Tesla Model S y X: los más llamados a revisión en 2025
Aunque Tesla ha respondido con rapidez, los problemas de seguridad persisten y levantan cuestionamientos sobre la fiabilidad de sus autos insignia

Tesla Model S. Crédito: Tesla. Crédito: Cortesía
Tesla, una marca reconocida por excelencia por su innovación en movilidad eléctrica, se enfrenta en 2025 a un nuevo desafío: el elevado número de llamados a revisión que han afectado, especialmente, a sus modelos de gama alta.
Lee también: Descubre el nuevo Ferrari 296 Speciale de $465,000 dólares
El Model S y el Model X —vehículos emblemáticos de la compañía— se ubican entre los que más veces han sido retirados del mercado temporalmente por fallos, según datos recientes recopilados por organismos reguladores estadounidenses.
Puedes leer: Akio Toyoda, polémico: “Eléctricos no superarán el 30%”
Aunque estos vehículos representan la cúspide tecnológica del fabricante de Elon Musk, sus recurrentes problemas técnicos los han puesto bajo una intensa lupa.
Lo que parecía una cuestión aislada se ha convertido en una tendencia preocupante. Y, como suele suceder en la industria automotriz, los números no mienten.
De acuerdo con cifras oficiales, el Tesla Model S ha sido objeto de 39 recalls desde su lanzamiento, mientras que el Model X le sigue muy de cerca con 38.
Esto cobra aún más relevancia si se considera que el Model S debutó en 2012 y el Model X en 2015. A pesar de los años en el mercado y múltiples actualizaciones, estos modelos siguen siendo foco de notificaciones por parte de las autoridades.
Por contraste, los modelos más recientes de la marca, como el Model 3 (lanzado en 2017) y el Model Y (desde 2020), han acumulado 30 y 33 llamados a revisión respectivamente. Aunque estas cifras también son altas, su menor tiempo en circulación las vuelve relativamente más comprensibles.

Fallas técnicas repetidas en Tesla: un patrón que se repite
Entre las razones más frecuentes detrás de estas alertas, se destacan algunas fallas críticas de seguridad. Una de las más significativas ha sido la relacionada con la cámara de visión trasera.
En un fallo que afecta a más de 239,000 vehículos, incluyendo unidades de los Model S y Model X, la imagen de la cámara puede no mostrarse adecuadamente al dar marcha atrás. Esto representa un riesgo considerable, sobre todo en maniobras en espacios reducidos.
También se ha detectado un defecto en el sistema de dirección asistida, causado por un sobrevoltaje en la placa de circuito impreso. Esta anomalía puede disminuir la asistencia de la dirección, obligando al conductor a ejercer mayor fuerza para maniobrar, especialmente a bajas velocidades o en condiciones adversas.
Aunque este defecto se ha presentado con mayor frecuencia en Model 3 y Model Y fabricados durante 2023, también ha sido reportado por conductores de Model S y Model X.

Uno de los recalls más delicados en lo que va del año implica a más de 15,000 unidades de los Model S y X debido a cinturones de seguridad que podrían soltarse en caso de una colisión.
Esta situación incrementa el riesgo de lesiones severas, y ha sido tomada con seriedad tanto por Tesla como por los organismos de regulación vial.
¿Cómo ha respondido Tesla?
Frente a estas fallas, Tesla ha optado por una solución mixta. Aprovechando su capacidad de conectividad avanzada, la empresa ha desplegado actualizaciones de software over-the-air (OTA), que permiten corregir algunos errores sin necesidad de acudir a un taller.
Dichatecnología, una de las más valoradas por los propietarios de Tesla, se ha convertido en una herramienta clave para abordar ciertos recalls.
Sin embargo, esta opción no es viable para todos los problemas. Un informe técnico reveló que apenas el 37.3% de los llamados a revisión realizados por Tesla en lo que va de 2025 han podido resolverse mediante OTA. El resto, un 62.7%, ha requerido intervención física por parte de técnicos certificados, lo que implica visitas a centros de servicio y, en algunos casos, tiempos de espera prolongados.
Según la marca, también se han realizado mejoras en los procedimientos internos de reparación. Tesla afirma haber “reescrito las instrucciones de reparación para los técnicos” con el fin de asegurar una reconexión adecuada de los cinturones de seguridad luego de cualquier intervención.

En una reciente entrevista con medios estadounidenses, un portavoz de la compañía declaró: “Estamos comprometidos con la seguridad de nuestros clientes y actuamos de manera proactiva ante cualquier incidencia. Cada llamado a revisión se gestiona con la mayor urgencia y transparencia posible”.
¿Tecnología vs. fiabilidad?
La situación abre un debate complejo. Tesla ha sido pionera en muchas áreas, desde la electrificación masiva hasta la conducción semi-autónoma, pero la fiabilidad de sus modelos, especialmente los más antiguos, está siendo cuestionada.
Expertos de la industria señalan que, si bien la innovación constante conlleva ciertos riesgos, los niveles actuales de recalls superan los umbrales aceptables para vehículos premium.
Algunos analistas incluso advierten que este patrón podría impactar la percepción de la marca en el largo plazo, especialmente si otros fabricantes logran igualar o superar las prestaciones técnicas de Tesla con mayor consistencia estructural.
Supervisión y responsabilidad
Este escenario también pone en relieve el papel de las entidades regulatorias, como la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras).
La agencia ha incrementado su escrutinio sobre Tesla en los últimos años, y ha exigido a la compañía respuestas más rápidas y exhaustivas ante cualquier reporte de fallos.
A medida que los vehículos se vuelven más dependientes de software y componentes electrónicos, las reglas del juego en términos de seguridad están cambiando. La actualización digital ya no es solo una comodidad, sino una necesidad vital.
Seguir leyendo:
Fallo en motor V-8 obliga a GM a un gran retiro histórico
Acusan a Tesla de inflar kilómetros y dañar garantías
Mustang GTD: el rugido americano que conquista Nürburgring