window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-laopinion'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Claman por seguridad y ayuda de emergencia en los alrededores del parque MacArthur

Empresarios solicitan presencia del LAPD y medio millón de dólares para ayudar a negocios y residentes que han perdido su trabajo a causa de las redadas

Agentes federales cabalgan a caballo en el parque MacArthur el lunes 7 de julio de 2025

Agentes federales cabalgan a caballo en el parque MacArthur el lunes 7 de julio de 2025 Crédito: AP | AP

Residentes, dueños de negocios y líderes comunitarios del Distrito 1 de la ciudad de Los Ángeles instaron a la concejal Eunisses Hernández y a la alcaldesa Karen Bass a brindar $500,000 en ayuda de emergencia para negocios locales y ayudar a los trabajadores que han perdido sus salarios debido a las redadas de inmigración y al establecimiento de un mercado temporal para vendedores del Corredor Salvadoreño.

Raúl Claros y otros líderes discutieron la necesidad de seguridad y protección por parte del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), sobre todo por la invasión de fuerzas militares y agentes de ICE en el Parque MacArthur, a quienes confrontó la alcaldesa Bass.

Claros, miembro de California Rising, una organización sin fines de lucro precisó que, al menos necesitan $100,000 para respaldar a los 126 vendedores callejeros del Corredor Salvadoreño, “donde fueron secuestradas” una vendedora de tamales y otra de pupusas”, la semana pasada.

“La necesidad está a un nivel mayor porque los vendedores ambulantes están asustados, sin protección, vulnerables y teniendo que sobrevivir a pesar de no tener a nadie que los apoye”.

Añadió que, también, al menos unos 80 negocios tradicionales del área tienen dificultades para pagar el alquiler y a sus empleados.

Alcaldesa Karen Bass en conferencia de prensa.
Crédito: Cortesía – Bass | Cortesía

“Si la gente con documentos no puede ir a trabajar, imagínense a la gente indocumentada”, indicó. “Es ahí donde todos estamos sufriendo. Nuestra economía está sufriendo, por eso pedimos que cesen las maniobras políticas, y [que los políticos] ahora rindan cuentas a través de la transparencia y se manifiesten en contra del fascismo”.

Naomi Villagómez Roochnik, portavoz de la concejal Eunisses Hernández, dijo que la máxima prioridad de la funcionaria para apoyar a inmigrantes, vendedores ambulantes, negocios pequeños en estos tiempos en MacArthur Park y por todo el distrito “es mantener unidas a las familias y proteger a las comunidades inmigrantes”.

“Nuestra oficina ha estado organizando sesiones informativas para vendedores ambulantes en colaboración con el Departamento de Desarrollo Económico y de la Fuerza Laboral (Economic and Workforce Development Department), además de entrenamientos sobre Conozca Sus Derechos y talleres de defensa comunitaria junto a organizaciones como CARECEN, CHIRLA y Mijente”, declaró.

“También hemos adaptado nuestro programa de distribución de alimentos para responder a las necesidades cambiantes de la comunidad — ahora ofreciendo entregas directas de víveres a personas afectadas o con miedo de salir de sus casas”.

“Momento aterrador en Estados Unidos”

Desde el 6 de junio, la administración Trump ha intensificado la ola de terror en la comunidad latina de Los Ángeles, incluyendo la operación paramilitar del lunes, cuando más de un centenar de agentes federales, de la Guardia Nacional y algunos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) se concentraron en el Parque MacArthur.

Raúl Claros y otros líderes discutieron la necesidad de seguridad y protección.
Crédito: Jorge Luis Macías | Impremedia

“Este es un momento muy aterrador para un Estados Unidos”, declaró Scott Sue, expresidente del Consejo Vecinal MacArthur Park. “Sin inmigrantes, ya sean documentados o indocumentados Estados Unidos no puede funcionar”.

Sue enfatizó que los inmigrantes aceptan trabajos muy difíciles y exigentes, desde recoger bayas en un campo agrícola hasta ser la primera dama de los Estados [Melania Trump] y casarse con nuestro presidente, Donald Trump”, agregó.

Por lo anterior, pidió a los líderes políticos que se unan, dejen de pelear, dejen de culparse, se unan y propongan una solución.

“Esto [las redadas] no están funcionando. Están destruyendo a las familias. Si quieren hacer grande a Estados Unidos, por favor, únanse a Estados Unidos como uno solo. Eso es lo primero que debemos hacer para que nuestro país sea grande”, explicó.

Militares en formación de guerra

La irrupción de los agentes federales en el Parque MacArthur, en el distrito de Westlake, fue repudiada por la alcaldesa Karen Bass, quien compartió en redes sociales imágenes de oficiales, algunos de ellos montados a caballo, recorriendo en formación de guerra en una cancha de fútbol y atemorizando a niños que participaban de un campamento de verano.

“Para mí, esto es otro ejemplo de cómo la administración [de Donald Trump] está intensificando el caos al desplegar lo que parecía una operación militar en una ciudad estadounidense. Como dije ayer [el lunes], fui a MacArthur Park porque es muy importante que se diga la verdad sobre lo que ocurrió allí. Ahora bien, pueden darle el giro que quieran, pero en mi opinión, lo que está ocurriendo responde a una agenda política que busca provocar miedo y terror”.

“Es indignante y antiestadounidense que tengamos vehículos armados federales en nuestros parques cuando no está ocurriendo nada allí”, expresó la alcaldesa.

