Sabías que entre más años vivas, más riesgo de Alzheimer y demencia

Se ha convertido en la segunda causa de muerte en California; y quienes viven en las zonas rurales, enfrentan muchas barreras para recibir cuidado y atención

El alzheimer se propagó de persona a persona en algún tiempo: ¿podría contagiarse en la actualidad?

Estamos viviendo más años, y con ello, viene el riesgo de sufrir demencias. Crédito: Frau aus UA | Shutterstock

A medida que más personas viven una vida más larga, como nunca antes se enfrentarán a sufrir la enfermedad de Alzheimer y demencias; y la situación es mucho más crítica para quienes viven en las áreas rurales de California ante la falta de opciones de cuidado.

Los californianos que viven en regiones rurales y remotas enfrentan desafíos adicionales en cuanto a acceso a servicios preventivos, de detección, diagnóstico y atención, proveedores de atención médica y recursos en comparación con los californianos que viven en comunidades urbanas.

La falta de transporte público significa tiempos de viaje más largos para acceder a estos servicios y recursos de atención médica críticos. Esto puede afectar no sólo a la persona que experimenta signos de Alzheimer, sino también a sus familias.

Durante la videoconferencia: “Cómo acceden los pacientes con Alzheimer al Cuidado en Comunidades Rurales”, organizado por Ethnic Media Services, proveedores de atención médica, investigadores y defensores hablaron de cómo están trabajando para abordar las disparidades en el acceso y satisfacer las necesidades de las comunidades rurales desatendidas de California a medida que su población envejece y crece.

La segunda causa de muerte

La doctora Rita Nguyen, subdirectora de salud del Estado de California y directora de salud de la población del Departamento de Salud Pública de California, dijo que el Alzheimer es la segunda causa de muerte en el estado.

“Solía ser la tercera causa, y, según nuestros datos, superó al accidente cerebrovascular hace poco tiempo. Y se prevé que esta cifra se duplique para 2040”.

Afirmó que el Alzheimer es absolutamente algo de lo que debemos ser conscientes para que las comunidades tengan las herramientas para prevenir y cuidar a las personas que padecen esta enfermedad.

“Es importante saber que el principal factor de riesgo es la edad; y que California es el estado con más adultos mayores de 65 años, lo que destaca la necesidad de concientizar, educar y prepararnos”.

Por esa razón, California por primera vez lanzó una campaña de concientización sobre la enfermedad de Alzheimer desarrollada por el Departamento de Salud Pública de California para cambiar la percepción pública, reducir el estigma y dar un mensaje de esperanza.

“Junio es particularmente relevante porque es el Mes de la Concientización del Alzheimer y el Cerebro”.

Señaló que la California rural es el hogar de 2.3 millones de residentes, el 6% de la población, y sus residentes tienden a ser mayores que los de las zonas urbanas.

Por lo tanto, enfrentan barreras económicas y geográficas que pueden hacer difícil para las familias y los individuos el acceso a los recursos y al diagnóstico.

Dijo que las mismas cosas que ayudan a prevenir el Alzheimer y otras enfermedades cognitivas del cerebro son las mismas que evitan la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.

Y estas son: comer bien, mantenerse activo, hacer ejercicio, socialmente conectado y dormir bien.

Los desafíos en la zona rural

Carmen Estrada, directora ejecutiva del Inland Caregiver Resource Center en San Bernardino, explicó que por 39 años, han ayudado a las familias a lidiar y manejar los desafíos del envejecimiento y el cuidado.

“En nuestra región hay dos comunidades rurales, el alto desierto en Victor Valley y en el área de Palm Springs donde hemos encontrado que las personas son muy cercanas y muchas veces, la gente de fuera no es bienvenida”.

Como consecuencia, dijo que han tenido que ir creando relaciones y colaborando para dar apoyo para el Alzheimer.

“Nos hemos tomado el tiempo para conocer las necesidades de la comunidad y cómo quieren recibir la información, a través de sesiones para escucharlos y grupos de sondeo; y esto toma tiempo”.

Dijo que recientemente trabajaron en la creación de un conjunto de herramientas para cuidados paliativos dirigido a la comunidad latina. 

“Como proveedor de servicios, entré con muchos conceptos erróneos pensando que nuestra comunidad simplemente no quiere hablar de cuidados paliativos al final de la vida o cuidados para personas con Alzheimer”.

Cuidadores familiares

María Cortez, cuidadora de un familiar con Alzheimer, residente del condado de Glenne, relató que a su hermano le detectaron demencia temporal frontal, una enfermedad cerebral progresiva , después de perder su trabajo y un divorcio.

“Vivía por su cuenta y mostraba síntomas que nadie conocían como maldecir a alguien sin una razón aparente o simplemente le decía a la gente que se largaran”.

Pero eso no fue todo, un día comenzó a manejar y terminó en San Diego, sin saber qué hacía allá; en otra ocasión, fue a parar a Reno, Nevada, se desmayó y tuvo un accidente.

“Finalmente decidí viajar de Texas a California, y descubrí que sus condiciones de vida eran horribles. Vivía como un animal junto a otras personas con las que se habían juntado y se habían aprovechado de él”.

Después de tenerlo un tiempo en Texas, regresaron a California y les tomó como cuatro meses sacar a la gente que se había apoderado de la casa de su hermano.

“Como a mi hermano ya no le quedaba dinero, lo tuve que inscribir en MediCal y conseguirle un doctor primario; y cuando lo refirieron a un neurólogo, tuve que manejar dos horas hasta Sacramento porque no había nada cerca”.

Dijo que para ella fue difícil porque tiene 66 años y es mayor que su hermano, y siempre tenía que buscar citas a mediodía para no tener que conducir muy temprano cuando se le dificultaba ver.

“Otro de los desafíos fue que los síntomas se le presentaron rápidamente: pérdida de la memoria, ansiedad, alucinaciones, falta de empatía y ni idea de la higiene personal”.

Dijo que lo más difícil fue cuando su hermano necesitó ayuda para vestirse y bañarse, porque no podía hacerlo por sí mismo. “Eso fue muy fuerte para mí porque él es un hombre, y yo, una mujer”.

Y agregó que si no hubiera podido mudarse de Texas al condado de Glen, y semiretirarse, su hermano ya estaría muerto.

Falta de opciones

Hagar Dickman, abogada de la organización Justice in Aging dijo que a través de un proyecto para identificar las barreras para el cuidado personal, encontraron que solo una porción de la población tiene un cuidador familiar.

“El programa más grande de California para el cuidado personal de adultos de bajos ingresos es el de servicios de apoyo a domicilio (HSS) que presta servicios a 700,000 personas”.

Dijo que realmente es un programa esencial para que los adultos mayores y las personas con discapacidades puedan vivir en la comunidad y mantenerse alejados de los hogares de ancianos. 

“El 70% de los usuarios de HSS en realidad tienen un cuidador familiar”.

Sin embargo, mencionó que las personas de bajos ingresos con Alzheimer y demencia de nivel medio a avanzado realmente no tienen opciones de atención comunitaria  y enfrenten desafíos particularmente importantes en las áreas rurales”.

Indico que sin atención, las personas con demencia y afecciones relacionadas tienen que recibir atención institucional o morir en hospitales o en casa. 

“El impacto de lo que escuchamos de la gente de las zonas rurales se siente mucho más porque hay menos servicios médicos y hogares de ancianos, sin cuidadores capacitados en atención a la demencia y opciones de transporte”.

En esta nota

Alzheimer
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain