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California al rescate de la salud pública

Sindicatos anuncian una nueva iniciativa de ley que promulgaría un impuesto único de emergencia para unos 200 multimillonarios

Gasto de emergencia de Medicaid para inmigrantes indocumentados no alcanza ni siquiera el 1%

Oscuro panorama por recortes de fondos a la salud. Crédito: zimmytws | Shutterstock

Con el objetivo de prevenir el colapso del sistema de salud de California y el cierre de las salas de emergencia, expertos en salud y dirigentes del SEIU-Trabajadores Unidos de la Salud Oeste (SEIU-UHW) dieron marcha a una nueva iniciativa de ley que promulgaría un impuesto único de emergencia para aproximadamente 200 multimillonarios que han visto crecer exponencialmente sus fortunas en el “Estado Dorado”.

Para calificar a la boleta electoral en noviembre de 2026, los promotores de la medida tendrán que recaudar unas 874,000 firmas de votantes, al menos tres meses antes de los comicios.

La llamada “Ley de Impuesto a los Multimillonarios de 2026”, una carga tributaria del 5% para los multimillonarios de California reemplazará los recortes de $100 mil millones en fondos federales de salud durante cinco años.

“15 millones de californianos dependen de Medicaid, lo que lo convierte en el programa de seguro médico más grande del país”, afirmó Dave Regan, presidente del SEIU-UHW, al ofrecer un contexto sobre el impacto del recorte de $100 mil millones en la financiación de Medicaid.

Riesgo de colapso total

La reducción de fondos anunciada en el verano provocará mayores costos de atención médica, cierres de centros y una reducción de servicios, afectando especialmente a las poblaciones rurales y marginadas, dijo Regan, quien aseguró que más personas dependen de Medicaid que de Medicare, programas que cubren a las personas mayores de 65 años.

“El problema que enfrentamos ahora es que estamos ante un colapso total de nuestro sistema de salud”, advirtió el líder sindical. “Tanto en California como en otros lugares enfrentamos costos más altos de atención médica: primas más altas, deducibles más altos, copagos más altos, y ya estamos viendo que las compañías de seguros planean compensar este recorte masivo de fondos trasladando la carga a la clase media y trabajadora”.

Se proyecta, además, que los recortes eliminarán 145,000 empleos de primera línea en el sector salud en California.

Quienes proponen la iniciativa en California -la primera en su tipo- creen que más estados seguirán el ejemplo rápidamente y se convertirá en un modelo nacional.

Lo hicieron en momentos donde el gobierno federal ha menguado el programa de Medicare y ha puesto en riesgo la salud de millones de estadounidenses, al no aprobar -todavía- la extensión de la Ley de Cuidados de Salud a Bajo Precio (ACA) u Obamacare. La ley ACA fue promulgada en marzo de 2010 por el expresidente Barack Obama.

Las reducciones propuestas por los republicanos que controlan el Congreso fueron parte de un esfuerzo político más amplio para proteger las ventajas fiscales existentes para los multimillonarios.

Crean crisis artificial

Sin embargo, estos políticos liderados por Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes y miembro republicano del Congreso, han trasladado la carga fiscal a los pacientes, a los proveedores de cuidado médico y a las comunidades más pobres y vulnerables.

“California se enfrenta a una crisis artificial. Estos recortes federales no fueron accidentales; fueron diseñados para proteger a los multimillonarios, mientras que las consecuencias recaen en los pacientes y trabajadores”, declaró Robert Reich, exsecretario de Trabajo de Estados Unidos durante el gobierno de Bill Clinton.

“Un impuesto de emergencia de duración limitada para los ultrarricos es una forma práctica de mantener el sistema de salud en funcionamiento”, añadió.

Los expertos advirtieron que el déficit resultante en el presupuesto estatal podría desencadenar un colapso en cascada en el acceso a la atención médica.

El oscuro panorama incluye el cierre de servicios, tiempos de espera más largos de los pacientes, pérdida de personal médico y una reducción de la capacidad para las familias trabajadoras de obtener cobertura de salud. En riesgo está la atención de 15 millones de personas.

La iniciativa reemplazaría la financiación perdida mediante un impuesto único de emergencia del 5% para los californianos con un patrimonio superior a mil millones de dólares (unas 200 personas en todo el estado).

Empleos en peligro

Los proponentes de la medida y quienes la respaldan aspiran a estabilizar el sistema de salud estatal, aunque advierten que no alivia la necesidad de otras soluciones a largo plazo para el programa MediCal.

“Al menos evita recortes realmente devastadores”, consideró Darien Shanske, profesor de Derecho y Ciencias Políticas en UC Davis School of Law.

