Socorristas de Nueva York enfrentan problemas de salud mental
Un estudio revela que más de la mitad del personal de emergencia en Nueva York padece problemas de salud mental, con un alto índice de suicidio contemplado
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Crédito: Leonard Zhukovsky | Shutterstock
Un reciente estudio sobre la salud mental del personal de respuesta a emergencias en el estado de Nueva York ha revelado cifras que reflejan las duras condiciones emocionales a las que se enfrentan estos profesionales. Más de 6000 socorristas participaron en la investigación, y los resultados destacan que más de la mitad de ellos sufre de trastornos mentales graves relacionados con su trabajo. El 56 % de los encuestados indicó experimentar síntomas de ansiedad, el 53 % sufría de depresión, y un 38 % presentaba signos de trastorno de estrés postraumático (TEPT). El 16 % de estos socorristas ha considerado el suicidio, lo que contrasta notablemente con el 4 % de la población general de Nueva York.
El impacto emocional de la labor en el campo de emergencias es evidente en testimonios como el de Romair Parrett, oficial de policía en Buffalo, quien compartió su experiencia personal de sufrir constantes ataques de pánico y ansiedad. “Ataques de pánico constantes, preocupación constante, despertarse por la mañana temblando”, relató Parrett, quien fue incapaz de seguir trabajando y se tomó tres meses de licencia debido a la ansiedad. Esta situación es representativa de un problema mucho mayor que afecta a los socorristas en su día a día.
El profesor de psiquiatría Steven Dubovsky, de la Universidad de Buffalo, subrayó la necesidad urgente de crear un sistema de apoyo de salud mental accesible y efectivo para estos trabajadores. A pesar de la naturaleza esencial de su labor, que a menudo les expone a situaciones extremas, los recursos para ayudarles a lidiar con las consecuencias psicológicas de su trabajo no siempre están disponibles o no cuentan con el nivel de confiabilidad necesario. El hecho de que el suicidio sea una opción considerada por muchos socorristas pone de manifiesto lo crítico de la situación y la carencia de un respaldo adecuado.
En este contexto, organizaciones como NYLEAP (New York Law Enforcement Assistance Program) están tomando cartas en el asunto para ofrecer apoyo a los socorristas en crisis. NYLEAP fue fundada por Jim Banish tras la trágica pérdida de su hermano, quien se suicidó mientras trabajaba como socorrista. Desde su creación, la organización ha capacitado a más de 2000 colegas en el estado de Nueva York, enseñándoles a reconocer los signos de sufrimiento emocional en sus compañeros y a ofrecer orientación profesional. Además, han implementado seminarios posteriores a incidentes críticos, en los que los socorristas pueden compartir sus experiencias traumáticas con otros profesionales que entienden la naturaleza de su trabajo.
La creciente conciencia sobre la salud mental de los socorristas está impulsando una cultura de apoyo y empatía dentro del ámbito de la respuesta a emergencias. Iniciativas como la de NYLEAP están ayudando a que la búsqueda de ayuda se convierta en algo normalizado, eliminando el estigma que aún persiste en muchas comunidades laborales. De este modo, los socorristas comienzan a sentirse más cómodos al buscar ayuda y al compartir sus luchas emocionales, un paso fundamental hacia la mejora de su bienestar.
Para los socorristas que necesiten ayuda, existen diversos recursos disponibles, como las líneas directas de crisis en los condados de Erie y Niagara, así como la línea directa nacional para la prevención del suicidio. Estos servicios están diseñados para ofrecer apoyo en momentos de desesperación y ofrecer alternativas viables para aquellos que atraviesan situaciones de angustia emocional.
El estudio ha puesto de manifiesto una realidad difícil de ignorar: los socorristas, quienes arriesgan sus vidas cada día para salvar a otros, también necesitan ser salvaguardados. Las instituciones y los programas de apoyo continúan desempeñando un papel esencial en la mejora de su salud mental, y es necesario continuar promoviendo la importancia de estos recursos para garantizar que estos héroes anónimos no enfrenten su carga en soledad.
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