglarte’. Llegué a pensar que nunca iba a poder ser residente”.

En la actualidad, María Pilar tiene 62 años y trabaja en una empacadora en Reedley, una pequeña ciudad en el condado de Fresno, California, donde vive y nació su hijo.

María Pilar Cruz Menera trabaja en un empaque de naranjas. (Fotos Paulina Herrera)
Crédito: Cortesía

El abogado de inmigración Sergio Siderman explica que Daniel, el hijo de María Pilar, presentó la petición I-130 de ajuste de estatus,  en septiembre del 2020, en plena pandemia de covid-19, lo que de inició le permitió obtener un permiso de trabajo.

“Sin tener que salir del país, recibió la tarjeta de residente sin restricciones, con vigencia de diez años”, explica.

El abogado Siderman detalla que María Pilar no tuvo que salir del país para recibir su residencia permanente, debido a que su madre María Azucena Menera había presentado otra petición de residencia para su hija bajo la sección de la ley 245 (i).

Con su hijo Daniel en brazos, María Pilar Cruz en la foto con su mamá María Azucena Menera y su hermana Guadalupe Cruz. (Fotos María Pilar Cruz)
Crédito: Cortesía

Basado en este caso, el litigante recomienda a los inmigrantes con hijos nacidos en el país, que presten atención a fechas importantes como cuando el mayor de sus hijos o hijas cumplan 21 años para que cuanto antes puedan someter una petición a familiares inmediatos como su padre y madre.

“La petición I-130 para solicitar a un familiar inmediato extranjero es la forma más segura, rápida y efectiva para emigrar legalmente a Estados Unidos, pero aún así, cada caso pasa por un proceso estricto de revisión. Siempre es importante presentar un expediente con todos los documentos necesarios para ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo”.

El abogado añade que si María Pilar no hubiera contado con la petición de residencia previa que le hizo su madre en 2001, al haber entrado de manera indocumentada al país, con solo la solicitud de su hijo, habría tenido que ir a Ciudad Juárez para una entrevista con las autoridades de migración, lo cual siempre resulta más riesgoso.

María Pilar Cruz Menera con su hijo Daniel Edward hace algunos años. (Fotos María Pilar Cruz)
Crédito: Cortesía

La oaxaqueña María Pilar dice que lo que más le hace ilusión ahora que se ha hecho residente de Estados Unidos es poder volver a su tierra.

“Aunque yo llegué a California en 1984, en 1994 regresé, pero desde entonces nunca he vuelto; y tengo muchas ganas de regresar a Puerto Escondido. Yo crecí y viví cerca de la playa, y quiero verla de nuevo; y también aunque mi mamá va y viene, tengo otros familiares y conocidos con los que me gustaría reencontrarme y platicar”.

Maria Pilar Cruz recibe su residencia al lado de su hijo Daniel Reyes y su nieto Daniel Jr.
Crédito: Paulina Herrera | Cortesía

María Pilar planea viajar a Oaxaca en diciembre, junto con su hijo y su nieto, en un viaje que sin duda será inolvidable y lleno de emociones.

Por lo pronto, esta madre y abuela no cabe de la dicha porque el próximo 10 de Mayo será el primero en su vida en este país, que podrá disfrutarlo tranquila sin temor a la separación de su único hijo y de su nieto.

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