Starlink llega a la Casa Blanca: una apuesta por la conectividad que genera controversia
Elon Musk recibió autorización para instalar Starlink en la Casa Blanca para mejorar el WiFi del complejo presidencial

La instalación del servicio de Internet satelital de Elon Musk en la Casa Blanca ha generado toda una oleada de críticas por los nexos del multimillonario y la Admnisitración Trump Crédito: Shutterstock
La Casa Blanca tomó una importante decisión para mejorar la infraestructura tecnológica del complejo presidencial al autorizar la instalación del servicio de internet satelital Starlink, propiedad de Elon Musk. Esta iniciativa busca mejorar la conectividad inalámbrica en ciertas áreas donde la señal era deficiente. Sin embargo, la decisión ha suscitado preocupaciones relacionadas con posibles conflictos de interés y cuestiones de seguridad.
Mejorando la conectividad en la Casa Blanca
Según declaraciones de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, la implementación de Starlink tiene como objetivo principal solucionar problemas de conectividad en ciertas zonas del complejo presidencial. Leavitt, ha destacado la importancia de garantizar una comunicación eficiente en todas las áreas de la Casa Blanca.
La tecnología de Starlink, desarrollada por SpaceX, ofrece internet de alta velocidad a través de una constelación de satélites en órbita baja, lo que permite proporcionar servicio en lugares donde las redes tradicionales no llegan o son ineficientes. Esta característica resulta especialmente útil en entornos con dificultades para instalar infraestructuras terrestres o donde la conectividad es limitada.
A pesar de las ventajas tecnológicas que ofrece Starlink, la instalación del servicio en la Casa Blanca no ha estado exenta de controversias. Recientemente, un empleado de Musk, Christopher Stanley, accedió al techo del Edificio de Oficinas Ejecutivas Eisenhower sin una coordinación previa, lo que provocó una alerta de seguridad.
Aunque la administración de Trump afirmó que la acción estaba autorizada y no la consideró una violación, el incidente ha generado inquietudes sobre los procedimientos de seguridad y la supervisión adecuada en la implementación de nuevas tecnologías en instalaciones gubernamentales sensibles.
Conflictos de interés y relaciones con el gobierno
La creciente influencia de Elon Musk en diversas áreas del gobierno federal ha sido motivo de debate. Además de la instalación de Starlink en la Casa Blanca, se han reportado contratos significativos entre las empresas de Musk y el gobierno, lo que ha llevado a algunos legisladores a cuestionar la imparcialidad de estas decisiones. Por ejemplo, la abrupta cancelación de un contrato de $2,400 millones de dólares con Verizon en favor de Starlink para gestionar las comunicaciones del espacio aéreo estadounidense ha sido objeto de escrutinio. Figuras destacadas del Partido Demócrata, como la senadora Elizabeth Warren, han solicitado investigaciones sobre posibles casos de corrupción relacionados con Musk.
Además, la relación de Musk con el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad encargada de implementar recortes en la administración federal, ha sido objeto de críticas. Se ha informado que un funcionario de DOGE, que también es ingeniero de seguridad en SpaceX, intentó instalar equipos de Starlink en edificios federales sin la coordinación adecuada, lo que ha generado preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y la influencia de Musk en decisiones gubernamentales.
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