¿Otra vez El Chapo pelea por Ciudad Juárez?
MÉXICO – Hace meses que los chihuahuenses tiemblan: tienen razones históricas para tener miedo, para no querer volver a las cifras negras de 2010, cuando cada día sumaron ocho asesinatos relacionados al crimen organizado hasta sumar 3,057 en un año, principalmente en Ciudad Juárez.
“Si bajamos la guardia, si aflojamos, muy pronto tendríamos otra escalada de violencia porque los delincuentes siguen aquí”, advirtió en estos días el fiscal estatal Jorge Hernández Nicolás después de que apareció una manta con amenazas de muerte en su contra presuntamente firmada por el narcotraficante prófugo Rafael Caro Quintero.
No es el primer indicio de malos augurios para la estabilidad del estado fronterizo que logró paulatinamente – y para asombro de muchos rankings- el número de asesinatos dolosos hasta que en 2015 se contabilizaron 311.
Un soleado domingo del 4 de julio pasado, los habitantes de Ciudad Juárez se desayunaron con noticias que creían haber enterrado: en menos de 24 horas fueron ejecutados de manera violenta nueve personas, tres de ellos, apilados en una camioneta que ardió por horas con los cuerpos calcinados dentro.
Horas después, fueron arrojados desde un vehículo en movimiento y en plena calle los cadáveres de una mujer y un hombre mientras a en otras partes de la ciudad tres cuerpos estallaron con bombas molotov arrojadas en el interior de una vivienda y otra persona caía a balazos en un bar.
Desde abril, la policía municipal emitió un comunicado de prensa en el que describía que el perfil de los asesinatos mas recientes “parecen haber sido perpetuos por un grupo del crimen organizado pues las vìctimas presentan huellas de tortura antes de morir”.
El gobernador del estado Javier Duarte negó desde entonces el repunte de la violencia y para finales de julio se sumaron 153 homicidios dolosos.
No se sorprende José Antonio Ortega, analista de Seguridad Nacional y autor del ranking anual sobre los municipios más violentos de México del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
“La eminente extradición de Joaquín El Chapo Guzmán -líder del Cártel de Sinaloa– deja un hueco que muchos actores quieren disputar después de que él se quedó con la plaza que peleó en 2010 al Cártel de Juárez”.
En ese tiempo las autoridades federales culparon de la violencia en Chihuahua a la lucha por la plaza entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Juárez; en estos días, el gobierno local acusa a la liberación de Caro Quintero, liberado en 2013 tras un amparo que luego impugnó la Suprema Corte cuando el capo ya estaba libre y prófugo.
“Lo más preocupante es que este repunte no es sólo en Chihuahua”, acota Ortega. “Desde 2011 empezó a disminuir el número de asesinatos dolosos hasta 2014 y luego en 2015 volvió a repuntar hasta 2.5%”.