8 formas de estimular la agilidad mental en adultos mayores
Especialistas y estudios científicos, señalan que la interacción social y el aprendizaje de nuevas habilidades ayudan a mantener la función cognitiva

Según estudios, los juegos de mesa reducen el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Crédito: Pexels
Diversos estudios respaldan que mantener la agilidad mental se vuelve una prioridad fundamental para un envejecimiento saludable. Al igual que el cuerpo necesita ejercitarse para mantenerse fuerte, el cerebro también requiere estimulación y desafíos constantes para preservar sus funciones cognitivas.
Afortunadamente, la ciencia ha demostrado que una variedad de actividades cotidianas pueden ser poderosas herramientas para fortalecer la memoria, la concentración, la capacidad de resolución de problemas y la creatividad.
Haz esto para mantener tu cerebro en forma
1. Aprender un nuevo idioma: además de acercarte a otras culturas, aprender un idioma distinto a la lengua materna es un ejercicio cerebral intensivo que según la evidencia disponible puede mejorar significativamente la función cognitiva.
Un estudio publicado en Journal of Neuroscience, liderado por la doctora. Ellen Bialystok, profesora distinguida de Psicología en la Universidad de York (Canadá), encontró que los bilingües mayores tenían un mejor rendimiento en tareas de cambio de tareas perceptuales y mostraban una activación cerebral reducida en regiones frontales, lo que sugiere una mayor eficiencia neural que compensa los declives relacionados con la edad.
“El bilingüismo parece promover una mayor red neuronal, lo que permite al cerebro encontrar caminos alternativos para realizar tareas que de otro modo serían afectadas por el daño cognitivo. Es como tener más carreteras para llegar al mismo destino”, subrayó Bialystok.
2. Tocar un instrumento musical:la práctica musical es una actividad que involucra múltiples áreas cerebrales, proporcionando un entrenamiento cognitivo robusto.
“El aprendizaje de un nuevo instrumento musical es particularmente potente, ya que ejerce simultáneamente múltiples áreas del cerebro: el procesamiento auditivo, la coordinación motora fina, la memoria y la lectura de símbolos. Esta estimulación multifacética promueve la formación de nuevas conexiones neuronales y ayuda a mantener la mente ágil”, enfatiza el doctor Gene D. Cohen, ex Director del Centro de Gerontología, Salud y Humanidades de la Universidad George Washington en sus investigaciones sobre el envejecimiento.
3. Juegos de mesa estratégicos
El ajedrez, las damas o el go, son verdaderos “gimnasios mentales” que desafían la lógica, la planificación y la memoria de trabajo.Un metaanálisis de 2025, publicado en Neurology (una revista de la Academia Americana de Neurología), reafirma que las actividades cognitivas como los juegos de mesa (ej. cartas, damas, crucigramas) son componentes principales de estilos de vida saludables que benefician la cognición y pueden ser factores protectores contra el riesgo de deterioro cognitivo y demencia.

4. Rompecabezas y crucigramas complejos: estas actividades son populares por una buena razón: ejercitan la memoria, la lógica y la concentración de manera efectiva.
El Rush Alzheimer’s Disease Center, una de las principales instituciones en la investigación del Alzheimer en Estados Unidos, continúa publicando investigaciones que validan la importancia de la actividad cognitiva. En un trabajo reciente, detalla cómo han “identificado factores que contribuyen a cambios en las habilidades cognitivas, como la actividad social y física”, y continúa evaluando los beneficios de actividades cognitivas estructuradas para el envejecimiento cerebral.
La revisión sistemática de 2025 publicada en Neurology (mencionada en la sección de juegos de mesa) también incluye los crucigramas y otros rompecabezas como actividades cognitivas beneficiosas para la reducción del riesgo de demencia.
5. Aprender una nueva habilidad
Emprender un proyecto completamente nuevo es un catalizador potente para la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones.
Investigaciones recientes citadas por la Asociación Americana de Psicología (APA) en un podcast de 2024 “Speaking of Psychology: You can learn new things at any age, with Rachel Wu, PhD”, refuerzan que “aprender cosas nuevas a medida que se envejece puede ser clave para mantener las habilidades cognitivas agudas, y que los adultos de mediana edad y mayores pueden ser tan buenos aprendiendo como los más jóvenes.”
6. Lectura y discusión de textos complejos:leer de forma activa y debatir ideas no solo enriquece el conocimiento, sino que también refina el pensamiento crítico y la memoria.
La Asociación Americana de Psicología (APA) apunta que “la lectura activa estimula múltiples redes neuronales implicadas en el procesamiento del lenguaje, la memoria y la imaginación. Cuando se discute el contenido, se añade una capa de razonamiento y comunicación.”
7. Actividad física regular y moderada: aunque no es una actividad puramente mental, el ejercicio físico tiene un impacto directo y significativo en la salud cerebral, mejorando indirectamente la agilidad mental.
Un metaanálisis de 2025 en el British Journal of Sports Medicine confirma que “el ejercicio beneficia significativamente la cognición general, la memoria y la función ejecutiva” en todas las poblaciones, incluyendo adultos mayores. Destaca que “incluso la intensidad ligera” puede ser beneficiosa y que intervenciones más cortas (1-3 meses) pueden tener efectos notables.

8. Mantener una vida social activa:las conexiones sociales no solo enriquecen la vida, sino que también proporcionan una estimulación cognitiva constante y un factor protector contra el declive mental.
Un hallazgo de 2024 de la Universidad de Harvard (EE. UU.), publicado en American Journal of Geriatric Psychiatry, utilizando datos del Harvard Aging Brain Study, encontró que la baja interacción social se asocia con el empeoramiento cognitivo en adultos mayores cognitivamente normales que tienen evidencia de cambios patofisiológicos de Alzheimer.
Por su parte el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de EEUU, recalca que “sentirse solo y estar aislado socialmente puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Mantener fuertes conexiones sociales y participar en actividades grupales puede proteger la salud del cerebro.”