Alertan a la NASA sobre un potencial accidente catastrófico en sus próximos lanzamientos espaciales

El contratista ValveTech ha instado a la NASA a retrasar el lanzamiento del Boeing Starliner debido a preocupaciones de seguridad. Durante un reciente intento fallido de lanzamiento, se detectó un zumbido que podría indicar una fuga en una válvula crítica, sugiriendo que esta ha superado su vida útil y representa un riesgo catastrófico. Erin Faville, presidenta de ValveTech, argumentó que forzar un nuevo lanzamiento sin investigar a fondo el problema podría resultar desastroso.

Fallo potencial crítico

ValveTech, responsable del suministro de piezas a la NASA, ha enfatizado la gravedad de este fallo potencial. Según Faville, el sonido escuchado durante el lanzamiento fallido podría ser una señal de una falla inminente. La válvula defectuosa, fabricada por Aerojet Rocketdyne, aparentemente imitaba diseños de ValveTech y no ha sido reemplazada adecuadamente tras el incidente. La preocupación de ValveTech radica en que la válvula podría no ser segura para su uso continuado sin una revisión y pruebas exhaustivas.

La United Launch Alliance (ULA), encargada de llevar el Starliner al espacio, ha desestimado las acusaciones de ValveTech, calificándolas de infundadas. Bill Hill, director ejecutivo de ULA, aseguró que las pruebas internas no han revelado ninguna fuga en la válvula mencionada, y que el Starliner está preparado para el lanzamiento. Sin embargo, la controversia ha arrojado una sombra sobre Boeing, que ya enfrentaba una serie de problemas de seguridad y críticas públicas por incidentes previos con sus productos.

La NASA, en respuesta a estas preocupaciones, ha retrasado el lanzamiento del Starliner hasta el 17 de mayo, pero ValveTech insiste en que se deben tomar medidas más rigurosas. Faville ha solicitado a la agencia que reexamine sus protocolos de seguridad y realice controles más exhaustivos para garantizar que la nave esté en condiciones óptimas antes de proceder. Esta situación refleja un conflicto más amplio en la industria aeroespacial, donde la presión por cumplir con los cronogramas de lanzamiento a veces puede entrar en conflicto con las exigencias de seguridad rigurosas.

Boeing bajo la lupa

Boeing, bajo escrutinio debido a estos problemas, también se encuentra en una posición delicada. La compañía ha estado en el centro de investigaciones gubernamentales y críticas por su manejo de la seguridad, especialmente tras accidentes fatales relacionados con sus aviones comerciales. La situación del Starliner añade una capa adicional de presión sobre Boeing para demostrar que sus productos son seguros y confiables.

ValveTech ha exigido respuestas claras de la NASA, Boeing y Aerojet Rocketdyne sobre cómo se aprobó la válvula defectuosa para su uso. La compañía sostiene que no se realizaron las pruebas adecuadas y que el riesgo de un lanzamiento sin solucionar el problema es demasiado alto. Mientras tanto, la NASA ha iniciado una investigación para determinar la causa del zumbido y evaluar la seguridad general del Starliner.

La comunidad aeroespacial sigue de cerca este desarrollo, consciente de que un fallo en el lanzamiento podría tener consecuencias catastróficas no solo para la misión específica, sino también para la reputación y el futuro de los programas espaciales tripulados de la NASA. En los próximos días, se espera que la agencia proporcione más información sobre los resultados de su investigación y las medidas que tomará para abordar las preocupaciones de seguridad planteadas por ValveTech.

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