Científicos buscan crear un atlas vaginal que revele secretos del aparato reproductivo femenino
Científicos instan a mapear el microbioma vaginal para abordar la brecha de género en salud, mejorar tratamientos y el impacto en embarazo y bienestar
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Crédito: mi_viri | Shutterstock
Un grupo de más de una docena de científicos ha lanzado un llamado urgente a la comunidad médica y científica para abordar un área históricamente subestimada en la investigación: el microbioma vaginal. En un artículo publicado en Trends in Microbiology, los expertos argumentan que la medicina occidental ha operado bajo una perspectiva androcéntrica, dejando de lado conocimientos fundamentales sobre la salud femenina. Según su análisis, esta omisión ha perpetuado una brecha de género en la atención sanitaria, afectando la calidad de vida de casi la mitad de la población mundial.
A pesar de que las mujeres tienden a vivir más tiempo que los hombres, su fragilidad es mayor, lo que conlleva un impacto social significativo. Los investigadores subrayan que muchas de las diferencias en salud entre ambos sexos no han sido completamente comprendidas, en gran parte porque el cuerpo femenino ha sido históricamente ignorado en la ciencia médica. En este contexto, proponen una iniciativa clave: la creación de un “atlas” del microbioma vaginal, una cartografía detallada de los microorganismos que lo habitan, con el fin de entender su influencia en la salud y el bienestar de las mujeres.
El microbioma vaginal es un ecosistema complejo compuesto por bacterias, hongos, arqueas y virus que interactúan en un delicado equilibrio. Cuando este equilibrio se altera, pueden surgir problemas de salud que van desde infecciones recurrentes hasta complicaciones en el embarazo. Sin embargo, la investigación sobre este tema ha sido limitada y, en su mayoría, se ha realizado en países de altos ingresos, dejando fuera a gran parte de la población mundial. Los científicos advierten que esta falta de datos representa una barrera significativa para el desarrollo de tratamientos más eficaces y equitativos.
Uno de los estudios más influyentes en este campo se publicó en 2010, cuando investigadores analizaron la microbiota vaginal de 400 mujeres en Norteamérica, clasificándola en cinco tipos distintos. A partir de este hallazgo, se ha demostrado que una reducción en la población de lactobacilos, bacterias esenciales para la salud vaginal, puede aumentar el riesgo de partos prematuros y otras complicaciones obstétricas. Además, la vaginosis bacteriana (VB), una condición caracterizada por el crecimiento excesivo de bacterias anaeróbicas y la disminución de lactobacilos, ha sido asociada con un mayor riesgo de infecciones de transmisión sexual y problemas reproductivos.
Los datos recopilados hasta ahora sugieren que ciertas poblaciones tienen una mayor predisposición a la VB. En particular, las mujeres negras y latinoamericanas en Estados Unidos parecen estar en mayor riesgo en comparación con aquellas de ascendencia asiática y europea. No obstante, los investigadores advierten que atribuir estas diferencias únicamente a la raza es un error metodológico. En su lugar, señalan la necesidad de considerar factores ambientales, socioeconómicos y de acceso a la atención médica para comprender mejor estas disparidades.
Para cerrar esta brecha de conocimiento, los científicos han impulsado iniciativas globales como las bases de datos VaHMP y VIRGO, que buscan recopilar información detallada sobre el microbioma vaginal en diversas poblaciones. Además, han promovido el uso de la “ciencia ciudadana”, un enfoque que involucra a la población en la recolección de datos y el diseño de investigaciones. Un ejemplo de ello es el proyecto Isala, que ha logrado captar el interés del público y ampliar la base de datos sobre salud vaginal a nivel internacional.
El objetivo final de esta iniciativa es desarrollar nuevas estrategias terapéuticas basadas en el microbioma vaginal, como las transferencias de microbiota y los productos bioterapéuticos vivos, que podrían revolucionar el tratamiento de múltiples afecciones ginecológicas. Los expertos insisten en que esta línea de investigación no solo beneficiará a las mujeres, sino que también contribuirá a una medicina más inclusiva y precisa, que considere la diversidad biológica en sus diagnósticos y tratamientos.
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