Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando dona sangre frecuentemente
Un estudio revela que la donación frecuente de sangre no aumenta el riesgo de enfermedades sanguíneas graves, pero puede inducir mutaciones genéticas

Los investigadores se propusieron investigar cómo la donación frecuente de sangre podría alterar las células madre sanguíneas. Crédito: ESB Professional | Shutterstock
Las células madre sanguíneas juegan un papel esencial en la renovación de la sangre, garantizando un suministro continuo de glóbulos rojos y blancos a lo largo de la vida.
Estas células, con su capacidad de autorrenovación, experimentan mutaciones genéticas que, con el paso del tiempo, pueden dar lugar a clones celulares con características genéticas similares.
Este fenómeno, conocido como hematopoyesis clonal, es común en personas mayores, especialmente en aquellas que superan los 60 años, y se vuelve aún más prevalente a medida que se avanza en edad. De hecho, se estima que más de la mitad de las personas mayores de 80 años presentan alguna forma de esta condición.

A lo largo de la vida, las células madre sanguíneas acumulan cambios genéticos. Algunos de estos cambios pueden ser inofensivos, pero otros están asociados con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves, como cánceres hematológicos, infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, y patologías pulmonares o hepáticas.
Aunque estos riesgos están bien documentados, una nueva investigación sugiere que las donaciones de sangre frecuentes pueden influir en la frecuencia y naturaleza de las mutaciones en las células madre sanguíneas, sin aumentar necesariamente el riesgo de enfermedades graves.
Este descubrimiento proviene de un estudio conjunto llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores, compuesto por expertos del DKFZ (Centro Alemán de Investigación del Cáncer), HI-STEM, el Instituto Francis Crick de Londres y el Servicio de Donación de Sangre de la Cruz Roja Alemana.
Analizaron el ADN de más de 400 donantes
Los investigadores se propusieron investigar cómo la donación frecuente de sangre podría alterar las células madre sanguíneas, en particular, si podría influir en las mutaciones asociadas con la hematopoyesis clonal.
Para ello, analizaron el ADN de las células sanguíneas de 429 donantes de sangre, comparando a aquellos que habían donado más de cien veces con los que lo habían hecho menos de diez.

Al realizar una secuenciación genómica detallada, descubrieron que, en los donantes frecuentes, existían clones de células sanguíneas con alteraciones genéticas particulares. Un hallazgo clave fue la presencia de mutaciones en el gen DNMT3A, un gen crucial para el control epigenético de las células y la adaptación a cambios en el entorno celular.
El gen DNMT3A regula la actividad génica y, por lo tanto, influye en la capacidad de las células madre para responder a estímulos y adaptarse a nuevos desafíos. En situaciones en las que el cuerpo necesita reponer rápidamente la sangre perdida, como tras una donación, las células madre con estas mutaciones tienen una ventaja.
La eritropoyetina (EPO), una hormona que se libera en mayor cantidad tras la pérdida de sangre y en situaciones de estrés, favorece la proliferación de estas células madre mutantes. Así, las células con alteraciones en DNMT3A pueden superar a otras células madre y acumularse, mejorando la reposición de las células sanguíneas.
Algunas mutaciones genéticas en las células sanguíneas se han asociado con un mayor riesgo de cánceres como la leucemia. Sin embargo, los resultados del estudio sugieren que, en este caso, las mutaciones observadas no alteran el equilibrio normal de la producción de sangre.
En cambio, las células madre mutantes simplemente optimizan el proceso de renovación sanguínea en respuesta a la pérdida de sangre, sin aumentar el riesgo de enfermedades graves como leucemias o trastornos relacionados con la hematopoyesis clonal.
Este estudio ofrece una visión más profunda sobre cómo las células madre sanguíneas responden a las donaciones frecuentes, adaptándose genéticamente para gestionar mejor la reposición de sangre.
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