Sacerdote Richard Estrada fue ‘un hombre solidario y con un corazón enorme’
Activistas y líderes angelinos se comprometen a continuar el legado de lucha del líder religioso

Despiden al sacerdote Richard Estrada en la iglesia de la Placita Olvera. Crédito: Nora Estrada | Cortesía
Inmigrantes, activistas y algunas personalidades angelinas despiden al padre Richard Estrada en medio de lágrimas y recordando su lucha por la comunidad migrante.
“La partida del padre Richard Estrada es muy dolorosa para mí porque fue una persona solidaria y con un corazón enorme”, dijo José Luis Hernández, inmigrante con discapacidad víctima del tren La Bestia.
“Pienso que personas como él están en peligro de extinción… en esta comunidad inmigrante que hoy más que nunca necesita de su ayuda”.
A la salida de la misa-ceremonia en honor al fallecimiento del padre Estrada, el joven hondureño de 30 años prometió que nunca olvidará el apoyo del padre y tratará de seguir su legado.
“Para mí, el padre Richard es amor y misericordia. Llegué a este país como inmigrante hace 10 años y él fue el único que me recibió. Viví en su casa por un año mientras yo me ubicaba”.
Detalló que desde que se encontraba en Chiapas proveniente de Honduras rumbo a Estados Unidos, se enteró de la labor de ayuda a los inmigrantes del padre Estrada en Los Ángeles.

“Lo conocí aquí, pero desde Chiapas me hablaron de él y cuando llegue a esta ciudad lo contacte. El padre aceptó ayudarme en mi condición de discapacitado”, expresó.
Hernández explicó que utilizó el tren La Bestia para cruzar México, pero justo a 413 kilómetros de llegar a la frontera de Estados Unidos, se quedó dormido y se cayó del tren en Delicias Chihuahua.
“Perdí mi pierna izquierda, mi brazo izquierdo y parte de mi mano derecha. Representó la triste cara de la inmigración forzada”, comentó.
“Tenía 18 años. A esa edad, perder tus extremidades, es horrible, un impacto grandísimo. Estuve dos años hospitalizado en México”.
Hernández agregó que hace 10 años logró entrar a Estados Unidos mediante un proceso de asilo, que aún tiene.
“Nadie quería ayudarme con mi condición. El padre Estrada fue el único que me ayudó”.
El joven inmigrante subrayó que hoy más que nunca no se puede ser indiferente ante lo que está pasando con inmigración.

“Continuaremos su lucha de una u otra manera”, dijo Hernández.
Líderes, amigos y seguidores del padre Estrada llenaron a su capacidad la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles para rendirle homenaje a su vida ejemplar y su legado.
Durante la misa oficiada por el padre Arturo Corral, se compartieron testimonios y recuerdos.
El padre Estrada nació en el Este de Los Ángeles y se distinguió por su compromiso con la justicia social. Durante su labor pastoral, se enfocó en la defensa de los pobres y más vulnerables, como los jóvenes y las mujeres; además de usar la Iglesia de la Placita Olvera como refugio de inmigrantes.
“El padre Richard Estrada fue un hombre consagrado, dedicado y convencido que cuando hay que atender a los pobres, ahí está Dios”, dijo el sacerdote Corral. “Era un padre dedicado a las causas y a recibir a los inmigrantes. Llegaba al altar con su perro grande a un lado”.
‘Nos enseñó a luchar’
Por su parte, Angelica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA), dijo que el homenajeado heredó a la comunidad la enseñanza de luchar y levantar la voz ante las injusticias.
“Nos dejó una enseñanza muy hermosa de luchar, de ser valiente ante las injusticias, de ayudar al desprotegido, de luchar en unidad y mucha bondad”, agregó. “Él se nos fue, pero nos quedan sus enseñanzas, las experiencias que vivimos con él, eso queda”.
Salas recordó que una de las últimas actividades del padre Estrada fue participar en la marcha anti inmigrante.
“Estaba en silla de ruedas, pero estaba con nosotros marchando y transmitiendo fortaleza”, añadió.
Salas compartió que el padre Estrada le dio la bienvenida a muchos inmigrantes, no importaba de qué nacionalidad, porque él veía al ser humano y al hijo de Dios.
“Decía, todos somos iguales. No tenemos el mismo idioma ni las mismas costumbres, pero todos somos hijos de Dios y todos queremos vivir, vivir en libertad y con dignidad”, expresó.
Continuar con misión
Francisco Moreno, director del Consejo de Federaciones Mexicanas en Norteamérica (COFEM), dijo que la vida del padre Estrada fue una inspiración; su fe, una fortaleza y su legado, un llamado a seguir su ejemplo.
“Y sobre todo, con nuestro compromiso de seguir su lucha por un mundo más justo y humano”, expresó. “Que su memoria nos inspire a continuar su misión, que su ejemplo nos motive a nunca callarnos ante la injusticia y que su espíritu permanezca entre nosotros”.
La activista Estela Jiménez, de Ángeles Sin Frontera, viajó desde San Diego especialmente para despedir al padre Estrada.
“Conocí y trabajé con el padre desde el 2013, en la Caravana por La Esperanza para hablar con los congresistas sobre el tema de todo lo que experimentan los inmigrantes en su tránsito a este país”.
Jiménez subrayó que aunque es muy difícil que alguien llene el espacio que deja el padre Estrada, un grupo de personas que trabajaron con él, tratarán de seguir su legado y continuar su lucha.
La vigilia de oración
en honor del padre Richard Estrada será el 25 de abril a las 7 p.m. en la Iglesia Epiphany.
La misa del funeral será el 26 de abril a las 11 a.m. en la Catedral de San Juan (514 W. Adams Blvd. Los Angeles, CA 90007)