Los verdaderos campeones del Super Bowl
Empleados de supermercados enfrentan una de las semanas más ocupadas del año y piden mejores condiciones laborales
Aunque muchas personas están emocionadas de ver el Super Bowl este fin de semana, Grace García, una cajera, espera tener uno de los días más ocupados en Vons.
De acuerdo con la empleada, cada año los aficionados del fútbol americano llenan sus carros de refrescos, alitas de pollo, papas fritas, cerveza y postres durante el día de la final de la NFL, que este domingo enfrentará a los Chiefs de Kansas City contra los Eagles de Filadelfia.
Ciertamente, aparte del Día de Acción de Gracias, los estadounidenses comen más el domingo del Super Bowl que cualquier otro día, según el Sindicato Internacional de Trabajadores de la Alimentación y el Comercio (UFCW).
“Es estresante porque las líneas se ponen largas, la gente se pone impaciente y tratas de moverte rápido, pero nada más puedes controlar la situación como puedes”, explicó García que ha trabajado con la misma compañía por más de 30 años.
Pero a pesar de los buenos comentarios que recibe sobre su empeño laboral tanto de sus compañeros como de sus jefes, García solo recibe un sueldo de $26 por hora.
Por esa razón, ella junto con sus compañeros en el sindicato están luchando para conseguir un mejor contrato este mes que les asegure un aumento salarial y mejores condiciones laborales.
Además, abogarán para beneficios de salud seguros y planes de jubilación confiables, según el UFCW.
“Mucha gente vive de cheque en cheque y es difícil pagar renta y los alimentos… pero también estamos pidiendo que haya más personal porque pues no están agarrando gente y no están dando suficientes horas”, explicó García que es parte del UFCW.
El UFCW es un sindicato laboral compuesto de más de un millón de trabajadores en Estados Unidos y Canadá que trabajan en tiendas de comestibles, tiendas minoristas, farmacias, instalaciones de atención médica y de fabricación y en las industrias de procesamiento de alimentos y envasado de carne.
De acuerdo con García, el último contrato que negociaron les dio un aumento de $4.75 después de luchar y trabajar duro durante la pandemia cuando trabajadoras como ella se consideraban esenciales.
“Hicieron mucho dinero estas compañías y en muchas veces no querían pagar el sueldo de héroe…”, dijo la latina. “Nosotros nos estábamos exponiéndonos a enfermarnos y hasta hubo una persona que murió porque le dio Covid y fue una tristeza”.
James Peete es el encargado de productos lácteos y comida preparada en una tienda Ralph’s en la ciudad de Glendale. A pesar de que ha estado trabajando por 12 años, recibe un sueldo de $25.50 por hora, pero solo trabaja 16 horas por semana.
Además, el trabajador dice que alrededor de 17% de los miembros del sindicato padecen de inseguridad de vivienda.
Peete subraya que, en su tiempo con la tienda, ha notado una reducción de no tan solo el personal sino también a sus horas y hasta tuvo que encontrar un trabajo adicional para poder pagar para sus necesidades.
“Están reduciendo las horas de trabajo más que nunca y, de hecho, en lo que va de año, me han recortado más de 16 horas a la semana”, explicó Peete.
El empleado agregó que esas horas que recortaron normalmente se hubieran utilizado para servicio al cliente, pero ahora los clientes tienen que hacer el trabajo ellos mismos debido al aumento en cajas registradoras de autopago.
“Empaquetan sus propios alimentos, escanean sus propios alimentos y pagan un alto precio por hacerlo”, dijo Peete.
El padre de cuatro dice que ha sido demasiado difícil tratar de ganarse la vida para su familia y dice que ha tenido conexión con el sindicato desde hace años.
“Mi abuela también trabajaba como miembro del UFCW 770. En una época en la que podía vivir, comprar una casa, enviar a tres hijas a la universidad, una de ellas mi madre, y ahora estamos luchando para poder pagar el alquiler”, dijo Peete.
Tanto García como Peete dicen que solo buscan que las compañías valoren a los trabajadores y les paguen el sueldo que merecen y están dispuestos a luchar por ello.
“Mucha gente no se da cuenta de que las cosas que damos por sentado, como la semana laboral de 40 horas, las horas extras y cosas así que fueron logradas con mucho esfuerzo por los sindicatos y, si queremos salir de esto, tenemos que volver a ser sindicatos fuertes”, explicó Peete.