“Lo repetiré una y otra vez: somos una ciudad de inmigrantes y apoyamos a los angelinos, sin importar cuándo llegaron, de dónde vienen o por qué están aquí. Y vamos a seguir firmes. Sabemos que hay sectores enteros de nuestra economía que no pueden funcionar sin la mano de obra inmigrante”.

La alcaldesa señaló que también sabe del del dolor, el sufrimiento y el trauma de por vida que las redadas causan a las familias, en particular a los niños, que no saben si sus padres estarán o no estarán al día siguiente.

“Creo que es muy importante dejar eso siempre claro. Y que sigamos resistiendo y utilizando todos los medios posibles que tengamos. Yo nunca me sentiré impotente. Eso no está en mi ADN. Vamos a seguir luchando”.

Bass calificó que las consecuencias de las redadas “imprudentes y constantes” están generando un miedo generalizado y una gran disrupción, afectando la vida diaria de muchos residentes, incluidos niños que tienen miedo de ir a la escuela y adultos temerosos de ir a trabajar.

“Las redadas han asestado un golpe devastador a nuestra economía: hay sectores enteros que no pueden funcionar sin la mano de obra inmigrante. Corredores comerciales que antes estaban llenos de vida ahora parecen pueblos fantasmas”.

De hecho, hay 4,000 negocios en el en el Distrito de la Moda.

“Hemos escuchado cuánto están sufriendo por la baja afluencia de clientes. Esto está teniendo consecuencias profundas y generalizadas, y debe parar”, concluyó. “La administración [de Trump] continúa su ataque total contra la ciudad, y aunque intenta dividirnos, como angelinos, solo nos hemos unido más”.

Según Fox News, la cadena afín al presidente Donald Trump, el funcionario de la Patrulla Fronteriza con el que habló por teléfono la alcaldesa Bass fue Gregory Bovino, jefe del sector El Centro de la agencia.

Bovino declaró a la agencia: “No trabajo para Karen Bass. Mejor que se acostumbren a nosotros, porque esto volverá a la normalidad muy pronto”. Iremos a cualquier lugar y a cualquier hora que queramos en Los Ángeles”.

Negocios vacíos y sin clientes

La realidad de los negocios en la zona del distrito de Westlake es devastadora.

Ronald Estrada, dueño de Southern California Surgery Center relató a La Opinión que el lunes por la mañana fue testigo de “un caos innecesario” causado por la presunta redada de inmigración en Los Ángeles, que ha generado pánico y miedo en la comunidad.

Estrada informó que, desde el 6 de junio, su negocio ha visto una disminución del 40% en visitas de clientes, resultando en pérdidas de aproximadamente $10,000 a $20,000 mensuales.

“Si la situación no mejora, podría considerar reducir horas de trabajo y eventualmente cerrar el negocio”, subrayó, al tiempo que destacó que las acciones del gobierno federal en inmigración han generado miedo y afectado la economía local, creando un efecto dominó que afecta a otros negocios y empleos.

En efecto, Silvia Morales, empleada de La Salsa Restaurante, con lágrimas en el rostro dijo a La Opinión que el miércoles 9 de julio sería su último día de trabajo.

Era evidente su tristeza y más porque en el negocio no había llegado ni un solo cliente hasta la 1:00 p.m. El negocio se ubica en el 2122 al oeste de la calle Séptima.

“En un día normal hay buenas ventas, pero desde que comenzaron las redadas, ni $70 entran [a la caja]”, dijo. “Ha habido días en que solamente se ha vendido una pupusa, y eso es solo $3:50”.

Silvia adelantó que los propietarios del restaurante van a cerrar el negocio, después de casi ocho años de haber abierto.

El mismo panorama se vivía en El Pollo Campero, del 2116 de la misma calle, donde tres clientes comían con cierto recelo.

“Esta feo lo que está pasando”, dijo Antonio Aguilera, un mexicano de Chiapas que trabaja en la construcción.

“No dejan trabajar a gusto a la gente”, agregó el hondureño Ricardo Flores, nacido en Choluteca, con respecto a las redadas migratorias.

Mientras tanto, Bellamina, una trabajadora del lugar precisó que, de aproximadamente 500 clientes semanales, “la realidad” es que ahora solamente la mitad van a comer allí.

“A mí y a mis compañeras ya nos recortaron las horas: De ocho a cinco horas y ahora solamente cuatro”.

El martes, alrededor del Parque MacArthur fue visible la ausencia de niños y familias.

Presentes estaban solamente los drogadictos habituales que se congregan en la intersección de la Calle Sexta y el sur de la calle Alvarado.

Pocos adultos estaban tirados en el pasto, descansando bajo la sombra de los árboles. Al norte del parque varios latinos jugaban cartas y tomaban cerveza,

“Es un desastre lo que hace el gobierno de Trump”, comentó Oscar Moreira, un salvadoreño que empujaba un carrito de supermercado con sus pertenencias y que vive en el parque. “Con eso que hacen con las redadas, a cualquiera le bajan la moral”.

El hombre, originario del distrito de Atiquizaya, Departamento de Ahuachapán, en El Salvador, señaló que la administración Trump quiere que la gente no tenga ninguna esperanza de trabajar en Estados Unidos.

“Quiere que nos vayamos de aquí, pero nosotros solamente venimos a entregar lo mejor de nuestras vidas para comer”, manifestó. “Lo que hicieron no está bien. Es inhumano. ¿Por qué no se llevan a los borrachos y drogadictos del parque?”.

En esta nota

ICE LAPD Redadas en Los Ángeles
Contenido Patrocinado