Confirman el primer caso de sarampión en Indiana
Confirman el primer caso de sarampión del año en Indiana, un menor no vacunado en el condado de Allen se recupera tras ser diagnosticado.

El sarampión, altamente contagioso, se transmite principalmente a través de gotitas respiratorias de una persona infectada. Crédito: pavodam | Shutterstock
Las autoridades sanitarias de Indiana han reportado el primer caso confirmado de sarampión en el estado durante 2025. El caso involucra a un menor residente del condado de Allen que, según informó el Departamento de Salud del estado, no estaba vacunado contra esta enfermedad altamente contagiosa.
El diagnóstico fue confirmado por pruebas de laboratorio, y aunque la condición del niño ha sido descrita como estable, no se ofrecerán más detalles para proteger su privacidad.

Este nuevo caso genera preocupación entre los expertos en salud pública, ya que se trata de una enfermedad viral que, pese a ser prevenible por vacunación, ha venido resurgiendo en diversas regiones del país.
La última vez que se detectó sarampión en Indiana fue a comienzos de este mismo año en el condado de Lake, lo que demuestra una presencia persistente aunque limitada del virus en el estado. A nivel nacional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han registrado un total de 607 casos en 22 jurisdicciones hasta la fecha, lo que sugiere un incremento significativo en comparación con años recientes.
El sarampión es una enfermedad respiratoria que se transmite fácilmente de persona a persona, principalmente a través de gotículas expulsadas al toser o estornudar.
Estas gotas pueden permanecer en el aire o sobre superficies durante al menos dos horas, lo que aumenta el riesgo de exposición en espacios cerrados. Por esta razón, las autoridades consideran que un solo caso representa un brote, dada la rapidez con la que el virus puede propagarse.
Síntomas iniciales
Entre los síntomas iniciales del sarampión se encuentran fiebre alta, tos persistente, secreción nasal y ojos enrojecidos. Estos signos suelen aparecer entre 7 y 14 días después del contacto con el virus, aunque en algunos casos pueden tardar hasta 21 días.
Aproximadamente dos o tres días después del inicio de los síntomas, algunas personas desarrollan pequeñas manchas blancas en la boca, y posteriormente aparece una erupción cutánea que comienza en la línea del cabello y se extiende al resto del cuerpo.
Las fiebres pueden alcanzar temperaturas de hasta 40 °C (105 °F), lo que aumenta la posibilidad de complicaciones, sobre todo en niños pequeños y personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Frente a este nuevo caso, el Departamento de Salud de Indiana reiteró la importancia de la vacunación como la herramienta más eficaz para prevenir la enfermedad. La vacuna triple vírica (MMR, por sus siglas en inglés), que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola, ofrece un alto grado de inmunidad, aproximadamente el 93% de quienes reciben una sola dosis desarrollan protección, mientras que ese porcentaje se eleva al 97% con una segunda dosis, considerada como el esquema completo.
Además, el departamento recordó que las personas nacidas antes de 1957 se presumen inmunes al sarampión, ya que la mayoría estuvieron expuestas al virus antes de que existiera una vacuna efectiva. Sin embargo, se aconseja que quienes tengan dudas sobre su historial de vacunación consulten con su proveedor de atención médica.
Como medida preventiva, se insta a la población a estar alerta ante posibles síntomas y, en caso de sospecha, permanecer en casa y contactar a un médico antes de acudir a un centro de salud, con el fin de evitar posibles contagios.
También se recomienda mantener una distancia prudente de personas vulnerables como bebés que aún no han sido vacunados, mujeres embarazadas y quienes padecen enfermedades que comprometen su sistema inmunológico.
Aunque el riesgo general para la población se considera bajo en este momento, los expertos advierten que incluso un solo caso de sarampión puede desencadenar una cadena de contagios si no se toman las precauciones necesarias.
La aparición de este nuevo caso en Indiana sirve como recordatorio de la importancia de mantener las coberturas vacunales y reforzar la vigilancia epidemiológica ante enfermedades que, aunque conocidas, siguen representando una amenaza para la salud pública.
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