Entra en vigor prohibición para que estudiantes usen teléfonos en clase
Aplica para escuelas públicas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles; a algunos padres les preocupa que no los puedan usar en una emergencia
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Niños del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) ya no pueden usar el teléfono celular a la hora de clases. Crédito: Paloma de la Paz | Cortesía
Paloma Tlaxca, madre de un menor de diez años, que asiste al quinto año de la escuela elemental, considera que la prohibición en el uso de teléfonos celulares para los alumnos del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) en horas de clases, es la mejor decisión para que los menores se enfoquen al 100% en sus estudios.
“El teléfono es una distracción, y al no permitir que los estudiantes lo usen durante las clases, les evita la tentación de esta navegando en las redes sociales y en otro tipo de aplicaciones”, dijo esta madre, quien conoce de primera mano el asunto, ya que trabaja como maestra de inglés como segunda lengua para los colegios comunitarios de Los Ángeles.
Agregó que además al no tener el teléfono a la mano, los niños se pueden aburrir y verse obligados a pensar y crear muchas cosas.
“En el pasado, no teníamos teléfonos celulares y aprovechábamos cualquier receso y la salida de clases para socializar, jugar y estar más en contacto con nuestros compañeros”.
Ahora con los teléfonos, queremos estar todo el tiempo viendo que está pasando en las redes sociales, explorando en el Internet o con los videojuegos.
“Es una buena medida la que ha tomado el LAUSD porque va a ayudar a mejorar el rendimiento escolar de los estudiantes”.
El martes 18 de febrero, entró en vigor en las escuelas del LAUSD, la prohibición del uso de teléfonos celulares aprobada por la Junta Directiva el pasado mes de junio para mejorar el involucramiento de los estudiantes, reducir el acoso y mejorar la salud mental.
Si bien las reglas y detalles de esta nueva política pueden variar ligeramente de una escuela a otro, lo que no puede cambiar es que los teléfonos celulares de los niños deben estar apagados y guardados durante las horas escolares y la hora del almuerzo.
En noviembre pasado, el superintendente del LAUSD declaró que los estudiantes finalmente serían separados de sus teléfonos durante los días de clases, lo que les permitiría ser los niños que son.
“Eso les permitirá interactuar socialmente con compañeros de su edad y no distraerse en el aula”.
Las escuelas tendrán la opción de encerrar los teléfonos de los estudiantes en sus oficinas en algún casillero o armario, o simplemente les pedirán a los estudiantes que los guarden en sus mochilas.
Aquellos estudiantes que no acaten la nueva prohibición, podrán enfrentar acciones disciplinarias .
Quedarán exentos aquellos alumnos que necesiten acceder a sus teléfonos por razones de salud o tengan un programa educativo individualizado así como quienes necesiten ayuda con la traducción de idiomas y otras necesidades.
Evelyn Alemán, fundadora de Our Voice. Communities for Quality Education, un grupo bilingüe en Facebook de padres hispanos, dijo que los padres están de acuerdo en limitar el uso de los teléfonos durante el horario escolar.
“Les preocupa únicamente que en situaciones de emergencia cuando se presente una amenaza y se cierre el plantel o haya una pelea en el baño o alguna cosa relacionada con las pandillas, sus hijos no puedan tener acceso a sus teléfonos”, dijo.
Sin embargo, hizo ver que los padres coinciden en que el teléfono celular en manos de los estudiantes es un arma de distracción en horas escolares, y hay menores que no se enfocan en las clases porque están muy adictos a las redes sociales.
“Aún no tenemos claro los detalles de cómo va a funcionar en la práctica la prohibición, si los niños los van a guardar en sus mochilas o en algún lugar de las escuelas. No sabemos”.
Alemán comentó que a su juicio, la solución no es remover los móviles a los estudiantes sino darles un curso sobre cómo utilizar las plataformas sociales.
“El uso de estas redes ha llevado en algunos casos al suicidio de menores, a herir a otros o llevar armas a la escuela”.
Así que dijo que le gustaría que el LAUSD explorara dar un taller sobre los peligros de las plataformas sociales a la salud mental, al cerebro, al aspecto biológico y social.
“La tecnología es parte de nuestras vidas; y hace falta un curso formal que se imparta desde la primaria hasta la secundaria. Hoy hemos visto que cuando hay peleas en las escuelas, nadie interviene para detenerla, y por el contrario, se ponen a grabar para subirlas a las redes sociales”.
Justo como lo señala Alemán, una de las mayores preocupaciones de los padres es que los estudiantes puedan acceder a sus dispositivos durante una emergencias.
En esos casos, los estudiantes podrán tener acceso a su teléfono, si el personal de la escuela determina que es seguro para ellos, tenerlos.
En agosto, el gobernador de California, Gavin Newsom firmó una ley que obliga a todos los distritos escolares a restringir el empleo de teléfonos inteligentes en sus escuelas.
“Sabemos que el uso excesivo de teléfonos inteligentes aumenta la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental, pero tenemos el poder de intervenir”, dijo entonces el gobernador.
“Esta nueva ley ayudará a los estudiantes a centrarse en lo académico, el desarrollo social y el mundo que tienen frente a ellos, no en sus pantallas, cuando estén en la escuela”.