Explorando el mundo de la aviación desde el Centro de Ciencias de California

Estudiantes de Boyle Heights tendrán la oportunidad de explorar carreras de ciencia e ingeniería del vuelo

Estudiantes reciben clases que los inspirarán en la carrera de aviación.

Estudiantes reciben clases que los inspirarán en la carrera de aviación. Crédito: CSC | Cortesía

Desde una temprana edad Moisés “Moy” Martínez le llamó la atención explorar el espacio fuera del planeta, así que no tardó mucho en decirse lo que le gustaría ser de grande: un astrónomo.

Ahora Martínez, que va empezar en su último año de la Academia Magnet de Matemáticas, Ciencias y Tecnología en la escuela secundaria Roosevelt en Boyle Heights, dice que le gustaría ser el ingeniero que diseña diferentes tipos de aviones para mejorar y avanzar la tecnología que existe. 

“Siempre pensé que el espacio era realmente genial, pero a medida que crecí comencé a pensar en no estar en el espacio, sino en crear cosas que pudieran ir al espacio y estar en los cielos, como aviones o cohetes espaciales”, dijo Martínez.

Debido a su interés en la astronomía, un consejero en su escuela le sugirió que se inscribiera al nuevo programa del Equipo de Vuelo para Estudiantes del Centro de Ciencias de California.

Profesionales de United explican a los jóvenes algunas opciones sobre carreras de aviaación.
Crédito: CSC | Cortesía

Aunque al principio no estaba seguro de su decisión, a una semana de terminar el programa se siente muy agradecido de haber sido parte de este esfuerzo.

“Siento que a través de este programa aprendí que definitivamente aquí es donde quiero estar. Aquí es donde definitivamente veo mi futuro”, explicó Martínez.

Este programa fue creado exclusivamente para dar oportunidades a los estudiantes de secundaria que ingresan al grado 11º y 12º en el otoño de 2024 y que asisten a la Academia Magnet de Matemáticas, Ciencias y Tecnología de la Escuela Secundaria Theodore Roosevelt o la Escuela Secundaria Felicitas y Gonzalo Méndez.

De acuerdo con el sitio web del programa, cada estudiante tendrá la oportunidad de explorar carreras de aviación e interactuar con profesionales en el campo, actividades prácticas sobre la ciencia y la ingeniería del vuelo, servir como facilitador, iniciar contacto con los invitados para enriquecer su visita al Centro de Ciencias y obtener experiencia de vuelo de primera mano en un vuelo comercial.

La pasantía dura 8 semanas y a todos los estudiantes que participan se les paga el mínimo salario en el condado de Los Ángeles que es $17.28 por hora.

De acuerdo con Rosemary Garista, directora de programas comunitarios del Centro de Ciencias de California, una de las grandes ventajas del programa es poder demostrar la gran diversidad, no solo en los trabajos que existen en la aviación pero también en las personas que trabajan.

“Acabamos de tener un piloto de Delta Airlines que vino a hablar con los estudiantes y realmente ayudó a generar inspiración”, dijo Garista. “Son modelos a seguir que estos estudiantes pueden admirar y pueden verse representados en el campo, en algo a lo que ellos también pueden aspirar…”.

La semana pasada los estudiantes recibieron un paseo al Aeropuerto de Los Ángeles (LAX) donde aprendieron de las diferentes personas con las que hablaron y que hacen que funcione un aeropuerto; después fueron parte de un vuelo hasta San Francisco donde entraron a la cabina y aprendieron sobre las habilidades que debe tener un piloto.

Kaitlyn Arreola-Guzmán, una estudiante de último año en la escuela secundaria Felicitas y Gonzalo Méndez, dice que antes de ingresar al programa realmente no tuvo mucho interés en la industria de aviación, pero ahora piensa que le gustaría ser una ingeniera de pruebas de vuelo.

Además de las habilidades y aprendizaje de aviación como parte del programa, Arreola-Guzmán dice que le ha encantado poder aprender junto a otras personas.

“No solo aprendo sobre aviación, sino que también practicó habilidades de comunicación, trabajo en equipo y vinculación en equipo”, explicó Arreola-Guzmán. “El simple hecho de poder trabajar con otras personas apasionadas por la aviación también ha sido muy motivador”. 

De acuerdo con Garista, el primer año del programa ha sido un éxito y el próximo año espera poder hacerlo de nuevo, gracias a fondos de la fundación de Vera R. Campbell. 

Esta fundación comenzó y creó el programa como un vehículo para apoyar el potencial de la juventud, principalmente en Boyle Heights.

“Es una oportunidad de echar un vistazo al otro lado de lo que realmente es un pequeño ecosistema del que también pueden aprender y exponerse”, dijo Nadia Díaz Funn, vocera de la fundación Vera R. Campbell, quien agregó que este programa es una oportunidad para construir relaciones con mentores y compañeros, y apoyarse mutuamente mientras navegan en sus carreras.

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