Estudio asegura que el estrés durante el embarazo afecta el desarrollo del bebé
El estrés materno podría dejar huellas epigenéticas en genes de la placenta, afectando el desarrollo fetal y la salud futura del bebé, según un estudio reciente

Foto de archivo. Crédito: Prostock-studio | Shutterstock
Un nuevo estudio revela que el estrés experimentado por la madre durante el embarazo podría tener consecuencias significativas en el desarrollo del bebé, incluso desde las primeras etapas de gestación.
Investigaciones recientes, publicadas en la revista European Neuropsychopharmacology, muestran que el estrés materno podría dejar marcas epigenéticas en la placenta, afectando genes cruciales relacionados con la respuesta al estrés, como los que regulan la producción de cortisol, una hormona vital para el desarrollo fetal.

El equipo de investigación, dirigido por Lourdes Fañanás, catedrática de la Facultad de Biología y del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona (IBUB), junto con Elisabeth Binder, del Instituto Max Planck de Psiquiatría de Múnich, Alemania, ha trabajado en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y el equipo de BCNatal del Hospital Clínic-Idibaps, en Barcelona. Este estudio pone de manifiesto la importancia de la salud mental materna no solo para el bienestar de la madre, sino también para la salud futura del bebé.
El trabajo se centró en la placenta, un órgano crucial durante el embarazo que no solo provee nutrientes y oxígeno al feto, sino que también responde a factores externos, como el estrés, adaptándose al entorno del bebé.
No obstante, los mecanismos exactos por los cuales la placenta responde a estos factores aún son poco comprendidos. En este estudio, los investigadores encontraron que el estrés materno podría inducir cambios epigenéticos en genes de la placenta, específicamente en aquellos involucrados en la regulación del cortisol.
Afectar la función placentaria
Este descubrimiento es relevante porque las modificaciones epigenéticas no alteran la secuencia genética de los genes involucrados, pero sí cambian su funcionamiento. A través de un exhaustivo análisis de los cambios en el ADN, el equipo identificó alteraciones en varios genes clave, tales como HSD11B2, NR3C1 y FKBP5, todos asociados a la respuesta al cortisol.
Dichos cambios pueden afectar la función placentaria y, por ende, el desarrollo fetal, sugiriendo que el estrés, especialmente en el inicio del embarazo, puede tener efectos duraderos en la salud del niño.

Para llevar a cabo esta investigación, se realizó un estudio piloto con 45 mujeres embarazadas que eran madres primerizas. Durante su embarazo, se midieron los niveles de cortisol y se evaluaron los síntomas depresivos de las participantes.
Posteriormente, se analizaron las placentas de las mujeres tras el parto y se evaluó el desarrollo neurológico de los bebés a las siete semanas, mediante la prueba NBAS (Brazelton Neonatal Behavioral Assessment Scale).
La investigación utilizó una técnica avanzada de secuenciación para observar de forma detallada los cambios epigenéticos en grandes áreas del ADN. Esta metodología permitió identificar de manera precisa los efectos del estrés en los genes implicados en la regulación del cortisol, y se encontró que las madres que experimentaron niveles elevados de estrés durante el embarazo mostraron cambios epigenéticos en esos genes.
Águeda Castro, investigadora principal del estudio, destacó la importancia de cuidar la salud mental de las madres desde las primeras etapas del embarazo. Según ella, “el estrés puede dejar una huella biológica en el desarrollo del bebé, lo que hace esencial el apoyo emocional y psicológico durante el embarazo”.
Los resultados de este estudio, aunque aún preliminares, ofrecen nuevas perspectivas sobre la influencia de los factores psicosociales en la salud prenatal y subrayan la necesidad de intervenciones tempranas para apoyar a las mujeres embarazadas, especialmente aquellas en situaciones de vulnerabilidad emocional.
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