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Mujer que sufrió un ACV recupera el habla con un dispositivo de IA conectado a su cerebro

Ann perdió el habla hace 20 años tras un ACV, pero un dispositivo de IA conectado a su cerebro le permite comunicarse nuevamente con señales neuronales

La combinación de inteligencia artificial y neurociencia está transformando la forma en que las personas con discapacidades interactúan con el mundo.

La combinación de inteligencia artificial y neurociencia está transformando la forma en que las personas con discapacidades interactúan con el mundo. Crédito: Treecha | Shutterstock

Un dispositivo de interfaz cerebro-máquina (BCI, por sus siglas en inglés) ha permitido que una mujer llamada Ann, quien perdió el habla hace 20 años tras un derrame cerebral, vuelva a comunicarse. Esta tecnología de Inteligencia Artificial (IA) traduce las señales de su cerebro en palabras habladas en tiempo real, brindándole una nueva oportunidad para expresarse.

A los 30 años, Ann sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) que la dejó sin movilidad en brazos, piernas y sin la capacidad de hablar. Sin embargo, su corteza motora del habla quedó intacta, lo que permitió a un grupo de investigadores desarrollar una solución basada en IA para restaurar su voz.

Durante dos décadas, Ann se comunicó con movimientos faciales limitados y tecnologías de asistencia que resultaban lentas y poco precisas.

Cómo funciona el dispositivo BCI que le devolvió el habla a una mujer

Este BCI utiliza una malla de 253 electrodos implantados en el cerebro de Ann, capaces de decodificar las señales neuronales cuando intenta pronunciar palabras.

A diferencia de otros sistemas, esta tecnología no se enfoca en lo que ella quiere decir, sino en la intención de decirlo, captando las señales justo antes de que se transformen en articulaciones vocales. Según los investigadores, este enfoque permite una comunicación más fluida y natural.

Cabe destacar que el proceso no fue inmediato. Ann entrenó con la IA mirando frases en una pantalla e intentando pronunciarlas en silencio. Con el tiempo, el sistema aprendió a interpretar sus patrones cerebrales y convertirlos en una voz sintetizada.

Gracias a este aprendizaje progresivo, Ann ahora puede comunicarse en tiempo real con un ritmo más cercano al habla natural, mejorando significativamente su calidad de vida.

Un avance con implicaciones futuras ante discapacidades neurológicas

Este logro no solo cambia la vida de Ann, sino que abre la puerta a nuevas aplicaciones de las interfaces cerebro-máquina en personas con discapacidades del habla.

Investigadores creen que este tipo de tecnología podría adaptarse a distintos casos, ayudando a pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), parálisis cerebral y otras condiciones neurológicas que afectan la comunicación.

La combinación de inteligencia artificial y neurociencia está transformando la forma en que las personas con discapacidades interactúan con el mundo. A medida que la tecnología avanza, es posible que dispositivos como este se vuelvan más accesibles y eficientes, permitiendo que más personas recuperen habilidades perdidas. La historia de Ann es solo el comienzo.

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