Qué puede causar el calor extremo en tu cuerpo, según los CDC
El calor extremo, caracterizado por altas temperaturas y humedad, puede causar enfermedades graves como agotamiento por calor e insolación, especialmente en personas vulnerables
Durante el verano, el calor extremo se convierte en un problema serio que afecta a muchas personas en diversas regiones del mundo. Este fenómeno se caracteriza por temperaturas significativamente más altas y/o húmedas que el promedio estacional de una zona específica.
Las altas temperaturas, combinadas con altos niveles de humedad, pueden hacer que la sensación térmica sea aún más intensa, incrementando el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor.
Cuando el cuerpo humano no logra enfriarse adecuadamente, pueden surgir problemas como el agotamiento por calor o la insolación. Bajo condiciones normales, el sudor ayuda a regular la temperatura corporal, pero en situaciones de calor extremo, este mecanismo puede fallar. Como resultado, la temperatura corporal puede aumentar rápidamente, lo que puede llevar a daños graves en el cerebro y otros órganos vitales.
Existen varios factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el calor, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Entre ellos se encuentran los altos niveles de humedad, la obesidad, la fiebre, la deshidratación, el uso de ciertos medicamentos recetados, enfermedades cardíacas, enfermedades mentales, mala circulación, bronceado y el consumo de alcohol.
Es especialmente importante destacar que los adultos mayores, los niños y las personas con enfermedades crónicas y mentales son particularmente vulnerables. No obstante, incluso las personas jóvenes y saludables pueden verse afectadas si realizan actividades físicas intensas durante el calor extremo.
Mantén tu cuerpo fresco
Para prevenir las enfermedades relacionadas con el calor, es esencial equilibrar las actividades al aire libre con medidas que ayuden a mantener el cuerpo fresco. Esto incluye tomar descansos regulares en lugares frescos, hidratarse adecuadamente y vestirse con ropa ligera y de colores claros. También es recomendable evitar la exposición directa al sol durante las horas pico de calor y utilizar protector solar para prevenir quemaduras.
El agotamiento por calor se manifiesta a través de síntomas como sudoración excesiva, piel pálida, mareos, náuseas, vómitos y debilidad. Si no se trata a tiempo, puede evolucionar a una insolación, una condición mucho más grave que se caracteriza por una temperatura corporal extremadamente alta, confusión mental, pérdida de conciencia y, en casos extremos, puede ser fatal. Ante cualquier signo de estas condiciones, es crucial buscar atención médica inmediata.
Además de las medidas individuales, es vital que las comunidades y los lugares de trabajo implementen estrategias para proteger a las personas del calor extremo. Esto puede incluir la provisión de áreas sombreadas y frescas, acceso a agua potable y la planificación de actividades físicas en horarios más frescos del día. Las obras de construcción, los eventos deportivos y otras actividades intensas deben programarse considerando las condiciones climáticas para minimizar el riesgo.
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