Viven entre la mugre  

En Lincoln Heights, inquilinos de viviendas asequibles con subsidio público propiedad de corporaciones denuncian condiciones de inseguridad e insalubridad 

Los inquilinos se manifiestan para que se hagan las reparaciones solicitadas en los apartamentos.

Los inquilinos se manifiestan para que se hagan las reparaciones solicitadas en los apartamentos. Crédito: Fotos: Jorge Luis MacÍas | Impremedia

Alfombras ennegrecidas de mugre, goteras en los techos, pasillos oscuros y lúgubres, con escasa visibilidad de día y de noche, agua estancada en áreas comunes y basura por doquier son apenas unas de las muchas condiciones visibles de cómo han vivido por años los inquilinos de los complejos de departamentos Tesoro Del Valle, Flores del Valle y Camino al Oro en el área de Cypress Park/Lincoln Heights. 

Cansados de ser ignorados y multados por los administradores y propietarios de los tres edificios ubicados entre la Avenida 25 y la calle Humboldt, se unieron para demandar respuestas y arreglos por parte de los propietarios. 

Los edificios son propiedad de la empresa arrendadora AMCAL de Agoura Hills. Están subsidiados a través del programa federal de Crédito Fiscal para Viviendas de Bajos Ingresos (LIHTC).  

El subsidio de LIHTC es administrado por el estado de California, y tiene como objetivo incentivar a los promotores privados a construir viviendas de alquiler asequibles.  

Los pasillos de los edificios presentan peligrosos charcos de agua.

Sin embargo, al dejar abandonadas y sin servicios las propiedades, los inquilinos denunciaron que la compañía los explota y que obtiene enormes ganancias a costa de las personas mayores y familias vulnerables que tienen niños. 

Liderados por Jorge Castillo y Alisa Light, exigieron mejores condiciones de vida, mayor seguridad y una administración respetuosa.  

Destacaron cuatro años de negligencia, acoso y falta de mantenimiento.  

Entre sus demandas específicas se incluyen administradores accesibles y respetuosos, iluminación exterior más brillante, entradas principales con llave, pasillos limpios y mantenimiento regular.  

¡Le subieron la renta más del 80%! 

“Yo tengo 18 años viviendo en estos departamentos; los managers [administradores] de antes sí respondían para resolver los problemas, pero de cuatro años a la fecha, nadie soluciona nada”, dijo Elisa Baires, una mujer salvadoreña de 67 años. 

La inmigrante del Departamento de La Paz, El Salvador, denunció que, además, en febrero de 2024 le aumentaron la renta más del 80% de un solo golpe: de $1,605 mensuales a casi $3,000. 

“A mí nadie me avisó., y cuando supe me dijeron que ya les debía $14,000”, denunció Elisa Baires. “Luego supe que ese dinero se lo cobraron a la Sección 8”. 

Según informes de Tenant Together, una familia que viva en Sección 8 en Los Ángeles puede ver un aumento legal de un máximo anual entre el 8.9% en un año, o un 10% si hay un estado de emergencia.  

La señora Baires mostró a La Opinión que, en el interior de su departamento, el lavaplatos solo está de adorno; la tubería debajo del fregadero está enmohecida; la pintura de la pared en la cocina está inflada, como consecuencia del agua filtrada por el interior de la madera. 

“La nueva mánager no respeta a nadie, y si hacen una reparación, se la quieren cobrar a uno”, dijo. “A muchos de nosotros no nos hace caso, pero sí a todos sus familiares que viven y casi llenan un edificio”. 

“Vi condiciones horrendas”: Eunisses Hernández 

“¡El techo, es un derecho!”, “¡Aquí estamos y nos vamos! ¡Y si nos echan, nos regresamos!”, gritaron decenas de hombres, mujeres niños y adolescentes, mientras caminaban por los oscuros pasillos de los edificios de departamentos, donde era evidente la basura que nadie había recogido o los charcos de agua que se trasminado de un piso a otro, sin que nadie la seque o limpie. 

La concejal Eunisses Hernández, representante del Distrito 1 de Los Ángeles se solidarizó con las familias y se comprometió a apoyarlos, enfatizando la necesidad de que las organizaciones de inquilinos exijan responsabilidades a las empresas por las malas condiciones de vida.  

“La primera vez que presenté un proyecto de ley para esta área, en Flores del Valle, fue en 2023”, dijo la concejal. “vi las horrendas condiciones en las que vivían las familias: pasillos sucios, llenos de tierra, moho y grafitis por los que tenían que caminar”. 

En el area común de los edificios ubicados en Lincoln Heights hay agua estancada.

Incluso, después de la caminata, “las condiciones alrededor de los apartamentos son horrendas. Todos merecen tener luz. Merecen poder disfrutar del espacio por el que, como mínimo, pagan”. 

Hernández expresó que se asegurará, junto con las familias, de que las corporaciones, “que se están enriqueciendo a costa de nuestra gente, rindan cuentas”. 

