Elon Musk creará una versión de Grok para el Pentágono a cambio de $200 millones de dólares
Musk firmó un acuerdo de $200 millones de dólares para crear una versión de Grok para el gobierno federal

xAI deberá adaptar Grok para que pueda ser utilizado en el contexto gubernamental Crédito: Shutterstock
Elon Musk, ese personaje que combina genialidad y controversia, acaba de dar un golpe de efecto en Washington. Pese a sus tensas relaciones con el ex presidente Trump, el magnate logra asegurarse un contrato con el Pentágono por valor de $200 millones. Sí, leíste bien: el mismo Musk que se distanció públicamente de Trump, criticando su política fiscal y decisiones judiciales, ahora consigue que su empresa de inteligencia artificial, xAI, desarrolle una versión de Grok para el gobierno.
Este acuerdo llega apenas unos días después de que Grok protagonizara uno de sus episodios más polémicos: el chatbot hizo comentarios antisemitas, incluso comparándose con “MechaHitler”. Aun así, no le bastó al Pentágono diluir el contrato. xAI corrigió inmediatamente el error, lanzó un parche y continuó adelante, y ahora tiene luz verde para lanzar Grok for Government en múltiples agencias federales, militares y nacionales.
¿Qué es “Grok for Government” y qué implica para la defensa?
El núcleo del contrato establece que xAI debe adaptar Grok, originalmente pensado para usuarios en X, para su uso en el contexto gubernamental. Eso significa dotar al sistema de versiones personalizadas, seguras y certificadas, aptas para funciones de inteligencia, salud, ciencia y tareas operativas dentro del Departamento de Defensa.
Según xAI, bajo esta suite “Grok for Government” se ofrecerá acceso vía GSA Schedule, lo que facilita que cada departamento, agencia u oficina federal pueda acceder a estos productos de frontera de xAI.
El objetivo principal es modernizar y automatizar procesos críticos, desde apoyar a tropas, analizar inteligencia, hasta optimizar servicios en salud y ciencia. Además, se alinea con la estrategia del Pentágono de integrar IA en tareas de guerra, inteligencia y sistemas empresariales.
Irónicamente, esta asociación se produce en un momento en que Trump promueve la adopción acelerada de IA en el gobierno federal: desde control de tráfico aéreo hasta auditorías fiscales y seguridad aeroportuaria. Así, aunque Musk se haya distanciado – incluso renunció a su rol en el DOGE, su polémico “Department of Government Efficiency” – la ética de su IA sigue encontrando eco en la administración.
¿Cómo pasó de choque político a aliado estratégico?
La historia es tremenda. Musk financió generosamente a Trump en 2024, llegó a integrarse en su nueva estructura federal DOGE en enero de 2025, y dirigió desde allí recortes masivos que causaron suspicacias sobre conflictos de interés. Pero el sábado 5 de julio rompió relaciones reputacionales, después de criticar el megadeficit fiscal y un apagón de información sobre Jeffrey Epstein.
Sin embargo, y pese al distanciamiento, el Pentágono no cobró venganza. Al contrario: Musk y xAI aparecen hoy como aliados tecnológicos clave. El motivo más relevante: el Departamento de Defensa necesita urgentemente tecnologías de IA competitivas. Y aunque Grok haya sido objeto de ataques públicos (recordemos ese episodio “MechaHitler”), el contrato es parte de una inversión global de $800 millones en Tríada IA: xAI, Google, Anthropic y OpenAI ─ cada uno con hasta $200 millones.
Para xAI, esto significa un impulso gigantesco—de entrada, $200 millones en ingresos, más visibilidad frente a la competencia de gigantes ya establecidos. En su defensa, Doug Matty, Director Digital y de IA del Pentágono, resaltó que incorporar soluciones comerciales como estas acelera la capacidad del DoD para mantenerse en ventaja frente a adversarios.
A su vez, el respaldo de esta inyección federal permite que Musk justifique más rondas de financiación dentro de su propio imperio: SpaceX prepara un aporte de $2 mil millones a xAI, y Tesla contempla una votación para invertir también en la firma de IA.
En definitiva, Musk ha convertido una polémica política en una oportunidad económica y estratégica. Aunque su relación con Trump se rompiera, el apetito del gobierno federal por una IA poderosa dejó claro que, en tecnología, las viejas alianzas tienden a disolverse, pero el interés económico sigue intacto. Este contrato confirma que xAI está en la carrera de élite y, lo más irónico, es más influyente con Trump fuera del podio que cuando estaba dentro.
Sigue leyendo:
• La IA de Elon Musk estará disponible en Telegram tras un acuerdo millonario
• El chatbot Grok de la red X lanza comentarios antisemitas y provoca polémica
• La IA de Elon Musk pronto contará con su propia app