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Qué aranceles impondrá Trump el 2 de abril, “el día de la liberación”

El miércoles 2 de abril se prevé sea una fecha histórica en EE.UU., dicho por la administración de Trump como "el día de la liberación", con más aranceles

Aranceles de Trump, el día de la liberación

El 2 de abril, "el día de la liberación", según la administración de Trump, va a ser un día muy turbulento en los mercados globales. Crédito: Shutterstock

El 2 de abril, el presidente Donald Trump tiene previsto anunciar una nueva ronda de aranceles bajo su política comercial “America First”. Esta fecha la ha denominado como “el día de la liberación” y promete ser un hito importante en su agenda económica. Esta medida se considera un paso más en la búsqueda de revitalizar la manufactura estadounidense, un objetivo clave de la orden ejecutiva que firmó el presidente en su primer día en la Casa Blanca.

De acuerdo con el presidente Trump, la política de los aranceles que estará por promulgar está orientada a corregir los desequilibrios comerciales con países que exportan más a los EE.UU. de lo que importan.

Trump ha afirmado que la medida de abril será “la grande”, sugiriendo que estos aranceles serán más significativos que los impuestos anteriormente. De hecho, ya ha anunciado un arancel del 25% sobre los vehículos y autopartes importados, efectivo desde el 26 de marzo.

“Durante DÉCADAS hemos sido estafados y abusados por todas las naciones, tanto aliadas como enemigas. Ahora es el momento de que los EE.UU. reciban un poco de ese dinero y respeto de vuelta. ¡DIOS BENDIGA A AMÉRICA!”, escribió el presidente en su red social, Truth Social.

Los aranceles recíprocos que Trump planea implementar el 2 de abril buscan igualar las tarifas que otros países aplican a los productos estadounidenses. Esta política se basa en la premisa de que, si los países imponen barreras comerciales o tarifas altas sobre los productos de EE.UU., entonces Estados Unidos debería hacer lo mismo.

Sin embargo, los expertos advierten que estos aranceles podrían generar un conflicto global más amplio y, al menos a corto plazo, aumentar la inflación y los precios para los consumidores estadounidenses.

“Los aranceles son un impuesto sobre los bienes importados, y las investigaciones muestran que la mayor parte se traslada a los consumidores“, comentó Colin Grabow, director asociado del Centro Herbert A. Stiefel para estudios de política comercial del Cato Institute, un grupo de expertos libertario, a CBS MoneyWatch.

A medida que las tarifas suben, las empresas en EE.UU. podrían verse incentivadas a reubicar sus fábricas dentro del país, con la esperanza de que los costos de producción sean competitivos frente a los de los países con mano de obra más barata.

La política de aranceles recíprocos no está exenta de desafíos logísticos. Los expertos sostienen que calcular el valor exacto de las barreras comerciales de otros países, además de las tarifas, es complicado. Las regulaciones y los requisitos no arancelarios, como las pruebas de productos, son factores difíciles de cuantificar.

“Hay muchos intangibles, como las regulaciones de prueba para diferentes productos en los países, o la aparente apertura a hacer negocios con empresas estadounidenses”, explicó Simon Macadam, economista jefe global adjunto de Capital Economics, a CBS MoneyWatch. “Son cosas que no se pueden cuantificar fácilmente”.

El 2 de abril también marcará el fin del plazo para los aranceles del 25% sobre las importaciones de autos y autopartes de México y Canadá, que entrarán en vigor ese mismo día. Esto forma parte de un paquete más amplio que incluye nuevas medidas que el presidente ha calificado como “muy lenient” (muy suaves). A pesar de sus declaraciones, la magnitud exacta de estos aranceles sigue siendo incierta, ya que los cálculos detallados son complejos y pueden cambiar según el contexto.

Para los consumidores, las nuevas tarifas podrían significar un aumento en los precios de productos importados. Oxford Economics estima que si la tasa efectiva de aranceles en EE.UU. sube del 2.5% al 10% en abril, los precios globales subirían medio punto porcentual.

La inflación estaba en una tendencia a la baja, pero ahora esperamos que suba“, comentó al mismo medio Michael Pearce, economista senior de la firma.

El principal objetivo de Trump con sus políticas comerciales es reducir el déficit comercial de 1.2 billones de dólares que EE.UU. mantiene con varios países y aumentar la producción nacional.

Los expertos advierten que los aranceles por sí solos no son suficientes para restaurar los empleos manufactureros que se han perdido a lo largo de los años. Los costos de mano de obra más bajos en países como México siguen siendo un desafío para la industria estadounidense.

Los aranceles son una herramienta poderosa, pero su impacto a largo plazo dependerá de cómo evolucione la economía global y de cómo se ajusten los mercados ante la incertidumbre comercial.

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