Tras considerar como “ridículo” lo que está sucediendo en los tres edificios de departamentos, Hernández fue acompañada por personal del Departamento de Vivienda de la ciudad, para asegurar que se hará el trabajo necesario para resolver las quejas y las familias reciban soluciones. 

Si bien mencionó que las corporaciones tienen mucho dinero y poder, “la gente tiene más poder que nadie, pero nadie merece vivir en las condiciones en las que se encuentran estos edificios”. 

Cobros “indebidos”, remolques y falta de reapariciones  

Entre la serie de anomalías que se viven en los complejos habitacionales de la Avenida 25, la señora Patricia Castillo, quien ha vivido por cinco años en la zona, denunció que la administradora, Loida Pérez, se ha encargado de llamar a la grúa para que incauten los vehículos cuando supuestamente están mal estacionados. 

“La primera vez le cobraron $700.00 dólares a mi esposo”, dijo. “Ya ni siquiera podemos estacionarnos aquí”. 

Nancy Villanueva, organizadora de la Alianza de Comunidades para el Empoderamiento de California (ACCE) destacó que el organismo ha colaborado con las familias para que aprendan sus derechos y también busquen mejorías en sus viviendas. 

“Todos han pagado la renta a tiempo y no quieren arreglarles los problemas que tienen”, dijo. “Reportan insectos, ratas, cucarachas, pero nadie les hace caso. Todo sigue igual desde hace cuatro años y son ignorados. Van a las oficinas a presentar una queja y la mánager nunca los atiende; por eso están molestos”. 

En efecto, otro de ellos es Carlos Lara, un hombre salvadoreño de Soyapango, quien tiene 13 años de vivir en uno de los edificios, donde paga $1,714 mensuales de alquiler. 

En el refrigerador de Carlos Lara no cierra bien la puerta del congelador.

“Si uno se retrasa un poquito, al cuarto día ya le aplicaron una multa de $50.00 dólares, pero eso sí, dijeron que me cambiarían el refrigerador y me instalaron uno usado que no cierra bien; hay goteras en la sala de estar y tengo que poner una olla para que el agua caiga cuando no funciona correctamente el aire acondicionado”. 

Respuesta de la empresa AMCAL 

Jennifer Gordon, portavoz de la empresa AMCAL, propietaria de los tres edificios respondió que las inquietudes de los inquilinos, particularmente las que tienen que ver con un riesgo para la salud publica dijo: “A pesar de las múltiples solicitudes de aclaración por parte de AMCAL desde el 5 de marzo, solo recibimos esta mañana un resumen vago de las inquietudes de ACCE, a las que estamos respondiendo”. 

“Nos resulta desconcertante que ACCE no haya informado de sus inquietudes a AMCAL hasta después del evento con los medios que celebraron [el jueves por la noche] en estas propiedades”. 

Añadió que, según una investigación de la empresa, “hasta la fecha, no hemos encontrado solicitudes pendientes de inquilinos que respalden la afirmación de ACCE sobre problemas de salud pública no resueltos ni órdenes de trabajo en estas propiedades”. 

Afirmó que “AMCAL se toma muy en serio la salud y la seguridad de los residentes y estas tres propiedades cumplen plenamente con todas las leyes y requisitos de salud y seguridad aplicables, según lo verifican rutinariamente la administración de la propiedad, AMCAL, la Ciudad de Los Ángeles y el Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD)”. 

Con relación a la inquilina que aseguró que la empresa aumentó su renta de $1600 a casi $3000, respondió: 

“Eso es incorrecto. El alquiler máximo permitido en estas tres propiedades, según lo establecido por el HUD y la Ciudad de Los Ángeles, es de $2,328 al mes para un apartamento de 3 habitaciones con un 60% del Ingreso Medio del Área (AMI). Si un residente tiene un Vale de Vivienda de la Sección 8, el alquiler mensual puede aumentar a $2,962.00 al mes; sin embargo, la gran mayoría de ese alquiler lo paga directamente la autoridad de vivienda que emitió el vale de la Sección 8, y no el inquilino. Creemos que esto puede ser un malentendido por parte del residente”. 

SIDE CON BULLETS 

Peticiones de los inquilinos: 

Los inquilinos de los tres edificios de la Avenida 25 y la calle Humboldt enviaron un pliego petitorio a las oficinas administrativas de FPI y de los dueños, donde quieren:  

• Que el edificio cuente con administradores más disponibles, profesionales y respetuosos con todos los inquilinos. 

• Asegurarse de que la iluminación alrededor del edificio, especialmente en la zona de Corona del Valle, sea más brillante. 

• Asegurarse de que la entrada principal esté cerrada con llave y sea accesible solo para los inquilinos. 

•Asegurarse de que los pasillos estén limpios y que se realice un mantenimiento regular en los tres edificios. 

•Dar seguimiento a los propietarios del edificio para atender las demandas de los inquilinos. 

• Brindar apoyo y recursos a los inquilinos para ayudarlos a hacer valer sus derechos y mejorar sus condiciones de vida. 

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