El Kia K4 Hatchback 2025 fue presentado en Nueva York
La marca coreana reveló el nuevo K4 hatchback durante un evento en Nueva York, apostando por un diseño moderno, mayor practicidad y dos opciones de motorización

El Kia K4 Hatchback. Crédito: Kia. Crédito: Cortesía
En medio de la vibrante escena automotriz de Nueva York, Kia presentó de forma oficial la variante hatchback de su nuevo modelo K4.
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Este debut refuerza el compromiso de la marca con un diseño distintivo, soluciones inteligentes de espacio y un enfoque en la experiencia del conductor.
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Atrás quedaron los días en que los hatchbacks eran simples alternativas económicas: con este modelo, Kia apunta a un equilibrio entre estilo, funcionalidad y tecnología.
A diferencia del sedán que se mostró previamente, el K4 hatchback toma una dirección más emocional y versátil.
Aunque comparte gran parte del diseño frontal con su hermano de cuatro puertas, el remate posterior, propio de esta configuración, le otorga una silueta más fluida y aerodinámica.
La caída del techo es menos agresiva de lo esperado y culmina en una compuerta trasera con un spoiler visualmente integrado, ofreciendo un guiño a los modelos deportivos sin perder la esencia funcional de un cinco puertas.
Un diseño moderno, afilado y equilibrado
Al observar el nuevo K4 hatchback de frente, encontramos el mismo lenguaje de diseño que Kia ha venido refinando: líneas tensas, una fascia baja y faros con forma de “L” que se extienden visualmente hacia los guardabarros, reforzando una estética agresiva.
Las tomas de aire y los acentos en color negro refuerzan ese carácter moderno que busca distinguirlo en un segmento repleto de opciones.
Sin embargo, el cambio más importante se aprecia desde el pilar B hacia atrás. Allí el K4 hatchback muestra una personalidad propia, con una ventana trasera angulada que conecta con una compuerta elevada.

El remate trasero es limpio, aunque algunos críticos apuntan a que el diseño del paragolpes podría haber tenido una mejor integración con el resto del conjunto.
El hatchback podrá configurarse con rines de entre 16 y 18 pulgadas, y dependiendo del nivel de equipamiento, incluirá techo panorámico, luces LED, cámara 360°, asistencias activas a la conducción y versiones GT-Line.
Estas últimas suman detalles estéticos exclusivos como rines bitono, estribos deportivos, decoraciones en cromo satinado y elementos en negro brillante en el pilar C.
Más espacio y más razones para elegirlo
La verdadera ventaja de esta versión frente al K4 sedán radica en su capacidad de carga. El baúl ofrece un volumen base de 620 litros, frente a los 500 litros del sedán, y al abatir los respaldos traseros, la cifra crece hasta los 1,670 litros.
Ese aumento significativo no solo mejora la usabilidad del vehículo, sino que también lo posiciona como una opción viable para familias pequeñas, jóvenes profesionales o quienes buscan un auto compacto, pero con suficiente espacio para aventuras de fin de semana.
Dos motores probados, pero sin opción manual
Bajo el capó, el Kia K4 hatchback mantiene las dos opciones de motorización que ya se conocieron en el sedán. La versión base emplea un motor atmosférico de 2.0 litros con cuatro cilindros, que desarrolla 147 caballos de fuerza y 192 Nm de torque.
Dicho bloque se acopla a una transmisión automática tipo CVT, aunque en algunos mercados podría estar vinculado a una caja automática convencional de seis velocidades, similar a la usada en la Kia Sportage.
Para quienes buscan un desempeño superior, está la opción turboalimentada de 1.6 litros, que eleva la potencia hasta los 192 caballos de fuerza y 265 Nm de torque. En este caso, se recurre a una transmisión automática de ocho marchas, sin posibilidad de caja manual, al menos por ahora.
Ambos motores pueden configurarse en la versión GT-Line, aunque Kia aclara que estas variantes utilizan una suspensión calibrada de forma distinta, adaptada a las características del motor y al tipo de manejo que se espera de cada uno.
Conectividad total y tecnología intuitiva
Dentro del habitáculo, el Kia K4 hatchback ofrece una atmósfera tecnológica sin sacrificar la ergonomía. El conjunto de pantallas triples se lleva todas las miradas: dos de 12.3 pulgadas que cumplen funciones de cuadro de instrumentos y sistema multimedia, y una tercera, de 5 pulgadas, exclusiva para los controles del sistema de climatización.
La interfaz de usuario es sencilla e intuitiva, con compatibilidad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto. Kia no abandona los controles físicos, y esto es algo que muchos usuarios agradecen, con botones bien distribuidos en el volante y la consola central.
De paso, hay múltiples puertos USB-C y A, tanto en la parte delantera como en las plazas traseras.
Dependiendo de la versión, los asientos estarán tapizados en tela o cuero sintético, con combinaciones bitono que refuerzan el estilo juvenil y elegante del modelo.

Posible expansión internacional
Aunque el modelo hatchback debutó en Nueva York, por ahora su comercialización está confirmada únicamente para Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, fuentes cercanas a la marca apuntan a que existe un fuerte interés en introducirlo en algunos mercados de Europa en los próximos años. El diseño, las motorizaciones eficientes y su equipamiento tecnológico podrían convertirlo en una propuesta atractiva en el Viejo Continente.
¿Y el esperado GT? Por ahora, no.
Uno de los aspectos más comentados durante la presentación fue la ausencia de una variante GT más radical. Los fanáticos de la marca esperaban una opción con más de 250 caballos de fuerza, tracción total y un diseño más agresivo. Sin embargo, la marca coreana ha preferido mantener la estrategia cautelosa por ahora.
El portavoz de Kia indicó que la compañía no ha descartado del todo esa posibilidad. De hecho, la propia historia reciente de la marca con modelos como el Forte GT o el K5 GT permite albergar esperanzas.
Como bien señalan en la presentación, “hablamos de Kia, donde la idea de crear variantes GT para sus modelos más grandes es casi una prioridad”.
Por ahora, no hay confirmación oficial, pero mientras la marca no lo niegue rotundamente, la posibilidad de un K4 GT sigue sobre la mesa.
El debut del Kia K4 hatchback representa una jugada estratégica en un mercado cada vez más competitivo.
Si bien la falta de una versión verdaderamente deportiva deja un hueco para los entusiastas, Kia compensa esa ausencia con tecnología, seguridad y una propuesta estética muy bien lograda.
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