Si la iniciativa califica para la boleta electoral y es aprobada en las urnas, una parte menor de los ingresos de la iniciativa se utilizaría para reforzar la financiación de la educación pública K-12, donde se espera que sufra impactos directos e indirectos debido a los inminentes recortes federales. El 90% de los fondos se destinarían a Medicaid.

Pero, sin los fondos necesarios se produciría el cierre o contracción de servicios hospitalarios y clínicos; se reduciría la capacidad de atención a largo plazo para las personas, habría acceso limitado a la atención médica para las familias trabajadoras y se estima que se perderían unos 145,000 empleos en el sector salud.

“Ya tenemos escasez de personal, y cada semana llegan más pacientes a nuestras instalaciones con menos opciones. Si estos recortes [federales] entran en vigor sin fondos de reemplazo, no solo significará filas más largas, sino que las personas no podrán recibir atención médica cuando la necesiten”, manifestó Mayra Castañeda, técnica de ultrasonido en Lynwood.

Y, en caso de que haya muertes de pacientes que no reciben atención médica, ¿A quién se responsabilizaría de su fallecimiento?

“Básicamente [a] la sociedad y las decisiones que toma nuestro gobierno”, respondió Emmanuel Sáez, economista francoestadounidense que es profesor de economía en la Universidad de California, Berkeley.

“Si no estamos de acuerdo con lo que hace el gobierno federal, aquí en California, esta votación es nuestra oportunidad de tomar una decisión diferente para que quienes realmente necesitan este tratamiento crítico puedan vivir”.

Dave Regan dijo estar de acuerdo y señaló que “todos somos responsables y podremos responder a esta pregunta el próximo noviembre. La gente de California tendrá la oportunidad de tomar esta decisión y somos responsables de ella. Pero tenemos fe en el buen juicio de decenas de millones de votantes aquí en California”.

Teme por la vida de su nieto

Sin poder contener las lágrimas,Josephine Ríos, auxiliar de enfermería en el Centro Quirúrgico Kaiser Permanente de Irvine, California, compartió su temor por el destino de su nieto Elijah, quien depende de Medi-Cal para su atención médica.

Elijah tiene múltiples discapacidades y necesita $5,000 mensuales en medicamentos, que Medi-Cal cubre.

“Es mucho [dinero] más allá del alcance de familias como la nuestra”, dijo. “Sin el acceso a la atención médica, solo pienso que su vida puede estar en peligro.”.

La afligida abuela relató que, al nacer, Elijah padeció de una hemorragia que lo dejó tetrapléjico, con parálisis cerebral, epilepsia, autismo y retrasos en el desarrollo.

“Estos desafíos son parte de su vida, pero no definen a Elijah”, dijo. “Elijah, una luz brillante en nuestra familia. Su sonrisa puede derretir el corazón más afligido”.

De acuerdo con Josephine Ríos, su nieto recibe 19 horas de terapia conductual, ocupacional y física a la semana y profesionales de la salud lo ayudan a desarrollar sus nuevas habilidades.

Reveló que, día a día, el niño de siete años toma varios medicamentos para controlar las convulsiones, algunas de las cuales han durado más de 24 horas.

“Por un breve momento pensamos todo lo que Medicare hace posible; sin él, no tendríamos a Elijah. Su espíritu de lucha me inspira cada día a luchar por el acceso a la atención médica para todos”, dijo.

Como asistente de enfermería, Josephine Ríos declaró que observa las mismas dificultades en el hospital: los pacientes que ingresan con reemplazos de rodilla, marcapasos y cirugías cardíacas a menudo dependen de Medi-Cal para pagar su atención médica.

Por lo anterior, expresó que la “Ley de Impuesto a los Multimillonarios de 2026” es importante para ella.

“No me convertí en profesional de la salud por los fondos. No me convertí en profesional de la salud porque sea un trabajo bien remunerado. Así soy yo. Así son nuestros colegas. Tenemos empatía. Amamos a nuestros pacientes”, enfatizó la abuela de Elijah. “Necesitamos luchar por nuestros pacientes”.

También cuestionó sobre las consecuencias de los recortes federales en el sistema de salud:

¿Qué les sucedería a algunos de estos pacientes si no los sometiéramos a una cirugía? ¿Se verían obligados a ingresar en residencias de ancianos? Ellos trabajan toda su vida para ser independientes, viven con un presupuesto limitado, pero lamentablemente, algunos de sus medicamentos, tratamientos y terapias físicas, están fuera de sus posibilidades. Y ese pequeño beneficio que reciben de Medi Cal y de las clínicas les ayuda”.

Agregó que “no solo como abuela, sino que hablo en nombre de mis pacientes, también me pregunto: ¿qué pasa conmigo y mis compañeros de trabajo? ¿Me convertiré en una estadística más? ¿Me quedaré sin trabajo?”.

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